La Agencia Libre de la National Football League (NFL) está teniendo en Pittsburgh Steelers un protagonista inesperado. Habitualmente al margen de las principales firmas durante el comienzo del proceso, los de la ciudad del acero han logrado dos contrataciones muy importantes (o al menos se espera que lo hagan).
Estamos hablando de lo reportado durante el período de negociación formal entre agentes, jugadores y franquicias (o tampering legal, para los despistados), donde Pittsburgh ha sido linkeado a un contrato de un año para Russell Wilson (quien tendrá el 99% de su dinero viniendo desde Denver Broncos esta temporada) y un acuerdo de tres campañas con el apoyador Patrick Queen.
Si bien son dos fichajes completamente distintos, tienen la misma acción sobre la franquicia de Pennsylvania: cubren de una manera inmediata una necesidad y casi sin discusiones mejoran lo que había en esa posición. Pero, ¿allí terminan los problemas para los Steelers? ¿O hay más cuestiones a solucionar?
Lo que, a final de cuentas, define el destino de las franquicias que flotan en la nebulosa de la mediocridad, es sus decisiones con la posición más importante del juego: el mariscal de campo. Los Steelers, escudados en algunas lesiones del joven Pickett, dieron el volantazo a tiempo, antes de que el sangrado que se había cobrado el trabajo de Matt Canada continúe haciendo estragos. Y Mason Rudolph fue justamente eso: un guardián para el puesto de varios en la franquicia, quienes escudaron la mediocridad ofensiva de la campaña en un nuevo magro viaje a los Playoffs.
Russell Wilson, con todos los adjetivos negativos con el cual se lo ha relacionado con justa razón, mejora automáticamente el QB Room de los Steelers, y el ambiente parece ser infinitamente más funcional con respecto a lo que hay en Denver Broncos. Todo dependerá, como si eso no fuese un fierro caliente en el cual confiar en tomar, del llamado ofensivo de Arthur Smith y como decidan armar esa ofensiva.
Baltimore Ravens recibió, en Patrick Queen, un linebacker que si bien estaba lejos de ser un producto terminado, tenía un potencial enorme. El egresado de LSU logró acomodarse mucho con la llegada de Roquan Smith a Baltimore, e intentará adueñarse del medio de una defensiva de Pittsburgh que añora un jugador como él hace tiempo.
Queen tendrá tan solo 25 años cuando inicie la temporada regular de la NFL, y si bien parece estar listo por juego para liderar una unidad, el espacio para el crecimiento aún está ahí. La presión que ejerce esa línea ofensiva sin dudas potenciará su juego, y tal vez se convierta, finalmente, en la pieza que desde hace muchos años los Steelers desean para emular a las mejores defensas de su historia.
¡Para nada! El trabajo en una oficina de la NFL jamás está terminado, y a este equipo le faltan aún varias piezas de las consideradas titulares por buscar. La secundaria ha sufrido varios golpes en las últimas campañas, y no ha logrado reponerse de los mismos. Joey Porter Jr. sin dudas es un esquinero, pero casi nadie detrás de él es amigo de la consistencia. Un más en esa posición (¿o tal vez finalmente ver de qué está hecho Cory Trice?) será clave.
Aún se desconoce si Diontae Johnson continuará o no con la franquicia, pero independientemente de eso, los Steelers tienen una necesidad allí por primera vez en mucho tiempo. Más opciones para Wilson será una primordial, además de encontrarle un centro que le dé el ovoide.
Técnico Superior en Periodismo. Cubre la NFL desde 2018. Co-Founder, CEO y Director Periodístico de No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Conduce Mates y Football y es editor principal de la página web.