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La actual temporada de Tampa Bay Buccaneers se complicó inesperadamente tras la pérdida de sus dos principales receptores, Mike Evans y Chris Godwin, por lesiones. Estas bajas llegan en un momento bisagra, justo cuando el equipo lucha por mantenerse competitivo en la NFC Sur. Además, la aparición del corredor Bucky Irving en el reporte de lesionados añade más incertidumbre sobre el futuro inmediato de los Bucs.
Mike Evans sufrió una lesión en el tendón de la corva durante el Monday Night Football contra Baltimore Ravens, lo que lo mantendrá fuera hasta después de la semana 11. Hasta su lesión, Evans había sumado 335 yardas en 26 recepciones con seis touchdowns, siendo la principal amenaza en el juego aéreo de Tampa Bay. Su capacidad para generar jugadas grandes y estirar el campo es fundamental para la ofensiva, y su ausencia limitará gravemente el ataque vertical.
Por otro lado, Chris Godwin quedó fuera por el resto de la temporada tras sufrir una dislocación de tobillo. Godwin, quien había acumulado 576 yardas y cinco touchdowns, era clave en las rutas intermedias y en situaciones de tercer down. Su versatilidad para alinearse en el slot y en el exterior lo hacía uno de los jugadores más confiables para Baker Mayfield. Sin él, los Buccaneers pierden un receptor que puede desarmar defensas y generar espacios para el resto de los jugadores.
A las ya importantes pérdidas de Evans y Godwin, se suman las dudas sobre Bucky Irving, el corredor novato que había comenzado a destacar en el juego terrestre de los Buccaneers. Irving apareció en el reporte de lesionados con un problema en el pie, lo que podría limitar aún más la ofensiva de Tampa Bay.
La combinación de estas lesiones deja a los Buccaneers en una situación crítica. Sin Evans y Godwin, el equipo pierde su capacidad de generar jugadas explosivas y mover las cadenas en situaciones clave. Baker Mayfield ahora se enfrenta a la difícil tarea de encontrar química rápidamente con jugadores menos experimentados como Ryan Miller y Dennis Houston para mantener el ataque aéreo a flote.
Por otro lado, la posible baja de Bucky Irving añade presión a un ataque terrestre que ya era inconsistente. Sin un juego de carrera efectivo, la ofensiva corre el riesgo de volverse predecible, lo que facilitará a las defensas rivales ajustar sus esquemas para neutralizar a Tampa Bay.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
