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Philadelphia Eagles logró construir una de las franquicias más sólidas y competitivas de la NFL en los últimos años. Su éxito no solo se debe al talento en el campo, sino también a una identidad cultural que une al equipo y refuerza su mentalidad ganadora. En el corazón de esta filosofía hay un factor clave: la herencia italiana.
Desde el cuerpo técnico hasta el vestuario, la presencia italiana es una parte fundamental de la estructura de los Eagles. No es casualidad que el equipo haya solicitado más banderas de Italia que cualquier otra franquicia de la liga para el programa de patrimonio cultural de la NFL. La influencia se extiende desde el head coach Nick Sirianni, el coordinador de juego aéreo Kevin Patullo y el director de seguridad Dom DiSandro, hasta el coordinador defensivo Vic Fangio y el asistente de equipos especiales Joe Pannunzio. Juntos, han construido una cultura de familia que se traduce en disciplina, resiliencia y una pasión inquebrantable por ganar.
Nick Sirianni, el arquitecto del equipo, es descendiente de inmigrantes italianos y ha llevado su herencia como un emblema de su liderazgo. Desde que llegó a Philadelphia, instauró una mentalidad basada en la unidad, la intensidad y la lealtad, valores que resuenan profundamente en la cultura italiana.
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DiSandro, más conocido como "Big Dom", es otra figura importante en la identidad del equipo. Más que un jefe de seguridad, es un líder dentro de la organización, alguien que entiende la importancia de la camaradería y el apoyo mutuo en un grupo de alto rendimiento. Su rol trasciende el aspecto operativo y se ha convertido en una figura paternal para muchos jugadores.
Por su parte, Vic Fangio, cuya familia llegó a Estados Unidos desde Castiglione en 1919, es reconocido por su enfoque meticuloso y su intransigencia con la defensa. Su experiencia y conocimiento lo convierten en una pieza vital en la búsqueda del éxito de los Eagles.
El espíritu italiano dentro de los Eagles no se limita a lo que sucede en el emparrillado. Se refleja en las dinámicas diarias del equipo, en las tradiciones que comparten y en los lazos que han formado fuera del campo. La influencia se ve en pequeñas costumbres que refuerzan la identidad del grupo. Durante las celebraciones de victoria, el equipo suele poner Volare de Dean Martin en los altavoces del vestuario, una canción que encarna la esencia de la comunidad italiana y que representa la filosofía de "volar alto".
El staff del equipo también mantiene la tradición de compartir comidas en restaurantes italianos locales, especialmente en lugares emblemáticos como Aroma on 3rd o Angelo’s en South Philadelphia. DiSandro es conocido por organizar cenas en estos espacios, donde jugadores y entrenadores disfrutan de auténticos platos italianos y fortalecen su vínculo como equipo.
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Incluso en los detalles más pequeños, la herencia italiana se hace presente. Patullo ha sido visto luciendo una chaqueta con la frase "Italian Stallion" en la espalda, un homenaje a Rocky, el personaje que encarna el espíritu de lucha de Philadelphia. Fangio, por otro lado, sigue fiel a sus raíces al negarse a compartir su receta familiar de albóndigas, a pesar de los constantes pedidos de sus colegas.
El fútbol americano es un deporte donde la mentalidad lo es todo. La capacidad de sobreponerse a la adversidad, de jugar con pasión y de mantenerse unido como equipo son factores determinantes en la búsqueda de un campeonato. Para los Eagles, la cultura italiana ha sido un pilar en la construcción de esta mentalidad ganadora.
El sentido de familia que caracteriza a la comunidad italiana se traduce en el compromiso del equipo dentro y fuera del campo. Hay una conexión genuina entre jugadores y entrenadores, un lazo que va más allá del deporte y que se basa en el respeto mutuo y el apoyo incondicional.
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Este enfoque no solo fue clave en los éxitos recientes de los Eagles, sino que también permite que el equipo mantenga una identidad sólida en momentos de dificultad. La resiliencia, la disciplina y la pasión, valores profundamente arraigados en la cultura italiana, son los mismos que llevan a Philadelphia a competir año tras año en la élite de la NFL.
La ciudad de Philadelphia tiene una de las comunidades italianas más grandes de Estados Unidos, con barrios enteros donde las tradiciones y la gastronomía italiana siguen vivas. Para muchos fanáticos, ver a los Eagles abrazar esta identidad es un motivo de orgullo. La ciudad y el equipo están conectados de una manera especial, y la herencia italiana es un lazo que une a ambos.
El reconocimiento a esta influencia logró llegar más allá del fútbol. Tanto Sirianni como DiSandro fueron honrados por la National Italian American Foundation por su impacto en la comunidad y su compromiso con los valores de su herencia.
De esta forma, queda claro que los Eagles no son solo un equipo de fútbol americano. Son un reflejo de la identidad de Philadelphia, de su historia y de la diversidad cultural que la define. La presencia italiana en la franquicia moldea su estilo de juego, su filosofía y su conexión con la afición. Más allá de los títulos y los trofeos, lo que hace especial a este equipo es su esencia, una esencia que, sin duda, tiene un marcado sabor italiano.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
