El pasado 27 de abril de 2023 empezaba octogésimo octavo Draft de la NFL. Como cada año, un gran número de nuevos jugadores sueñan con triunfar y crear su propio legado. De los 259 jugadores seleccionados, pondremos el foco sobre uno de los tres quarterbacks seleccionados en primera ronda: Anthony Richardson.
Este joven mariscal salido de la Universidad de Florida, fue seleccionado en el #4 por los Indianapolis Colts. Con ese pick #4, Richardson era el tercer quarterback elegido. Por delante de él salieron Bryce Young (destino Panthers), y C.J. Stroud (destino Texans). De los dos jugadores nombrados, destacar el excelente año que ha tenido Stroud y los Texans de DeMeco Ryans.
Volviendo a Richardson, él caía en una franquicia que estrenaba Head Coach. Shane Steichen dejaba el puesto de coordinador ofensivo con los Eagles, para unirse a los Colts. La asombrosa temporada de Jalen Hurts y el haber llegado al Super Bowl, no pasaron desapercibidos a los ojos de la gerencia de los Indianapolis.
Anthony Richardson se presentaba al draft después de haber estado tres temporadas con los Gators. En el primer año, jugó cuatro partidos, en el segundo año siete, y finalmente se asentó como titular, jugando 12 encuentros en su tercer año. Esa última temporada, Richardson registró un 53.8% de pases completados, 2.549 yardas de pase, 17 touchdowns y 9 intercepciones. En lo que se refiere al juego terrestre, acumuló 654 yardas y 9 touchdowns.
Richardson se presentaba al draft como un prospect aún por desarrollar, pero con un potencial asombroso. Un quarterback midiendo 6’4”, pesando 236 lbs y con un cañón como brazo, era muy difícil que pasase desapercibido. Sus habilidades atléticas le permitían sacar mucho partido al juego terrestre, siendo una amenaza constante y obligando a las defensas a estar muy pendientes de posibles scrambles y jugadas de carrera.
Referente al pase, en ese aspecto el jugador estaba mucho más verde. La toma de decisiones no era la mejor, teniendo muchas veces un receptor abierto y él mandando el balón a otro receptor donde la ventana era mucho más pequeña. También no aguantaba bien en el pocket, pese a no recibir presión abandonaba el bolsillo y se centraba en correr. Sus habilidades como pocket-passer eran bastante limitadas.
El cambio de nivel y exigencia del college a la NFL es importante, y para un prospect como Richardson que está en desarrollo aún, era fundamental adaptarse bien y poder seguir mejorando en su juego. Richardson tuvo un buen training camp y fue designado como titular en la semana 1.
Por desgracia para el aficionado y la franquicia de los Colts, la temporada rookie de Richardson ha durado solo 4 partidos. El partido de la semana 1 contra Jaguars logró jugarlo entero, exceptuando al final del encuentro, cuándo sufre un impacto fuerte y lo cambian, en la semana 2 contra los Texans jugó algo más de un cuarto, pero fue sustituido por una conmoción cerebral. Se perdió la semana 3 contra los Baltimore Ravens, y volvió para la 4 contra Los Angeles Rams. En la semana 5 contra los Tennessee Titans, sufrió una lesión en el hombro en el segundo cuarto que le obligó a pasar por quirófano. Esta lesión le dejó fuera durante el resto de la temporada.
Su adaptación a la NFL ha sido notable, sobre todo gracias al gran cuerpo técnico que posee los Indianapolis Colts. Shane Steichen y Jim Bob Cooter han realizado una excelente labor con la ofensiva, entendiendo a la perfección el tipo de jugador que es Richardson y como puede potenciar sus virtudes y minimizar sus errores.
El juego ofensivo de los Colts con Richardson a los mandos, se basaba mucho en el diseño de jugadas de carrera para Richardson, jugadas con conceptos RPO y conceptos de lectura más sencilla como el four verticals. Además, se puede apreciar como el staff ofensivo de los Colts han adaptado formaciones como la flexbone o la pistol al playbook del equipo. Los movimientos en el playaction y las fintas de handoff están muy bien diseñadas, y producen mucha confusión a las defensas rivales debido a esa amenaza terrestre que tiene Richardson.
Pese a esa buena adaptación al juego NFL, Richardson debe seguir mejorando en ciertos aspectos de su juego. El primero es en el aspecto físico, cuidándose de golpes innecesarios y mantenerse sano el mayor tiempo posible. Cierto es que su juego se basa mucho en esas carreras terrestres, pero debe ser consciente que los golpes en la NFL pasan mucha factura y el equipo le necesita el mayor tiempo posible en el campo.
Otro aspecto es el juego de pase, ha mejorado más de lo esperado, pero Steichen le ha tapado muchas carencias en esa faceta del juego, y cometió errores graves de lectura (un ejemplo es la INT que comete vs. Jaguars en la primera semana). Del juego de pase, también debe mejorar en lo que se conoce como la hot route, esa ruta rápida del diseño de la jugada que está como válvula de escape en caso de enfrentarse a un blitz. Le cuesta leer las cargas y encontrar a esa ruta liberada, debe enfocarse bien en eso y su juego mejorará mucho más.
De los aspectos positivos comentados anteriormente, en esta jugada concretamente, se puede ver el magnífico diseño haciendo uso de una formación pistol-flexbone. El receptor pegado al right tackle, realiza un motion por detrás del running back y termina saliendo hacia la flat. El tight end pegado al left tackle, ejercerá como lead blocker por el B-gap abriendo camino al running back. Los dos receptores abiertos, uno correrá una ruta post y el otro una Dig (es quien terminará recibiendo el balón). En el backfield, el running back simulará una carrera hacia el B-gap, y Anthony Richardson también amenazará con salir al exterior corriendo.
Es un excelente diseño de jugada por la variedad de bloqueos que contiene, la amenaza del receptor saliendo a la flat que obliga a desplazar la defensa hacia allí, la atención que genera el lead blocker con el running back, y sin olvidar que Richardson puede salir corriendo hacia el exterior. Todos estos factores liberan la Dig de defensores y le permiten recibir el pase. Claro ejemplo de ayudar al quarterback en las lecturas y confundir a las defensas rivales.
Otro ejemplo sería el concepto de pase Four Verticals. Este concepto se basa en cuatro rutas verticales profundas, donde en este caso el pase terminará en la ruta seam del receptor #2 en el weak side. Este tipo de jugadas tienen una progresión de lecturas sencilla, y Richardson se siente bastante cómodo ejecutándolo. Una vez más, el staff entiende que virtudes posee su quarterback, y logra diseñarle jugadas en las que se siente a gusto. Excelente trabajo.
Ingeniero electrónico y automático. Cubre la NFL desde 2016. Colaborador en No Huddle y TheSpanishBowl, medios referentes tanto en Sudamérica como España.
