Al igual que cada evento que se realiza en el marco de la NFL, el Draft es uno de los sucesos con más expectativa y devoción tanto en la prensa como en los aficionados. La llegada de los mejores prospectos universitarios se da en un momento del año de gran importancia para los Head Coaches y General Managers, pues conformar un roster muy competitivo es una de las labores más difíciles a pesar de no haber acción en el emparrillado.
El Draft es una ruleta. Las apuestas por un jugador que deslumbró en su etapa colegial pueden dar frutos (y muy grandes), ser una jugada intrascendente o, en el peor de los casos, representar millonarias pérdidas. Lo de ‘millonario’ es muy importante, porque a partir de los recursos de los que disponen las franquicias de la liga en función que lo que puede (o no) pasar con los jugadores novatos, se desarrolla el objeto de este artículo.
Los motores del primer gran evento del año en la NFL empiezan a calentarse con la presencia de figuras como las de Caleb Williams (USC), Jayden Daniels (LSU) y Drake Maye (Carolina del Norte), prospectos de los que, presumiblemente, se espera que sean las primeras tres selecciones globales. Así entonces, en No Huddle explicaremos cómo funcionan los contratos para los novatos de la NFL.
Antes de 2011, ganar millones de dólares pese a no tener experiencia como jugador de la NFL no era necesariamente una preocupación para los novatos. Matthew Stafford, por ejemplo, pasó de ser un QB prodigio de la Universidad de Georgia a ganar 72 millones de dólares por 6 años cuando los Detroit Lions lo reclutaron en 2009. Aunque la cifra parezca estratosférica (cosa que sí es), pudo responder a una inversión razonable, pues Stafford con Detroit rindió, rompió muchas marcas individuales y su rendimiento le catapultó a ganar un Super Bowl con Los Angeles Rams.
La ecuación falla cuando existen casos como los de JaMarcus Russell, un mariscal de campo destacado de LSU que cuando probó suerte en el profesionalismo, siendo elegido como primero global por los Raiders en 2007, apenas tuvo minutos de juego. Eso sí, gran parte de los 61 millones de su contrato inicial fueron a su bolsillo.
La situación anterior no solamente puso en entredicho la forma en la que las franquicias y la misma liga gestionan sus recursos, también generó malestar en las figuras más veteranas de los equipos, pues no se concebía que quienes ponían en riesgo su cuerpo en el emparrillado durante años devengaran mucho menos que aquellos que acababan de llegar.
Con tantos otros ejemplos que soportan la necesidad de optimizar el dinero ante lo impredecible de las figuras provenientes del Draft, se implementó en 2011 el Rookie Contract. Esta iniciativa buscó regular el dinero dispuesto para los nuevos jugadores a partir de un límite en su contrato, dado que para ingresar a la liga los equipos no pueden ofrecer contratos mayores a 4 años.
El valor de dichos contratos también se limitó. En lugar de ofrecer lo que cada organización dispusiera para el jugador que se esperaba que fuera el próximo Tom Brady, se comenzaron a establecer montos determinados que varían dependiendo el puesto en el que hayan sido reclutados. Entre más temprana la selección, mayor será el monto del salario.
A pesar de que la remuneración para los novatos tiene un límite, no todos ganan lo mismo. Durante sus primeros años de profesionalismo, el salario de los recién reclutados no solo está condicionado por el momento de su selección, también por el tope salarial del equipo al que lleguen. Este tope determina cuánto puede destinar cada franquicia para el salario de sus jugadores, conteniendo dentro de sí otro máximo dirigido exclusivamente a la remuneración de los novatos.
En síntesis, los contratos de los prospectos se ciñen a 4 años de vinculación (con posibilidad de negociación por un quinto) y un límite salarial que se rige bajo el 25% del total del tope de los equipos para este rubro, determinando así un salario mínimo y uno máximo durante su primer acuerdo. Cabe destacar que la primera relación contractual de los jugadores colegiales con el profesionalismo no puede ser renegociada durante los primeros 3 años, por lo que a partir del cuarto pueden buscar una extensión.
Las figuras anteriores, contrarias al método de negociación de jugadores novatos que se implementaba antes del 2011, permiten que las franquicias de la NFL puedan obtener grandes réditos por el rendimiento de sus nuevas fichas sin gastar mucho dinero, y que en caso de que los resultados deportivos no sean los esperados, el dinero invertido no represente grandes pérdidas. El NFL Draft 2024 se desarrollará desde el jueves 25 hasta el sábado 27 de abril en Detroit y todos los detalles del primer gran evento de la NFL en el año lo vivirás a través de las plataformas de No Huddle.
Comunicador social y periodista con conocimientos académicos en Comunicación para Medios. Relator deportivo y locutor. Colombiano. Periodista y creador de contenido de No Huddle desde 2023.