En la última semana, la National Football League (NFL) organizó los NFL Honors, el evento en el que la liga premia a los mejores jugadores de la reciente temporada, entre los que se destaca el premio al jugador más valioso que fue para Josh Allen de los Buffalo Bills. Además de entregar el MVP, durante dicha ceremonia se anunciaron las leyendas del deporte que ingresarán en 2025 al Salón de la Fama, ubicado en Canton, Ohio.
Entrar al Salón de la Fama no es cosa fácil, ya que está reservado para lo mejor de lo mejor. Es por esto que los jugadores elegibles a ingresar deben cumplir varios requisitos, el primero siendo que cada jugador debe llevar al menos cinco años retirado del deporte. Sumado a esto, es necesario para ser elegible haber recibido al menos una distinción por parte de la liga, ya sea nominación al Pro Bowl, ser elegido All-Pro o haber recibido algún premio.
El Salón de la Fama cuenta con un comité de 49 personas, que dividen a los jugadores elegibles en dos grupos: el de jugadores de la era moderna y otro que incluye veteranos, entrenadores y contribuyentes. Del primer grupo salieron 15 candidatos, de los cuales siete pasaron a la etapa final y tres quedaron como futuros miembros: Eric Allen, Jared Allen y Antonio Gates. Del segundo grupo salió el último miembro de la clase 2025: Sterling Sharpe.
Allen fue drafteado en 1988 por Philadelphia Eagles y tuvo un impacto inmediato como rookie, logrando en su primer año cinco intercepciones. Al año siguiente fue nombrado All-Pro de primer equipo y logró la primera de sus cinco nominaciones al Pro Bowl en sus siete temporadas en Philadelphia. Su carrera continuó en New Orleans Saints y culminó en Oakland Raiders, franquicia en la que jugó hasta 2001. Allen terminó su trayectoria en la NFL con 54 intercepciones, de las cuales ocho regresó para touchdown, y seis participaciones en el Pro Bowl, además de formar parte del Salón de la Fama de los Eagles.
Tras ser drafteado en 2004 por Kansas City Chiefs y disputar cuatro temporadas allí, su mejor versión llegó cuando pasó a Minnesota Vikings. En sus seis años como miembro de los Vikings, Allen superó los 10 sacks en todas las campañas y logró tres de sus cuatro selecciones al primer equipo All-Pro. En 2011, fue segundo en la votación de jugador defensivo del año tras haber liderado la liga en capturas, con 22. Tras un fugaz paso por Chicago Bears y Carolina Panthers, su carrera terminó en el Super Bowl 50. A lo largo de sus 12 años en la liga, acumuló 136 sacks, estadística en la que fue líder dos veces, cinco participaciones en el Pro Bowl y cuatro safeties, récord histórico de la NFL.
Considerado como uno de los mejores TE de la historia, Gates disputó sus 16 años como jugador profesional en San Diego Chargers luego de ser undrafted. En su segunda campaña con el equipo, Gates fue nombrado primer equipo All-Pro, algo que repetiría en los siguientes dos años. Además, desde 2004 hasta 2011 logró ocho nominaciones al Pro Bowl consecutivas, y entre 2009 y 2010 fue segundo equipo All-Pro. A lo largo de su carrera sumó 11.841 yardas aéreas en 955 recepciones, es el ala cerrada con más touchdowns en la historia de la liga, con 116, y es el líder histórico de los Chargers en recepciones, yardas de recepción y anotaciones.
A diferencia de los mencionados hasta ahora, Sharpe tuvo una carrera corta en la NFL por una lesión en el cuello que no le permitió seguir jugando tras siete temporadas. Aun así, durante su estadía en la liga se consolidó como uno de los mejores receptores jugando para Green Bay Packers. Lideró la NFL en recepciones tres veces, incluyendo en 1992, su mejor año. En aquella campaña, Sharpe se convirtió en uno de los pocos WR en toda la historia en lograr la triple corona, es decir, liderar la liga en recepciones, yardas de recepción y TD. En siete años, Sterling fue All-Pro tres veces y Pro Bowler en cinco ocasiones. Como dato curioso, se unirá a su hermano Shannon Sharpe para convertirse en la primera pareja de hermanos en ingresar al Salón de la Fama.
Fiel seguidor de la NFL desde su entrada al fútbol americano con el Super Bowl LI. Desde 2022 cubre la liga como redactor.