La perfección de Kansas City Chiefs en la actual temporada llegó a su fin el domingo pasado tras una derrota 24-21 ante Buffalo Bills. Aunque la atención suele recaer en Patrick Mahomes, esta vez las críticas se centraron en Travis Kelce, quien tuvo uno de los partidos más discretos de su carrera, acumulando apenas dos recepciones para ocho yardas.
El desempeño de Kelce sorprendió a propios y extraños, especialmente considerando su nivel en semanas anteriores, donde sumó 32 recepciones, 254 yardas y dos touchdowns en tres partidos consecutivos. Ante los Bills, fue objetivo de Mahomes en solo cuatro ocasiones, y la defensa de Buffalo logró anularlo completamente, utilizando una combinación de doble marcaje y presión en rutas cortas que mantuvo al estelar ala cerrada fuera del juego.
Kelce reconoció la efectividad de la defensa rival, aunque sus declaraciones dejaron entrever un toque de sarcasmo: “Ellos hicieron un gran trabajo, supongo. Espero verlos en los playoffs”. Sus palabras reflejan la frustración de un jugador acostumbrado a dominar pero que esta vez no pudo encontrar su ritmo.
Travis Kelce against good teams pic.twitter.com/DCztH7bpEB
— Julio (@RasheeTouchdown) November 17, 2024
Travis Kelce tonight:
— FanDuel Sportsbook (@FDSportsbook) November 18, 2024
2 rec
8 yards
4 targets
It was the 6th game of his entire career with under 10 receiving yards, and 2nd this season 😬 pic.twitter.com/8wZVkS47Pu
El apagón ofensivo de Kelce coincidió con problemas más amplios en el ataque de los Chiefs, que lucharon para encontrar consistencia en momentos clave. El receptor novato Xavier Worthy, aunque logró anotar un touchdown, desapareció en la segunda mitad, y Mahomes se vio forzado a trabajar con un grupo de receptores que no logró generar separación constante.
El rendimiento de Kelce también pone en evidencia problemas tácticos que Kansas City deberá resolver si aspira a un tercer campeonato consecutivo. La falta de más receptores confiables permite a las defensas concentrarse en anular a Kelce, como lo hizo Buffalo con éxito. Además, el limitado impacto del juego terrestre obliga a Mahomes a depender demasiado de su conexión con el ala cerrada, volviendo predecible el ataque.
Por otro lado, la línea ofensiva de los Chiefs tuvo dificultades para proteger a Mahomes, lo que contribuyó a la desconexión con Kelce. Con solo cuatro objetivos en todo el partido, el mariscal de campo se vio presionado a buscar soluciones rápidas y lanzamientos fuera de ritmo, lo que facilitó la tarea defensiva de los Bills.
De esta manera, la derrota ante Buffalo podría ser una llamada de atención para los Chiefs. Si bien Travis Kelce sigue siendo una pieza fundamental en el esquema ofensivo, es evidente que Kansas City necesita encontrar la manera para no depender de la utilización continua de los mismos jugadores. Con un calendario complicado por delante, el equipo necesita encontrar respuestas para evitar que esta derrota marque un punto de quiebre negativo en su temporada.
El próximo reto de los Chiefs será contra Carolina Panthers, un partido que debería ofrecer una oportunidad para que Kelce y Mahomes retomen el nivel que los ha convertido en una de las combinaciones más letales de la NFL. Sin embargo, la presión está sobre ellos para demostrar que esta caída fue solo un tropiezo y no el inicio de un declive.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.