Historia de la NFL: One Yard Short - Super Bowl XXXIV

26 de Agosto de 2024
Por una yarda, los Titans se quedaron sin tiempo y perdieron el Super Bowl XXXIV ante los Rams. // Foto: NFL

La National Football League (NFL), a lo largo de sus más de 100 años de historia, ha brindado partidos y momentos inolvidables que quedarán para siempre en la memoria de los fanáticos del deporte. Una de las jugadas más recordadas es la que se conoce como One Yard Short, que ocurrió en los últimos segundos del Super Bowl XXXIV, un partido que enfrentó a los St. Louis Rams, en una de sus mejores versiones, y a unos Tennessee Titans que disputaban su primera campaña con ese nombre.

Antes del Super Bowl jugado el 30 de enero del año 2000, hay que repasar la historia de los equipos, comenzando por los entonces llamados St. Louis Rams. Tras comenzar la década del ‘90 con malas actuaciones y campañas, la reconstrucción de la franquicia tuvo inicio en 1997 con la contratación de Dick Vermeil, head coach que estaba retirado y que volvió a la actividad para entrenar a un equipo desmotivado y flojo. Tras dos temporadas de mucho trabajo, Vermeil logró remontar la situación, con jugadores estrellas como el RB Marshall Faulk, los WR Isaac Bruce y Torry Holt y el QB Kurt Warner, un héroe impensado con una historia increíble. Todos ellos formaron parte de una ofensiva que sería inmortalizada como The Greatest Show On Turf.

Del otro lado, tenemos a los Tennessee Titans, una franquicia que a fines de los ‘90 estaba en una etapa de cambios. El primero fue en 1997, cuando pasaron de la ciudad de Houston a Nashville. Años más tarde, en 1999, decidieron que el nombre Oilers era cosa del pasado, y adoptaron el Titans que conocemos hoy en día. En cuanto a las campañas del equipo, llegaron a tener buenos planteles y actuaciones en temporada regular, pero cuando llegaban los playoffs, los por entonces Oilers no podían atravesar la ronda divisional. Esa racha negativa de casi 10 años llegaría a su fin en 1999

La temporada 1999 de los St. Louis Rams

La ilusión en St. Louis era muy grande de cara a la temporada 1999. Por primera vez en mucho tiempo, tenían jugadores de renombre. Habían tradeado por Marshall Faulk, uno de los mejores corredores de la liga, tenían un nuevo QB en Trent Green y habían drafteado con el sexto pick a un receptor, Torry Holt. Sin embargo, en un duelo de pretemporada ante los San Diego Chargers, Green, la gran esperanza del equipo, sufriría una lesión que lo dejaría fuera de las canchas por todo el año. Fue ahí cuando el mariscal suplente, Kurt Warner, undrafted y de pasado en Europa, tomó las riendas de la franquicia, y los Rams despegaron definitivamente.

Luego de comenzar la campaña con un récord de 3-0, los Rams debían enfrentar a los San Francisco 49ers, con quienes habían perdido los 17 enfrentamientos anteriores. St. Louis ganó 42-20 esa noche, en un partido en el que demostraron todo el potencial del equipo. La primera derrota de los Rams llegó curiosamente ante los Titans, en un duelo ajustado hasta el final. Sin embargo, siguieron ganando luego de ese traspié y lograron un récord de 13-3, que les valió el primer título divisional en 14 años. Además, Kurt Warner ganó el premio MVP y Marshall Faulk fue considerado el mejor jugador ofensivo de la temporada.

Kurt Warner logró 4,353 yardas aereas y 41 touchdowns en su campaña MVP en 1999. // Foto: Getty Images

La temporada 1999 de los Tennessee Titans

Los Titans, además de tener nuevo nombre, contaban con un flamante estadio para comenzar la campaña 1999. Además, el equipo en cuanto a nombres era de lo mejor de la liga, con grandes jugadores en cada línea y una idea de juego consolidada por su head coach, Jeff Fisher. Tennessee era un equipo duro y físico, con una ofensiva comandada por el RB Eddie George y una defensiva que contaba con una gran secundaria y con un pass rush muy sólido, liderado por el rookie DE Jevon Kearse.

La temporada comenzó con una dura victoria ante los Cincinnati Bengals en Tennessee, en la que el QB Steve McNair logró una épica remontada estando lesionado para ganar 36-35. El mariscal volvería para el partido ante los Rams en Semana 8, en el que los de Nashville le dieron a St. Louis su primera derrota en la campaña. El buen momento de los Titans continuó, logrando un récord de 13-3 y consiguiendo un hito increíble: vencer por duplicado a los Jacksonville Jaguars, equipo sensación por aquel entonces, con una paliza en Semana 16 incluida. Tennessee culminó la temporada regular como cuarto sembrado de la AFC, y con Kearse ganando el premio al mejor rookie defensivo del año.

