La temporada 2024 de la NFL está siendo una montaña rusa para los New York Jets, que, con la llegada de Aaron Rodgers, despertaron grandes expectativas de éxito. Sin embargo, los resultados son desalentadores, y la realidad es que el futuro Hall of Famer está enfrentando un gran problema: su capacidad para proteger el balón.
Con un récord de 3-6 y tras romper una racha de cinco derrotas consecutivas contra los Houston Texans, el desempeño de Rodgers se ha convertido en el centro de las críticas. En lo que va de la temporada, lanzó siete intercepciones, un número alarmante para un mariscal de campo de su calibre. Es importante destacar que ha tenido temporadas anteriores en las que no alcanzó los dígitos dobles en intercepciones, por lo que este desliz parece aún más preocupante. Si continúa con este ritmo, podría terminar la temporada con 15 intercepciones, lo que marcaría un nuevo récord en su carrera.
La cantidad de errores en su juego no solo está frustrando a la afición, sino que fue responsable en varias derrotas dolorosas, como la reciente contra los Minnesota Vikings, donde lanzó tres intercepciones, una de las cuales detuvo un intento de remontada en el último cuarto. En el contexto competitivo de la AFC Este, donde los Jets buscan posicionarse entre los mejores, la situación se vuelve crítica.
Uno de los factores que ha contribuido a esta caída en su rendimiento es la falta de sincronización con sus receptores. Aunque se esperaban grandes cosas tras la llegada de Davante Adams, el reencuentro con un viejo conocido no ha resuelto los problemas de comunicación en el campo. Además, la reciente baja de Allen Lazard, uno de los objetivos preferidos de Rodgers, por una lesión en el pecho, complicará aún más la situación. Lazard es un pilar en la ofensiva de los Jets, acumulando 412 yardas y cinco touchdowns antes de ser colocado en la lista de reservas.
Otro aspecto que se ha notado es la movilidad de Rodgers, que podría verse comprometida debido a su cirugía de tendón de Aquiles en 2023. Esto afecta su capacidad para escapar de la presión y hacer jugadas fuera de la bolsa, lo que fue una de sus principales fortalezas a lo largo de su carrera. La combinación de estos factores ha llevado a una crítica generalizada sobre su rendimiento en el campo, sugiriendo que su juego se asemeja más al de un mariscal de campo en sus años finales que al de un MVP de la liga.
"Just like old times!" pic.twitter.com/BwPV91rTf3
— New York Jets (@nyjets) November 1, 2024
El futuro de Rodgers en los Jets está en entredicho. A pesar de haber expresado su deseo de continuar jugando más allá de esta temporada, la realidad de los resultados podría llevar a una reevaluación de su situación. La dirección del equipo podría optar por un cambio drástico, especialmente si se espera una nueva dirección técnica y gerencial en 2025. En este contexto, la decisión de seguir adelante con un mariscal de campo de 41 años que ha tenido un desempeño irregular podría no ser atractiva para los nuevos líderes del equipo.
Con un equipo que lucha por encontrar su identidad en la AFC, los Jets enfrentan un camino complicado hacia el final de la temporada. Si Rodgers no logra ajustar su juego y mejorar su rendimiento, no solo podría comprometer su legado como uno de los grandes de la NFL, sino también el futuro inmediato del equipo que le apostó todo al talento del veterano mariscal. La presión está sobre él, y el tiempo se está agotando.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.