Cuántas veces al analizar si un jugador es merecedor de entrar al salón de la fama de la NFL, nos topamos con obstáculos o argumentos en su contra tales como que no ha ganado un anillo del Super Bowl, no existe nada, ningún número o hito en su carrera que lo destaque por sobre otros jugadores o siempre ha jugado en equipos perdedores.
Desde luego, estos son tan solo algunos de los argumentos que se nos podrían ocurrir, son solo tres y no pretendemos agotarlos por completo. No obstante, son los suficientes como para poder plantear que encontrar motivos por los cuales Roger Timothy Craig aun no está en el salón de la fama, es una tarea muy pero muy difícil.
Realicemos un repaso de su carrera para al menos, encontrar hipótesis válidas que den cuenta de este hecho.
Su paso por San Francisco no pudo haber sido mejor. A la hora de dejar el equipo, Roger Craig lo hizo llevando consigo tres anillos de Super Bowl, por lo que el argumento en contra de que Craig no logró conquistar un título, es el más sencillo de refutar, y uno de los que hacen más difícil entender el motivo de por qué no están su nombre y su busto en Canton. Craig consiguió junto con San Francisco, triunfar en los SB XIX, XXIII y XXIV.
Roger Craig no solamente fue un nombre más en un roster plagado de talento. Él fue parte activa en la conquista y dominio de los 49ers en los años ochenta.
Pero, además de aportar a una ofensiva y a un equipo impresionante, Roger Craig brilló con luz propia. Y es que el Running Back revolucionó la posición.
Hasta la llegada de Craig, el RB se dedicaba casi exclusivamente a acarrear el balón. Roger fue el primer jugador en la historia de la NFL en conseguir acarrear para mil yardas y al mismo tiempo recibir para mil yardas en una misma temporada, un logro que únicamente han logrado repetir nombres tales como Marshall Faulk y Christian McCaffrey hasta el momento.
Es muy difícil medir el impacto que cosas como estas han tenido en el deporte que todos amamos, y como los mismos jugadores han evolucionado al jugarlo.
Y existen personas que no hacen otra cosa que mirar los números, y podrían objetar que acarreando el balón, Craig solamente rebasó la línea de las mil yardas tres de los once años que participó en la liga.
Pero mejor que dejar a su Head Coach en San Francisco quien haga la explicación por nosotros, y es que Bill Walsh mencionó en numerosas oportunidades, que Roger Craig en otra ofensiva, con otro estilo de juego, hubiese acumulado muchas yardas más que las que sumó en San Francisco. Por el contrario, Craig siempre puso al objetivo común, al equipo, por encima que cualquier logro personal.
Cabe la pregunta, si consideramos a un jugador para el salón de la fama que reúne tres anillos, un juego revolucionario para la posición, ¿no es el hecho de que haya resignado prestigio o un logro personal a cambio del éxito del equipo y un objetivo común, un motivo más para considerarlo merecedor de ingresar a Canton?
Finalmente, Roger Craig visitó los playoffs en cada una de las once temporadas en que jugó en la NFL.
Tanto en sus ocho participaciones con los 49ers del 83 al 90, en su única temporada con Los Angeles Raiders en el 91, y en las dos finales con los Vikings de Minnesota, en los años 92 y 93.
Quizá su punto más flojo, sea el hecho de que dejó caer el balón 42 veces a lo largo de temporada regular, un número que puede llamar la atención.
De cualquier forma, todos sus aportes, la manera en que consiguió formar parte activa de equipos ofensivos y equipos ganadores, excede por lejos y deja un balance sumamente positivo al intento de querer siquiera considerar este punto en contra.
El hecho de que Roger Craig no forme parte aún del salón de la fama de la NFL es quizá, una de las injusticias deportivas más grandes de nuestro querido deporte, y así como Bill Walsh le aseguró antes de fallecer que pronto lo iba a acompañar en Canton, es muy probable que más pronto que tarde, el triple campeón con los 49ers pueda observar su nombre y su busto en el lugar que merece: junto a los más grandes que han participado de la National Football League.
Seguidor del deporte de las tackleadas desde 1999, especialista en NFC. Redactor de No Huddle desde 2020.