Steelers tuvo una dura competencia ante Dallas Cowboys, lo venció los Super Bowls X y XIII. (Foto: latimes.com)
La historia cuenta que los Steelers firmaron en 1969 su peor temporada de la historia y eso dio paso a una de las dinastías más importantes de la NFL. ¿Cómo sucedió y quiénes fueron los protagonistas de esta maravillosa historia? En No Huddle repasamos las principales dinastías de la NFL y hoy tocó el turno de Pittsburgh Steelers.
El “equipo de la década” obtuvo seis campeonatos divisionales entre 1974 y 1979, gracias a una ofensiva letal liderada por Terry Bradshaw y a una de las unidades defensivas más impactantes de todos los tiempos. Los Steelers se convirtieron en la primera franquicia de la NFL en conquistar cuatro trofeos Vince Lombardi.
Desde la llegada de Dan Rooney a la gerencia general en 1969, la historia de la franquicia cambió radicalmente. Su primera decisión como ejecutivo de Steelers fue la contratación del head coach Chuck Noll, hombre que le dio cuatro títulos de Super Bowl al equipo acerero. Noll fue entrevistado para el cargo tras ser coordinador defensivo de los Baltimore Colts, finalista de la tercera edición de la gran final del football americano.
Previo a su llegada, los Steelers contaban con el peor record histórico de la NFL (156-204-18). El Head Coach sabía el desafío que tenía en frente pero desde el comienzo no dudó en cambiar la mentalidad de la franquicia. “¿Respetable? ¿Quién quiere ser respetable? Eso suena como un completo perdedor”, afirmó en su llegada. Noll era un agudo estratega, evaluador brillante del personal y gran motivador.
En su primer draft, Noll escogió en primera ronda a Joe Greene, tackle defensivo, considerado como el mejor de todos los tiempos. Greene fue el primero de nueve miembros del salón de la fama que reclutó Noll en su carrera. Más adelante, en ese mismo draft del '69, fueron reclutados el tackle izquierdo Jon Kolb y el ala defensiva L.C. Greenwood, jugador que se caracterizó por ser un caza quarterbacks con sus zapatos amarillos.
Los Steelers finalizaron la campaña del '69 con record 1-13, al igual que los Chicago Bears y se hicieron de la primera selección del draft mediante un volado de moneda. El flamante Head Coach seleccionó al quarterback Terry Bradshaw, y así comenzaría una relación que quedaría en la historia grande de Pittburgh.
Un año más tarde, Noll reclutó al corredor Franco Harris y Jack Ham. Aquella temporada, el equipo llegó a Playoffs por primera vez en 38 años y cayó en la final de la AFC ante los Miami Dolphins de Don Shula. Su primer juego de postemporada lo ganó ante Oakland Raiders gracias a la “recepción inmaculada”, reconocida como la mejor jugada de la NFL en sus 100 años de historia.
Frank Harris recibe el balón tras un rebote y anota el touchdown, con el cual Steelers vence a Raiders a falta de 22 segundos. (Imagen: Kiro-TV)
El draft de 1974 marcó un antes y un después en la franquicia con las selecciones de Lynn Swann, Jack Lambert, John Stallworth y Mike Webster. La inclusión de Lambert fue la pieza clave que dio paso al nacimiento de la famosa “cortina de acero”. Pittsburgh eliminó con facilidad a Buffalo y Oakland en Playoffs, y ganó el Super Bowl IX frente a Minnesota, el primero de cuatro en los próximos seis años.
“La cortina de acero” es considerada por muchos como la mejor defensiva de todos los tiempos, principalmente por su duración en el tiempo. Bud Carson fue quien coordinó a esa temible defensiva que revolucionó la NFL. Cuando los Steelers lo promovieron al coordinador defensivo en el '73, empezó a incorporar principios de "Cover-2" a la defensiva, un esquema donde el apoyador central cumple un rol clave, y para llevarlo a cabo necesita dos características obligatorias: tener instintos y poder retrasarse en cobertura. Jack Lambert contaba con la velocidad y la habilidad para cubrir alas cerradas y corredores en el juego aéreo. El linebacker fue elegido el defensivo del año en el '74.
Al año siguiente, los Steelers acumularon 11 triunfos consecutivos y en playoffs se deshicieron de Baltimore Colts (28-10) y Oakland Raiders (16-10). En el Super Bowl X lo esperaba Dallas Cowboys y fue victoria para la franquicia de Chuck Noll por 21 a 17. Era el segundo título consecutivo para la franquicia y la confirmación que los tiempos habían cambiado en la ciudad acerera.
