La salida de Stefon Diggs de los Buffalo Bills hacia los Houston Texans exhibió lo ya de por sí una tumultuosa preseason. Detrás de este movimiento, se esconde un mayor recorte de figuras que supieron ser pioneras y protagonistas en la reconstrucción de esta franquicia. Pero no hay que mal que por bien no venga, y el intercambio de jugador aclara las prioridades del equipo en el próximo Draft. Con diez selecciones, este evento marca un punto crucial de cara a la temporada 2024 de la NFL.
De ídolo a villano, Diggs se despidió como el cuarto mejor receptor de la historia de los Buffalo Bills. Seleccionado All-Pro en su primera temporada, acumuló 455 recepciones, la mayor cantidad para un receptor durante este periodo, 5.375 yardas aéreas y 37 recepciones de TD, la cuarta mayor marca. Sin lugar a dudas, la salida del egresado de Maryland es la baja más sensible para la franquicia, pero no significa que las demás no sean igual de importantes. En otras palabras, el inesperado movimiento fue como la última ráfaga de viento durante una tormenta huracanada.
Junto al receptor, otra marca característica de la franquicia fue dejada de lado este último marzo, la profundidad defensiva. En este aspecto, la defensiva, que supo ser una de las mejores, y un importante soporte a los intercambios de Josh Allen, se ha desprendido de numerosas figuras. Por un lado, la secundaria ha perdido a figuras como las de Tre'Davious White, Micah Hyde y Jordan Poyer, estos dos últimos siendo titulares en la posición de safety. Además, la firma de Dane Jackson con los Carolina Panthers ejerce presión sobre la profundidad y las opciones en la posición de esquinero. Por otro lado, la línea tampoco es una excepción. Caracterizada por la rotación de sus linieros, hoy solamente cuenta con DeShawn Williams como única alternativa. Además, con la salida de Floyd, y la incertidumbre que rodea el futuro de Von Miller, hoy Sean McDermott únicamente cuenta con Gregory Rousseau y AJ Epenesa. Por último, junto a Diggs, Gabriel Davis y Mitch Morse partieron hacia los Jacksonville Jaguars.
Hasta algunas semanas atrás, por primera vez en varias temporadas, la primera selección de los Bills era una incógnita producto de las múltiples necesidades que posee la franquicia. Pero a partir del intercambio del receptor, la principal decisión que debe tomar la misma pareciera haberse aclarado.
Las salidas de Gabriel Davis y Stefon Diggs equivalen a la pérdida del 41% de las recepciones de la ofensiva, 48% de las yardas y 48.6% de las recepciones para anotación durante las últimas dos temporadas. No hay lugar a duda, que las llegadas de Curtis Samuel y Malik Hollins no satisfacen la demanda, y un receptor número uno se ha convertido en la principal necesidad de la franquicia.
La rotación fue una pieza fundamental y distintiva en la defensiva de Buffalo. La misma fue la razón por la cual se pudo presionar con cuatro hombres y cubrir rápidamente la zona profunda del campo. Sin embargo, la salida de Tim Settle y Jordan Phillips, junto a la de Leonard Floyd y un rendimiento incierto de Von Miller, demandan alternativas en esta posición.
A priori, con Mike Williams y Tyler Rapp como dupla de safeties titulares, podría imperar la necesidad de mejorar el cuerpo en pos de los esquineros. No obstante, tras la salida de Dane Jackson, este último cuerpo no cuenta por el momento con una alterativa ante una anomalía. Para los Bills no es una cuestión de cuando, sino de cuanto se invertirá en alguna de estas dos posiciones. Será una señal de confianza hacia Mike Williams o Kair Elam cuanto más tarde se seleccione a su competidor.
Actuario. Analista de Datos. Especialista de Safeties en Guia No Huddle 2023.
