Philadelphia Eagles es el nuevo rey de la National Fotball League (NFL) tras consagrarse campeón ante Kansas City Chiefs en el Super Bowl LIX. El dominio fue total por parte de los representantes de la conferencia nacional, quienes brillaron de principio a fin, y en un acto de venganza absoluto, arruinaron la esperanza de su rival en convertirse el primer equipo en conseguir un tricampeonato en la era moderna.
La historia no se repitió, y dos temporadas más tarde fueron los Eagles quienes pudieron ver el confeti caer de su color y gritar campeón ante los Chiefs en el Superdome de los New Orleans Saints, en Louisiana. Con resultado final de 40-22, un poco maquillado a favor de los derrotados sobre la hora, Philadelphia fue superior en cada faceta del juego y a lo largo de toda la noche no dio oportunidad alguna a su rival de tomar la delantera en el tanteador.
Durante el tercer cuarto, el destino estaba ya escrito con una ventaja de 34-0 mientras que la posibilidad de épica se terminaba de diluir para Patrick Mahomes, Travis Kelce y compañía. Del otro lado, Nick Sirianni y sus dirigidos no hicieron más que sentenciar su caso sometiendo a un rival que se quedó en el intento de reconfirmar su dinastía. Con tres datos clave, vamos a ilustrar que fue lo que hicieron los Eagles para borrar del mapa a Chiefs, y así coronarse como un digno campeón del Super Bowl LIX.
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Sin lugar a dudas, fue la línea defensiva de Philadelphia la encargada de marcar el ritmo del partido. Los cuatro frontales se movieron a placer a lo largo de las trincheras, y sin mandar una sola carga (es decir: un jugador ajeno a la línea defensiva que va a presionar al mariscal) lograron ejercer 16 presiones a lo largo de toda la noche y capturar en 6 ocasiones Patrick Mahomes, que tuvo flashbacks corriendo por su vida como en la derrota del Super Bowl LV ante Tampa Bay Buccaneers.
Una de las tantas ventajas de presionar al mariscal con cuatro jugadores es que los otros siete quedan disponibles para cubrir el campo entre los receptores rivales, y también brindan la posibilidad de frenar el ataque terrestre con mayor facilidad, ya sea con los linebackers inmediatamente llegando a la linea de golpeo para tacklear al corredor o con un espía que limite el daño que el mariscal rival pueda generar con sus piernas. Todo fluyó como Vic Fangio, coordinador defensivo de Philly, lo planificó, dejando las formaciones ligeras (jugaron `nickel´ en 98% y con `lightbox´ en 91% de los snaps defensivos) a lo largo de todo el duelo.
Además, esta táctica complejiza la toma y ejecución de decisiones para Mahomes ya que son más camisetas verdes cubriendo a los jugadores de Chiefs a lo largo de la cancha. Sumado al ratio de presión del 31,8% que ejercieron los Eagles, pudieron forzar pérdidas de balón que favorecieron la posición de campo en la que inició una ofensiva con todos los cables enchufados, y que se manejó en alto voltaje en la noche de Super Bowl. Josh Sweat tuvo 6 tackles, 2 de ellos para pérdida de yardaje, 2,5 capturas, 8 presiones y 3 golpeos al mariscal rival; y Milton Williams 4 tackles, 2 para pérdida, 2 capturas, 1 golpeo al mariscal, además forzó y recuperó un balón suelto.
Uno de los apartados más importantes, y que suele inclinar la balanza en un partido de fútbol americano, está en las entregas de balón. Los Eagles, al igual que todos estos los playoffs (+12), superaron a su rival en este departamento. Jalen Hurts fue el primero en tener una pérdida tras una intercepción de Bryan Cook, y luego todo fue para el equipo de Philadelphia, que se quedó con un diferencial de +2 al conseguir tres entregas en la continuidad del juego.
La primera a su favor fue una intercepción devuelta para touchdown, por parte del joven y cumplañero Cooper DeJean que leyó a la perfección a Patrick Mahomes. Kansas City intentó sobrepoblar el costado derecho, enviando a sus cuatro posibles receptores e incluso con el mariscal rolando hacia ese lado fuera del bosillo de protección, y al forzar un envío a Marquise Brown fue el esquinero quién estaba sentado y listo para quedarse el envío.
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Dos series más tarde, con un tres y fuera entremedio, la defensa de Eagles volvió a generar otra intercepción. Esta vez fue Zack Baun, quién se aprovechó de una de las tantas presiones generadas a Mahomes y, producto de una de ellas, un pequeño desvío corporal en el mariscal fue suficiente para que el linebacker se adueñe del balón. La frutilla del postre estuvo en el último cuarto, cuando los linieros defensivos de Philly atropellaron todo lo que tenían por delante, mientras que Milton Williams generó y recuperó un balón suelto que sentenció el juego y reconfirmó el dominio en las trincheras a lo largo de toda la noche.
La actuación del mariscal había sido brillante durante la derrota en el Super Bowl LVIII, y en esta ocasión se iluminó aún más fuerte para ayudar a los suyos a conseguir la victoria. Para este año, todos pensamos que el factor diferencial por la vía terrestre para los Eagles iba a ser Saquon Barkley, pero terminó siendo Jalen Hurts quién rompió su propio récord (70) como el mariscal que más yardas corrió (72) en la historia de una gran final. También, consiguió una anotación por esta vía con el famoso `Tush-Push´.
La movilidad del estratega fue clave, para conseguir primeros intentos y darle fluidez a un ataque de Philadelphia que poco pudo hacerlo por tierra con su corredor, al menos de la forma en que nos tiene acostumbrados. En lineas generales, a pesar de la mencionada intercepción, el partido de Hurts fue perfecto y no solo por lo que hizo con las piernas, sino que también administró el juego lanzando envíos certeros y dañinos a la defensa rival. La rutina si se cumplió en cuanto los destinos aéreos refiere, con Devonta Smith y AJ Brown como los principales targets, ambos pudieron atrapar un pase para touchdown.
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Una presentación para el recuerdo, de un mariscal que escribió su nombre en los libros de historia y ayudó a Philadelphia Eagles conseguir su segundo Super Bowl. Jalen Hurts se ganó el MVP de las finales por su labor dirigiendo la orquesta, que bailó la salsa al ritmo que Nick Sirianni propuso a sus dirigidos y de esta manera completar una venganza perfecta, para arruinar la esperanza de los Kansas City Chiefs en completar el primer three-peat en la historia moderna de la NFL.
Técnico Superior en Periodismo Deportivo cubriendo la NFL; especialista del ajedrez táctico que se juega en el fútbol americano e impaciente por analizar su primer partido al costado de la cancha. En búsqueda de vivir analizando la liga más entretenida del planeta.