Este domingo los Tampa Bay Buccaneers fue el último equipo en asegurar su boleto a los playoffs de la National Football League (NFL), tras una trabajada victoria ante los New Orleans Saints por 27-19 que los dejó con un agrio récord de 10-7 y el título de la división Sur de la conferencia Nacional. Enrachados, cierran la temporada con seis victorias en sus últimos siete juegos, con un broche de oro en la última fecha, alcanzando más de un récord entre los miembros del escuadrón.
El primero en dejar su nombre en los libros históricos de los Bucs fue Baker Mayfield, el mariscal que ha logrado reversionarse tras su llegada a Tampa y volvió a poner sobre la mesa lo aquello que lo llevó a ser el primer pick del draft en 2018. Está floreciendo ante nuestros ojos, y desde la partida de Tom Brady no solo mantuvo la racha sino que la elevó de dos a cuatro títulos divisionales consecutivos; y contando...
No cabe lugar a duda que es imposible reponerse de la pérdida de Tom Brady, que en una aventura de tres años le dió su segundo título a los Bucs. Pero Baker sí que ha sabido mantener el barco de los piratas a flote, y esta campaña con un rendimiento sobresaliente en el que totalizó con un 71.4% de pases completos, 4.500 yardas aéreas, 16 intercepciones y 41 touchdowns, uniéndose así a Brady (40 en 2020 y 43 en 2021) como los únicos mariscales en la historia de la franquicia con más de 40 pases de anotación en una campaña.
Si hay uno que ha estado siempre ahí para la franquicia de Tampa Bay ese es Mike Evans. Elegido con la 7° selección global en el draft de 2014 no ha hecho más que adjudicarse el término constancia relacionado con su juego, luego de la emotiva jornada del domingo en la que llegó a completar cada una de sus once campañas como profesional superando las 1.000 yardas recibidas por aire; récord que iguala la marca conseguida por el legendario receptor Jerry Rice.
El hito de Evans tuvo que esperar al final del duelo ante los Saints, en el que con la victoria en el bolsillo en vez de poner rodilla en tierra, la ofensiva de los Bucs puso el balón bajo el brazo de su mariscal para lanzar el pase que dejó huella. El partido de 89 yardas recibiendo por aire fue suficiente para que Evans cemente su nombre como uno de los mejores receptores abiertos en la última década, y en algunas ocasiones de los menos tenido en consideración.
Tampa cierra la campaña regular con envión más que interesante. Y con la corona de campeón divisional, junto a Houston Texans (10-7) y Los Angeles Rams (10-7) como los del récord menos vistoso, recibirán en su casa a unos jóvenes e inexperimentados Washington Commanders (12-5), que vieron los playoffs por última vez cuando cayeron justamente ante los Bucs campeones de 2020.
Técnico Superior en Periodismo Deportivo cubriendo la NFL; especialista del ajedrez táctico que se juega en el fútbol americano e impaciente por analizar su primer partido al costado de la cancha. En búsqueda de vivir analizando la liga más entretenida del planeta.