La reciente llegada de Mike Williams a Pittsburgh Steelers promete reforzar la ofensiva de un equipo que logro mostrar mejoras bajo el liderazgo de Russell Wilson, pero que aún busca estabilidad en su ataque aéreo. La transacción, realizada en el límite de transferencias y que implicó ceder una selección de quinta ronda de 2025 a New York Jets, representa un movimiento en la apuesta de Pittsburgh por avanzar en la postemporada, un territorio esquivo desde 2016. Con Williams en sus filas, los Steelers esperan afinar una ofensiva que pueda competir al máximo nivel en una AFC Norte cada vez más disputada.
Con su gran físico, Williams aporta una presencia distinta en el campo. Es un receptor conocido por su capacidad de ganar recepciones en situaciones de 50/50, un estilo que encaja perfectamente con la habilidad de Wilson para lanzar pases precisos en coberturas cerradas, un recurso que el mariscal de campo domina como pocos en la NFL.
Las estadísticas lo avalan: desde que ingresó a la liga en 2017, Williams lidera la NFL en recepciones en pases en cobertura estrecha, y sus habilidades son particularmente valiosas en la zona roja. Los Steelers buscaban exactamente un perfil como el de Williams: un receptor que pueda ganar esas batallas de alto riesgo y proporcionar un blanco confiable en las 20 yardas finales.
Desde que Wilson llegó a los Steelers, la ofensiva ha mostrado atisbos de solidez, pero también inconsistencias en situaciones críticas. En sus dos primeros partidos bajo su liderazgo, Wilson completó cuatro de 11 pases en coberturas cerradas, logrando 112 yardas y un touchdown. No obstante, el equipo carecía de un receptor grande y confiable que pudiera aprovechar al máximo esas oportunidades. La llegada de Williams podría ser el impulso necesario para equilibrar el ataque, ofreciendo a Wilson un blanco que puede mantener a las defensas rivales en alerta.
A pesar de una breve y discreta etapa con los Jets, donde sumó apenas 166 yardas en nueve partidos, Williams demostró su valor en la NFL durante su tiempo con los Chargers, acumulando dos temporadas de más de 1.000 yardas y liderando la liga en 2019 en yardas por recepción con un promedio de 20,4.
Los Steelers no estaban solos en su interés por Williams. Se rumoraba que su antiguo equipo, Los Angeles Chargers, también estaba evaluando la posibilidad de recuperarlo para cubrir una vacante en su grupo de receptores. No obstante, Pittsburgh se movió rápido y cerró la transacción, poniendo fin a meses de especulación sobre el refuerzo que añadirían a su ofensiva.
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— Pittsburgh Steelers (@steelers) November 8, 2024
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Con esta adquisición, los Steelers refuerzan un equipo que también ha sumado al cazamariscales Preston Smith en su intento de competir en una AFC Norte. Mike Tomlin describió esta serie de movimientos como parte de una estrategia que busca potenciar el rendimiento sin perder de vista la posibilidad de alcanzar el campeonato. “Es un paso prudente si buscas construir un equipo que sea contendiente serio. Queremos que nuestros jugadores puedan capitalizar cada oportunidad”, señaló Tomlin.
Se espera que Mike Williams esté activo en el partido de la semana 10 contra los Washington Commanders, un desafío interesante ya que podría enfrentarse al nuevo refuerzo de los Commanders, el cornerback Marshon Lattimore. Aunque el rol inicial de Williams podría estar limitado debido a su falta de familiaridad con el sistema ofensivo de Pittsburgh, su presencia ya añade una nueva dimensión a la ofensiva y una amenaza en la cobertura, liberando así a otros receptores como George Pickens y Calvin Austin III.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.