Habiéndose disputado la mayoría de los encuentros de la Semana 9 (queda pendiente el choque de Monday Night entre Jets y Patriots), en No Huddle te traemos aquellos equipos que, para nosotros, fueron los grandes perdedores de esta jornada.
¿Se acuerdan que los Bears habían empezado el año 5-1? El football americano se juega en cuatro cuartos. Si a lo largo de esos cuatro, hay tres en los que no hacés nada en ataque, es muy probable que pierdas. Más aun si te disparás en tu propio pie. Esto mismo le sucedió ayer a Chicago en su visita a Tennessee. Se acordaron de atacar cuando ya era demasiado tarde y, los 17 puntos que convirtieron en el último período, de nada sirvieron para una nueva pésima actuación ofensiva. No solamente pudieron convertir apenas dos de sus quince intentos en terceros downs (con un 13% de efectividad), sino que en dos jugadas consecutivas de cuartos downs fueron para atrás por penalizaciones sobre su línea. Tremendo.
Los Colts se dieron la cabeza contra la pared ayer contra Ravens, no tanto por la derrota en sí, que ante un buen equipo como Baltimore podía llegar, si no más bien por la manera. Es que Indianapolis desperdició una gran primera mitad de su defensiva, que redujo al ataque liderado por el vigente MVP, Lamar Jackson, a solamente 54 yardas y cero puntos anotados. Pero luego la cosa se descarriló, y por dos errores propios: primero, un fumble de Jonathan Taylor que Chuck Clark regresaría para touchdown y luego, una intercepción de Philip Rivers (de muy mala jornada) que en primera instancia no se había cobrado pero que, tras el pedido de challenge de John Harbaugh, los oficiales terminaron dándole a Marcus Peters. Para colmo de males, a los Colts les espera una semana corta ya que el jueves jugarán frente a Titans en un encuentro clave para el devenir de la AFC Sur.
Sí, otra vez los Chargers. Y sí, otra vez en la última jugada. La maldición parece no aflojarle al equipo de Los Angeles, que siguen encontrando formas novedosas de perder. Esta vez, frente a Raiders, tuvieron todas las de ganar luego de ser llevados desde su propia yarda 25 hasta la cuatro del rival por su mariscal rookie Justin Herbert, pero fallaron en la estocada final. El ex Oregon, con apenas un segundo para que finalice el partido, encontraba en la redzone a su TE Donald Parham Jr. pero, revisión mediante, los árbitros dictaminarían que no había tenido el control suficiente para que sea considerada recepción y el touchdown que les daba la victoria se esfumó frente a los ya descreídos ojos de una franquicia muy golpeada.
Nota realizada por la redacción de No Huddle.
