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Los Dallas Cowboys y su QB Rayne Dakota Prescott acordaron un nuevo contrato por cuatro años y $240 millones de dólares, con $231 millones garantizados y un bono de $80 millones a la firma del contrato. De esta manera, con un promedio de $60 millones anuales, se coloca en la cima de toda la liga.
Su contrato llega justo después de las renovaciones de Joe Burrow, Trevor Lawrence, Tua Tagovailoa y Jordan Love, quienes todos promedian $55 millones de dólares anuales o incluso menos. De esta manera, el nuevo contrato de Dak resetea el mercado, una vez más. Si bien es cierto que Dak era el único QB -al menos de los relevantes en el último tiempo,- quien quedaba sin contrato al finalizar la temporada, marca un hito relevante para toda la liga, dado que eleva aún más la vara. Es decir, la próxima vez que una franquicia se siente a negociar con su QB franquicia, este tendrá un punto de partida mucho más alto.
El acuerdo llega luego de varias semanas de idas y venidas entre el propio jugador y el dueño de la franquicia, Jerry Jones. Dak había declarado hace 10 días que "hace ya mucho tiempo que dejó de escuchar las declaraciones que Jerry Jones le brinda a la prensa. Realmente no tiene peso en mi". Sin embargo, hay algo que no falla: "las fechas límites, logran acuerdos".
Asimismo, la suma de los $231 millones garantizados superan los $230 millones por los cuales firmó Deshaun Watson en marzo de 2022 y que hasta el momento era la suma más alta en la historia de la National Football League (NFL). De esta manera, Dak se suma a CeeDee Lamb en la nómina de jugadores de los Cowboys que consiguieron un nuevo contrato multianual y se colocan en lo más alto de su posición.
El QB egresado de la Universidad de Mississippi State ingresó a la liga en 2016, cuando los propios Dallas Cowboys lo eligieron en la cuarta ronda del Draft de ese mismo año, con la selección #135. Desde entonces y tras una serie de infortunios en su primera temporada, ha sido la cara visible de la franquicia en la posición de QB.
Dak ingresaba en el último año de los cuatro de contrato que firmó en 2021 por un total de $160 millones de dólares que contemplaba $126 millones garantizados. Tanto de parte del jugador como de la franquicia, sabían que de no concretar una extensión previo al inicio de la temporada, sería prácticamente imposible acordarse durante la temporada y menos aún, en la agencia libre donde su precio escalaría exponencialmente.
"He has the ability at the line of scrimmage to be the field general that every team is looking for." @TomBrady breaks down @DallasCowboys QB Dak Prescott's impressive performance after signing a 4-year, $240M contract extension. pic.twitter.com/7afm8gx3WB
— FOX Sports: NFL (@NFLonFOX) September 9, 2024
Asimismo, el impacto que este último año de contrato de Dak tenía sobre el espacio salarial de Dallas, obligaba a la franquicia a negociar una extensión para prorratear ese impacto y no solo aliviar las cuentas sino además la posibilidad de tener margen financiero para renovar otros contratos, como por ejemplo el de Micah Parsons, y la de contratar agentes libres más caros
Co-Founder de No Huddle. Editor, redactor y conductor de los distintos productos del medio. Sigue la NFL desde 2012 y la cubre desde 2020. Especialista en Dallas Cowboys.
