La semana pasada, el quarterback principal de los Miami Dolphins, Tua Tagovailoa ha sido colocado en IR, lo que significa que estará fuera del emparrillado por lo menos durante cuatro semanas, mientras es evaluada su mejora luego de la última concusión ante el partido contra los Bills. Sin embargo, ¿Es necesario seguir sacrificándose por seguir en esta liga?
Seamos sinceros, la liga – y el mismo Tagovailoa – han sido demasiado inconscientes con este tema: solamente en la NFL lleva tres concusiones (y una cuarta sin confirmar) en menos de tres temporadas de las cinco que lleva en el fútbol americano profesional. Sin embargo, nos olvidamos al mencionar en este dato que también lleva otras dos concusiones en el College Football, durante su periodo en Alabama.
¿Cinco golpes en la cabeza ya no son demasiado para un jugador? La verdad es que sí. Además, en una liga donde lo que se busca es que incidentes como los de Tua no se repitan a menudo. Aunque el problema también es él mismo: la última concusión fue generada porque al arrastrarse al momento de acarrear lo hace con la cabeza en vez de lanzarse con las piernas hacia adelante. Ahora está también que, en las últimas dos concusiones, el gesto de los dedos agarrotados significa que existe una hemorragia interna.
¿Entonces Tua debería seguir jugando al fútbol americano? A mi opinión, a menos que quiera generar demencia o algo más grande como una Encefalopatía traumática crónica, tiene aún mucha carrera por delante. El problema es que se ha reportado que Tagovailoa ha decidido no retirarse y buscar completar el tratamiento para volver en la semana 8 al emparrillado. Ahora, ¿esto es seguro?
Hace unos años, decidí tratar este tema en el soccer, ya que se tiene presupuesto que en el fútbol americano se piensa en la gravedad de los golpes en el cráneo desde la investigación del doctor Bennet Omalu, quien investigó la causa del fallecimiento de Mike Webster en 2002 y encontraría una relación con la Encefalopatía traumática crónica (en inglés conocido como CTE). Omalu lideró una lucha que, recién, siete años después, la NFL reconocería esta relación de los golpes con Roger Goodell como Comisionado.
Sin embargo, ¿la liga nunca fue consciente sobre este problema con jugadores antes del 2009? Digamos que no se enteraron hasta la investigación del Doctor Omalu, ¿pero por qué el soccer, un deporte donde los golpes al cráneo son menos comunes ya tenían investigaciones desde la década de los sesenta?
En 1962, un estudio de la Universidad de Bonn, en Alemania, detectó casos de posibles traumas cerebrales debido al uso de la cabeza por parte de los jugadores durante los partidos de fútbol. Uno de los casos más significativos es el de un jugador de 32 años con un caso de aneurisma debido a un golpe en el campo de juego.
Es curioso pensar que, en el soccer, pese a que este tema parece irrelevante, es el que lleva mucha mayor investigación. Cuando entrevisté a la doctora Emma Russell, quien lideró una investigación en la Universidad de Glasgow sobre este tema, me indicó que “ha existido un interés por no querer aceptar que las enfermedades neurodegenerativas en el fútbol”. Sin embargo, con los tres casos de Tua Tagovailoa en la NFL, ¿no hace pensar a uno que esto tampoco se está queriendo aceptar en la liga?
Aquí vamos a otro punto, consideraba necesario explicar un primer factor que se volverá clave en este asunto: la baja preocupación de la NFL, comisionada por Goodell – quien terminó aceptando la relación del CTE con los golpes a la cabeza en 2009 --, en el tema Tagovailoa. La primera concusión de Tua en la NFL ocurrió en 2022, cuando el quarterback salió del campo en la Semana 3, después de ser tackleado y su cabeza rebotó contra el césped. Tagovailoa no podía mantenerse en pie ante los Bills. Sin embargo, un médico dio el alta antes de lo previsto, permitiendo al quarterback volver a aquel partido.
Lo peor vendría 4 días después del primer incidente. Ese jueves por la noche, en el Paycor Stadium, volvió a ser tackleado al punto en el que no se levantó por al menos 12 minutos del campo de juego y tuvo que ser retirado en ambulancia. Las manos se le agarrotaron, lo que también significó que había una hemorragia interna en aquel momento.
De acuerdo al protocolo de concusiones de la Universidad de Michigan, el hecho de haber recibido un golpe en la cabeza y posteriormente no puedas mantenerte en pie, ya significa una concusión, la cual debió ser tratada con más tiempo. La NFLPA, el sindicato de jugadores, despidió al doctor que trató a Tagovailoa en aquel momento por "errores" que permitieron un alta médica temprana. Sin embargo, ya era tarde: para la NFL solo existió una concusión, la ocurrida ante Bengals.
Sin embargo, en la semana 16, Tagovailoa fue nuevamente tackleado y sufrió una concusión en el duelo contra los Packers antes de año nuevo del 2023. Para esta vez, el jugador se perdió los siguientes dos juegos de la temporada mientras evaluaban su progreso. Si nos ponemos puritanos, tal como la NFL se puso aquella temporada, solo ocurrieron dos, aunque en realidad fueron tres. En esa misma temporada, Damar Hamlin sufrió un paro cardiaco en la última semana de la temporada regular. La Liga, días después, afirmó en una conferencia de prensa que "no había un protocolo de cómo actuar aquella noche”.
Alaina Getzenberg, reportera de los Bills para ESPN, reporta que en una nueva conferencia de la NFL, Troy Vincent menciona que "su mayor miedo apareció en ese momento (el incidente de Hamlin)".
— Diego Du Pont (@diegodupontg) January 4, 2023
La Liga menciona que no tiene un protocolo para estos casoshttps://t.co/3lLvJX8Npj
En aquel momento, - y frente a esta crisis de salud y prevención en la NFL del 2022 – Tagovailoa sí se planteaba una posible retirada de la NFL. ¿Qué podría haber cambiado en el jugador? En julio de este año, los Dolphins extendieron su contrato durante 4 años más y por un contrato de alrededor de US$ 212 millones.
Ver el jueves anterior a Tua, de la misma manera que ocurrió ante los Bengals dos años atrás, con tal magnitud de gravedad, debe implicar nuevamente plantearse un futuro en la liga, aunque él no quiera. En total ya lleva cinco concusiones (seis, si contamos el ocurrido con Bills en 2022) en su corta carrera. Cada golpe más, puede llevarlo a serios problemas en el futuro.
Dejarlo cuatro semanas fuera no es una solución ante un problema mucho mayor. La NFL aún mantiene un número alto de concusiones, pese a que considere que se ha reducido: 219 en 2023, en donde el 43% fueron reportados por los mismos jugadores. Esto significa que los médicos de la liga no están reportando los casos a tiempo - o en el peor de los casos - no se dan cuenta de que los jugadores están siendo afectados por este síndrome.
Por otro lado, la NFL se jacta de crear nuevas medidas como el casco extra – como la de los jugadores de rugby – para protegerse de este tipo de lesiones, pero – tal como vemos – estas siguen existiendo. Durante la última semana, muchos exjugadores han levantado su voz para hacer reflexionar a Tagovailoa y que plantee su retiro, pero por lo que vemos, esto parece poco probable.
Periodista deportivo de Perú. Narrador y analista de College Football en Twitch y No Huddle. Sigue la NFL y College Football desde 2005. Especialista en New York Giants y USC.