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La decisión de New York Giants de liberar a Daniel Jones, su quarterback titular durante cinco temporadas y media no solo marcó el fin de una era, sino que también dejó un impacto en sus finanzas. El movimiento, considerado necesario por el equipo, implicó costos económicos sustanciales en el tope salarial de la franquicia.
Liberar a Daniel Jones le costará a los Giants más de 69 millones de dólares en impacto total contra el tope salarial. Aunque su contrato no tenía garantías más allá de esta temporada, la liberación temprana activó un golpe financiero que complicará la flexibilidad del equipo en el futuro cercano.
El contrato de Jones, firmado tras su buena temporada de 2022, era de cuatro años y 160 millones de dólares. A pesar de las expectativas que generó el acuerdo, los resultados no estuvieron a la altura. La combinación de lesiones, bajo rendimiento y el cambio de dirección en la gerencia llevaron a los Giants a tomar esta difícil decisión.
Además, los Giants aún son responsables de 11,83 millones de dólares restantes en su contrato para esta temporada, ya que ningún equipo reclamó a Jones en el proceso de waivers. Esto significa que, aunque los Giants pudieron evitar mayores compromisos financieros, deben absorber una cantidad significativa en pagos sin recibir servicios a cambio.
Jones fue la sexta selección global en el Draft de 2019 y, durante su tiempo con los Giants, mostró chispazos de talento, particularmente en 2022, cuando lideró al equipo a los playoffs. Sin embargo, las inconsistencias en su desempeño y su incapacidad para mantenerse sano a largo plazo limitaron su impacto.
¡Daniel Jones jugará en Vikings!
— No Huddle (@nflnohuddle) November 27, 2024
El QB recientemente cortado por los Giants firmará con el equipo de práctica de Minnesota.#NFLTwitter #Skol pic.twitter.com/wh4A2A9Nd5
En 2024, Jones comenzó la temporada con un registro de 3-13 en sus últimos 16 partidos como titular, lo que erosionó la confianza de los Giants en su capacidad de ser un pilar en el futuro. El equipo también enfrentaba la posibilidad de activar una garantía por lesión de 23 millones de dólares para 2025 si Jones sufría un contratiempo grave mientras seguía en la plantilla.
Para evitar este escenario, los Giants optaron por relegar a Jones al cuarto puesto en el orden de quarterbacks, detrás de Tommy DeVito, Drew Lock y Tim Boyle, lo que finalmente llevó al jugador a solicitar su liberación. Jones ya encontró un nuevo hogar con Minnesota Vikings, donde buscará revitalizar su carrera en un sistema más favorable. Para los Giants, este movimiento cierra un capítulo de promesas incumplidas, pero abre interrogantes sobre el futuro de su dirección técnica y gerencial.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
