Cerrando la ronda divisional de la AFC, los campeones reinantes, Kansas City Chiefs, derrotaron a Cleveland Browns por 22-17 y jugarán por tercer año consecutivo la final de la Conferencia Americana. La última franquicia en conseguir este logro fue Philadelphia Eagles, que en las temporadas 2002, 2003 y 2004 habían llegado hasta el duelo definitorio de la NFC. Justamente, el head coach de ese equipo era Andy Reid, actual entrenador de los Chiefs.
De todas formas, no todo es alegría en la escuadra del estado de Missouri. Su líder y estrella, Patrick Mahomes, se retiró del campo de juego conmocionado luego de un tackle de Mack Wilson, dejándole su lugar a Chad Henne. Ahora deberán esperar a ver cómo evoluciona para saber si podrá estar el domingo próximo frente al ascendente Buffalo Bills.
Al partido lo podemos dividir en dos mitades: antes de la lesión del quarterback y posterior a la misma. Con el MVP de último Super Bowl, Kansas estaba manejando el trámite tranquilamente. Si bien la diferencia no era abultada, lo tenían controlado o eso parecía. La salida de Mahomes le dio una inyección de adrenalina a unos Browns que lograron acercarse a sólo cinco puntos, pero gracias a la calidad de jugadores estelares como Travis Kelce y Tyreek Hill, sumado al carácter del suplente Henne, los locales pudieron aguantar el resultado.
Con esta derrota, los dirigidos por Kevin Stefanski culminan una fructífera campaña en la que volvieron a los playoffs luego de casi dos décadas y alcanzaron un triunfo histórico contra los Steelers en casa ajena. Posiblemente estarán tristes por la forma en que han caído, pero cuando analicen fríamente el 2020, se darán cuenta de que tienen un excelente porvenir y que, si agregan jugadores importantes en el lado defensivo, podrán estar en postemporada varios años.
Volviendo a los ganadores, debemos decir que si quieren llegar nuevamente a disputar el Super Bowl, además de rezar para que juegue Mahomes, necesitarán mejorar muchísimo la disciplina (cometieron siete penalidades para 55 yardas) y el aspecto defensivo, ya que si no le logran meter presión a Josh Allen, la final por la AFC se les puede hacer muy cuesta arriba.
Y claro que estos dos equipos se conocen bien. En este año, Bills y Chiefs ya se enfrentaron y el ganador fue el sembrado número uno por 26-17, pero la situación era totalmente distinta a la actual. En ese momento, Buffalo todavía estaban intentando saber a qué jugaban y hoy ya son la ofensiva más explosiva de la NFL. Por si fuera poco, su QB, Josh Allen, está jugando en modo MVP.
El párrafo final es para Andy Reid. Sus decisiones en situaciones extremas demuestran por qué es uno de los mejores entrenadores que tiene el fútbol americano. Tener el suficiente coraje como para ir a buscar el partido cuando la situación lo amerita y no esperar a ver qué hara el rival no es para cualquiera.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.