En dicha final, los Cowboys acusaron al “conde” Lambert de jugar sucio y dar golpes con los antebrazos. Inclusive, Roger Staubach, ex mariscal de Dallas, acusó en su libro “Tiempo Suficiente para Ganar" que “los árbitros permitieron a Pittsburgh jugar con excesiva rudeza, sin marcarles castigos, sobre todo a Jack Lambert, que le clavaba las rodilla a los nuestros”. Chuck Noll argumentó por estos tiempos que "Jack no es sucio, es intenso”. Está claro que por esos años se jugaba con otra intensidad y la “cortina de acero” intimidó a todos sus rivales dentro del campo.
Después de dos títulos consecutivos, Pittsburgh pasó por dos años de sequía, sufriendo derrotas contra Raiders en el juego de conferencia y después ante Broncos en la ronda divisional. En 1978, la franquicia de Pennsylvania tuvo una gran temporada regular y finalizó con record 14-2. En playoffs se tomó revancha ante Denver Broncos y luego venció a Houston Oilers en la final de conferencia.
La rivalidad con los Dallas Cowboys fue una contante por esos años. En el Súper Bowl XIII se volvieron a ver las caras y en juego dramático, los Steelers se quedaron con la victoria 35 a 31 gracias a un inspirado Terry Bradshaw. El quarterback completó 17 de 30 pases para 318 yardas y cuatro pases de touchdowns.
La rivalidad entre Bradshaw y Staubach es recordada por ambas definiciones, en los que hubo una diferencia combinada de ocho puntos a favor de los Steelers y cuya defensiva fue factor para evitar que Staubach lograra la remontada en ambos juegos. Los únicos quarterbacks que han comenzado más Súper Bowls que ellos son John Elway y Tom Brady.
Luego de ganar tres campeonatos en un lapso de cinco años, los Steelers estaban a un paso de consolidarse como el mejor equipo de la década. La defensa del campeonato comenzó con una temporada regular de 12 victorias y derrotas ante Eagles, Bengals, Chargers y Oilers. Sin embargo, lo mejor del equipo de Chuck Noll siempre llegaba en playoffs: derrotó a los Dolphins 34 a 14 y luego se tomó revancha de Oilers con una victoria 27 a 13 en la final de conferencia.
Los Rams eran su rival en el Super Bowl XIV, que pese a tener un record 9-7 en temporada regular, eran un equipo muy peligroso. El equipo angelino había derrotado a Dallas Cowboys y Tampa Bay Buccaneers, ambos juegos como visitantes. Pittsburgh llegó como favorito por 10.5 puntos al Rose Bowl, que registró una asistencia de 103.985 aficionados, récord para el Super Bowl. “La cortina de acero” fue nuevamente decisiva para frenar la remontada de Vince Ferragamo y compañía. Una intercepción de Jack Lambert en el último cuarto, le posibilitó a Terry Bradshaw asegurar la victoria 31 a 19. El quarterback fue nombrado nuevamente MVP del juego y se convirtió en el primer mariscal en obtener cuarto anillos.
El Super Bowl XIV puso fin a una de las dinastías más importantes de la liga y también será recordado por los miembros que aportó al Salón de la Fama. Ingresaron el entrenador en jefe Chuck Noll, el quarterback Terry Bradshaw, el linebacker Jack Lambert, el esquinero Mel Blount, el tackle defensivo Joe Greene, el apoyador Jack Ham, el corredor Franco Harris, los receptores abiertos John Stallworth y Lynn Swann, y el centro Mike Webster.
“Cuando Chuck se convirtió en nuestro entrenador trajo consigo un cambio a toda la cultura de la organización. Desde los jugadores a los coaches, al personal de oficina y hasta los chicos que recogen pelotas, nos enseñó a todos qué se requería para ser un ganador”, expresó recientemente Art Rooney, hijo de Dan y actual dueño de la franquicia al referirse al maestro e ideólogo de un equipo que quedará en los corazones de cada fanático acerero.
Mi relación con la NFL comenzó hace 10 años gracias a un juego de Falcons ante Saints que se decidió en overtime a favor de Atlanta. Aquella temporada, Green Bay daba la sorpresa ante Steelers en el Super Bowl XLV. Ese vínculo creció tan rápido que decidí formar parte de la familia de NFL Vavel. Hoy, junto a varios de ellos, decidimos crear No Huddle con la idea de seguir creciendo.