Tras la celebración del Super Bowl, el impacto deportivo y mediático de los playoffs, el desarrollo de la temporada regular durante 17 semanas y los domingos repletos de partidos, llega la conocida (y para nada aburrida) offseason. Por raro que parezca, cuando la NFL no tiene fines de semana con partidos, abundan muchos más temas para analizar y discutir en esta particular parte del año. Además de la agencia libre y el draft, se disfruta del NFL Combine.
Ante la presencia de scouts, entrenadores y periodistas, cada año los mejores prospectos colegiales se reúnen en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis para medirse en distintas pruebas físicas que determinarán su posición el NFL Draft. ¿De qué se trata exactamente este evento? ¿Quiénes participan? En No Huddle te lo contamos.
El también llamado scouting combine es el evento en el que anualmente se reúnen los mejores prospectos colegiales para demostrar las capacidades atléticas que pueden llevarlos a cualquiera de los 32 equipos de la NFL. Durante los días del evento, los jugadores se someten a pruebas de velocidad, reflejos, fuerza y habilidades específicas que condicionarán su selección en el Draft de acuerdo a su rendimiento.
Para edición del 2024, al Combine fueron invitados 321 prospectos que desde el 26 de febrero al 4 de marzo lucharán por conseguir las mejores marcas. Dentro de los juveniles más destacados están los quarterbacks Jayden Daniels de LSU, Bo Nix de Oregon y la posible primera selección global Caleb Williams de USC.
La prueba reina del Combine. Su objetivo es medir la velocidad y aceleración de los jugadores a través de un sprint de 40 yardas. Entre menor sea el tiempo de recorrido, mejor será la marca. Quienes esperan mejores registros en esta prueba son los running backs, wide receivers, cornerbacks e incluso los quarterbacks.
Esta prueba de fuerza busca medir cuántas repeticiones con una barra de 225 libras es capaz de hacer cada jugador. Los linieros ofensivos y defensivos, además de los linebackers, son quienes esperan mejores resultados. Una buena cantidad de repeticiones hará que las posibilidades de selección temprana aumenten, como pasó con Nick Bosa en 2019.
Sin impulso, cada jugador tiene que saltar desde un punto determinado lo más lejos que pueda. Tanto posiciones ofensivas como defensivas aplican para prueba y se preparan para sobresalir en los registros. AJ Brown, receptor de Philadelphia Eagles, dominó en esta prueba.
Esta prueba es similar a la anterior con la diferencia de que no busca medir el recorrido horizontal sino el vertical. Cada jugador tendrá que saltar sin impulso lo más alto posible, dejando en evidencia la fortaleza de piernas. La mayor altitud usualmente se registra en wide receivers y cornerbacks.
Cambiar de dirección mientras se corre a máxima velocidad es una de las aptitudes más importantes de los jugadores de la NFL. Con 3 conos distribuidos en forma de L, los jugadores deberán hacer recorridos específicos en el menor tiempo posible que determinarán qué tan desarrollada tienen esta habilidad.
Si bien las anteriores son pruebas que todas las posiciones realizan, existen mediciones específicas a las que no todos los jugadores aplican. Para los quarterbacks, por ejemplo, se les evalúa el alcance y precisión de los pases mientras los wide receivers ponen a prueba sus reflejos y habilidad para atrapar.
Los resultados del Combine son determinantes para conocer cuáles serán las selecciones de las franquicias en el NFL Draft, no obstante, aunque un buen registro puede catapultar a un jugador y uno malo puede comprometer su selección temprana, estos resultados no necesariamente augurarán una carrera exitosa o discreta. En el 2000, a pesar de cerrar uno de los peores combines de la historia y ser seleccionado en el pick 199 global, Tom Brady se convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia con más de 20 años en la liga.
Comunicador social y periodista con conocimientos académicos en Comunicación para Medios. Relator deportivo y locutor. Colombiano. Periodista y creador de contenido de No Huddle desde 2023.