Los Ravens tuvieron una de las ofensivas más entretenidas y determinantes durante la última campaña, y esto se debió en gran parte al poderío terrestre que presento la misma. Tal vez este sea el secreto de porque se va a mantener en un nivel similar durante la próxima temporada.
Se sabía que John Harbaugh iba a tratar de revolucionar el mundo de la National Football League con distintas variantes a la hora de ejecutar su ataque. Su mariscal, Lamar Jackson, era el indicado para lo que tenía en mente el head coach, y la llegada de Mark Ingram, más un cuerpo de alas cerradas con mucho potencial a la hora de bloquear, fueron las piezas complementarias que necesitaba para que todo el andamiaje funcionara a la perfección.
Los números que tuvo esa ofensiva fueron sencillamente ridículos. Estableció un nuevo récord para yardas por tierra de 3.296, fueron los que más yardaje promediaron con 144.1, y también los líderes en puntos por encuentro con 33.2. Simplemente un relojito.
Lamar, en una temporada que lo vio como el segundo MVP unánime de toda la historia, tuvo 1206 yardas por acarreos, pulverizando la cifra máxima que había hecho un QB en la NFL, y liderando a su equipo en este rubro. Ingram, hombre que llegaba de New Orleans, fue su ladero en este ámbito, también superando las mil yardas, y a estos nombres se les suman el de Gus Edwards, quien sin tanto rodaje estuvo por encima de las 700 y además la explosividad de Justice Hill, el menos utilizado de ellos, pero con aportes interesantes.
Según el gerente general, Eric DeCosta, la franquicia desea utilizar a los cuatro corredores durante el 2020.
De la mano de Greg Roman, su coordinador ofensivo, Baltimore demostró que un ataque primordialmente terrestre no tiene que ser aburrida. Fueron explosivos y reestructuraron su sistema durante todo el 2019, y parece tener todo el 2020 para terminar de refinarse y continuar por la senda que los llevo a ser la número uno en toda la liga. Para ello sumó piezas claves, mejoro su línea ofensiva (que ya era buena), y agregó en el draft a otro corredor sumamente capaz como JK Dobbins. El hombre de Ohio State no parecía ser una necesidad para los de Harbaugh, pero sus capacidades, sus estadísticas (en su último año colegial superó las dos mil yardas en 301 acarreos para sumar 21 anotaciones) y su fit con esta escuadra, hacen pensar que, teniendo en cuenta lo que ya estaba en Ravens, muy difícilmente les saquen el título de campeones corredores.
Las posibilidades ciertamente giran en la cabeza de Roman. Lo cierto es que, si hay un hombre que puede probarnos que no todo está inventado, sacar a relucir un amplio repertorio, y hasta, por qué no, ejecutar jugadas con cuatro running backs en el terreno, es él.
Baltimore Ravens es la franquicia apuntada a divertirnos con su ataque, su mariscal y sus mentes maestras. Apostemos nuestro dinero en ellos.
Parte de la cúpula fundadora de No Huddle. Quería usar la palabra cúpula. Uno de los conductores de Desde El Pocket, me van a encontrar también en Primer y Segundo Down. Mato gente en Primera y Diez. Juego para el equipo de redes con el resto de los CM. El football americano me llegó de chico. Mientras todos veían a los Power Rangers (?), yo tenía a ESPN en mis ojos. John Elway fue mi primer héroe y lo vi ganar su último Súper Bowl. Ahora tengo a Lamar Jackson como faro.