Steve McNair escapando de la defensiva en la victoria 33-14 ante los Jacksonville Jaguars. // Foto: Allen Kee/Getty Images

El camino en los playoffs

Por tener el mejor récord de la NFC, St. Louis debutó en los playoffs directamente en la ronda divisional, instancia en la que derrotó a los Minnesota Vikings para clasificar a la final de conferencia luego de 10 años de espera. Allí, debían enfrentar a los temidos Tampa Bay Buccaneers. En aquel encuentro, la defensiva de los de Florida logró neutralizar a la perfección a la poderosa ofensiva de los Rams. Sin embargo, St. Louis también se mantuvo firme a la hora de defender, lo que puso al equipo en partido. En los minutos finales y perdiendo por un punto, Kurt Warner lanzó un pase profundo para Ricky Proehl, quien anotó su primer touchdown en la campaña para ganar el encuentro 11-6 y avanzar al Super Bowl.

Tennessee, por su parte, debió enfrentar un camino más duro. En la ronda de comodines, superaron a unos Buffalo Bills que dieron batalla hasta el final. En una de las jugadas más increíbles de todos los tiempos, conocida como Music City Miracle, los Titans remontaron el partido sobre la hora para avanzar a la ronda divisional. Allí, enfrentaron a los Indianapolis Colts de Peyton Manning, un por entonces joven QB que no pudo con la sofocante presión de la defensiva de Tennessee. Los de Nashville ganaron 19-16 y avanzaron a la final de la AFC, donde esperaban los poderosos Jaguars. Con una apabullante actuación, los Titans derrotaron 33-14 a Jacksonville, y clasificaron por primera vez en su historia a un Super Bowl

El partido por ronda de comodines entre Titans y Bills tuvo un increíble desenlace. // Foto: Allen Kee/Getty Images

El partido más esperado: Super Bowl XXXIV

Llegamos a Atlanta, Georgia para el encuentro entre dos potencias que quedaría grabado en la memoria de cada fanático presente. El comienzo del partido fue de los Rams, que con un efectivo Kurt Warner lograban avanzar la cancha, pero en la zona roja los de St. Louis no podían capitalizar sus llegadas con touchdowns. Los dirigidos por Dick Vermeil debieron conformarse con tres goles de campo en toda la primera mitad y se fueron al entretiempo en ventaja por 9-0. Sin embargo, los Rams no estaban felices con el resultado parcial, considerando que en cuatro ocasiones distintas llegaron a estar en la redzone y no pudieron sumar de a seis, mientras que Tennessee apenas logró 89 yardas totales en los primeros 30 minutos de juego.

En la segunda mitad comenzaron a tomar más protagonismo las ofensivas, y los Rams, en su primer drive del tercer cuarto, lograron un tranquilizador touchdown que puso el encuentro 16-0. Sin embargo, la respuesta de los Titans no tardaría en llegar, y en dos posesiones consecutivas lograron llegar a la endzone para dejar el marcador 16-13 en favor de St. Louis a falta de 8 minutos para que termine el partido. Momentos más tarde, un gol de campo de Tennessee empató el encuentro en 16, y los Rams, que venían en caída, se despertaron a tiempo para ponerse en ventaja nuevamente con un TD de Isaac Bruce, que corrió 73 yardas para pasar al frente 23-16 a dos minutos del final. Con un McNair imparable en el último drive del partido, los de Nashville avanzaron desde su propio campo hasta la yarda 10 de los Rams, donde iniciaría una jugada memorable.

El Super Bowl XXXIV fue el último en ser disputado en el Georgia Dome de Atlanta, y contó con 72,625 espectadores. // Foto: NFL

One Yard Short, la jugada que le dio el Super Bowl XXXIV a los Rams

El reloj marcaba seis segundos y los Titans necesitaban avanzar diez yardas para ponerse 23-22 y decidir entre una patada para ir a overtime, o una jugada en la que sería todo o nada. Aunque para eso, claro, faltaba anotar. McNair recibió el ovoide en el snap y vio como el WR Kevin Dyson esperaba para recibir el balón e ingresar en la endzone. El pase fue en esa dirección, y cuando parecía que Tennessee iba a lograr ese tan preciado TD, los brazos salvadores del LB Mike Jones abrazaron las piernas de Dyson, quien se extendió mientras caía para lograr esa última yarda que lo separaba de anotar. One Yard Short, así de cerca quedaron los Titans del touchdown y por esa mínima distancia los St. Louis Rams lograron el primer Lombardi de su historia.

Un final para el infarto, una frase que define varios momentos históricos de la NFL, y que en este caso queda perfecta. Kurt Warner recibió el MVP del partido y se convirtió en el sexto jugador en la historia en ganar el galardón tanto en la temporada regular como en el Super Bowl. Horas después del partido, el head coach Dick Vermeil anunció su segundo retiro, y dejó el puesto en manos de Mike Martz, coordinador ofensivo durante 1999 y el gran responsable del éxito y eficacia del ataque del equipo. Los Rams tuvieron que esperar dos años para volver a la final de la NFL, y 22 más para ganarlo nuevamente. Por su parte, los Titans jamás regresaron a un juego de estas características, y en el 2002 y 2019 cayeron en la final de la AFC, lo más lejos que llegaron desde aquella histórica campaña a fines del siglo XX.


Manuel Martinez Cataldo

Manuel Martinez Cataldo

Fiel seguidor de la NFL desde su entrada al fútbol americano con el Super Bowl LI. Desde 2022 cubre la liga como redactor.