Las franquicias de la NFL han tenido a lo largo de la historia gran cantidad de jugadores destacados de los pueden sentirse orgullosos, tanto por su rendimiento dentro del campo de juego como su liderazgo fuera de él. En No Huddle les traemos a aquellos que de gran manera han representado los colores de su equipo. Hoy, los cinco mejores de los Minnesota Vikings en la historia.
La franquicia de los Vikings fue fundada en 1960 por Max Winter. Su época dorada fue en la década del 70´ donde llegaron a cuatro Super Bowls, pero lamentablemente para sus fanáticos en ninguna de ellas resultaron victoriosos. Junto a los Bills son las franquicias que más veces llegaron al último juego de la temporada y que nunca se pudieron alzar con el trofeo Vince Lombardi.
Asimismo, fue tan rico ese periodo en cuanto a la calidad de los jugadores, que tres de los cincos mejores atletas de su historia pertenecen a ese momento. Los dos deportistas restantes, han dominado la liga durante mucho tiempo y son justo merecedores de estar en este Top 5.
El producto de la Universidad de Notre Dame fue seleccionado por Minnesota en la primera ronda (décimo quinta global) del draft del año 1966. En esa institución estuvo once campañas, hasta 1977. Luego de ese año se mudó a Chicago para ser miembro de los Bears, donde jugó sus últimas cuatro temporadas hasta que finalmente se retiró.
Durante su estadía en el equipo, los Vikings cimentaron una defensiva cuya premisa principal era presionar y asfixiar al quarterback rival. Junto a los DEs Carl Eller y Jim Marshall y al DT Gary Larsen conformaron la línea defensiva denominada “Purple People Eaters”. Este término hacía referencia a una canción popular de 1958, a la forma de atacar al QB y al color de sus uniformes. Gracias a eso, pudieron obtener sus cuatro títulos de conferencia y llegar a todas sus participaciones en el Super Bowl. En cuanto a su juego, tenía una velocidad y agilidad inusual para la época y la posición. Estas características lo hacían sumamente temible e intimidante para cualquier rival. Con la casaca violeta jugo 218 cotejos consecutivos sin ausencia, obtuvo 109 capturas, anotó tres touchdowns, y recuperó 22 balones sueltos.
Dentro de su palmarés, fue escogido dos veces Jugador Defensivo del Año, en seis ocasiones integró el equipo ideal de la NFL, fue seleccionado en nueve oportunidades para el Pro Bowl y fue miembro del equipo ideal de la década del 70´. Su galardón más importante fue en 1971, cuando se le fue otorgado el premio al Jugador más Valioso de la temporada, convirtiéndose en el primer defensivo en lograrlo.
Además, el oriundo de Canton, Ohio fue el representante de los jugadores para el National Football League Players Association de 1970 a 1974 y de 1976 a 1977. Su número 88 fue retirado por Minnesota. En 1988, su busto fue inmortalizado en el Hall of Fame, que se encuentra justamente en la ciudad que lo vio nacer.
El egresado la Universidad de Georgia fue drafteado por los Vikings en 1961, el mismo año que estos iniciaron su primera temporada en la NFL. Si bien no comenzó como titular en el primer partido de la historia de Minnesota, su ingreso al campo provocó que su equipo logre el primer triunfo oficial. En ese juego consagratorio, anotó cuatro TDs por aire, siendo el primer mariscal novato en lograr esa hazaña. Esta estadística recién fue igualada por Marcus Mariota en 2015.
En ciudad de los lagos, Tarkenton jugó trece temporadas donde sumó más 33.000 yardas aéreas y 239 pases de anotaciones. Estos números siguen siendo récord en la franquicia. Fue el QB de tres de los cuatro Super Bowl de la institución. Tenía una gran movilidad, capacidad para extender las jugadas y poder acarrear el balón en caso de no tener WR disponibles.
Mientras que fue miembro del equipo (también jugó cinco años en los Giants), fue llamado a participar en cinco Pro Bowls. En 1975, lideró toda la liga con 25 anotaciones por aire que además de provocarle estar dentro del equipo ideal de ese año, le generó ser nombrado como MVP de la temporada.
Su número 10 fue retirado por la franquicia, y en 1986 fue inducido a integrar al Salón de la Fama, siendo el primer Viking en lograr semejante proeza.
Que se puede decir del ex jugador de la Universidad de Marshall. Para la mayoría de los analistas del deporte este extraordinario WR es el segundo mejor receptor de toda la historia de la NFL, solo por detrás del mítico Jerry Rice.
Elegido en el draft de 1998, fue un miembro de Minnesota por siete campañas. En esos torneos logró más de 1.000 recepciones 9.316 yardas y 92 TD. En seis de los siete años superó las 1.000 yardas por temporada y en tres ocasiones fue el líder en anotaciones.
Dentro de sus características de juego, podemos que decir que tenía un release de pies muy suave, que ya con un pequeño movimiento le permitía obtener el espacio suficiente para atrapar el balón, podía efectuar cualquier tipo de rutas, manos muy seguras, y una tremenda velocidad que le permitía derrotar a sus defensores fácilmente en las rutas profundas y generar muchas yardas luego de la atrapada.
Fue el Novato Ofensivo del Año, tres veces nombrado al primer equipo All Pro y miembro del equipo ideal de la década del 2000. Su inducción al Hall Of Fame fue en año 2018, en su primer llamado para tener su busto en Cantón, Ohio. Esta premiación es muy recordada por la emoción que tenía Moss al lograr el galardón.
El egresado de la Universidad de Oklahoma parece haber encontrado la fuente de la juventud porque con 36 años y 15 temporadas en la NFL todavía sigue vigente y no hay indicios que vaya a retirarse.
Sus primeras diez campañas fueron con un Minnesota que lo vio brillar con todo su esplendor. Durante su permanencia en Minneapolis, obtuvo 11.747 yardas terrestres y 97 TD. La campaña del 2012 fue su punto máximo. En ese año alcanzo las 2.097 yardas por tierra, su promedio por partido superó las 130 por encuentro y totalizó 12 TDs. Estos números le valieron ser el MVP de la temporada y gracias a su labor, los Vikings llegaron a los playoffs.
Su característica principal es su fortaleza, tenacidad y la capacidad encontrar espacios dentro de las trincheras. Es un corredor “norte-sur” que no le tiene miedo al golpe y que en muchas situaciones va buscar los mismos.
Tiene el record histórico de la NFL al efectuar en un partido 296 yardas por tierra. Fue elegido de manera unánime para ser miembro del equipo ideal de la década 2010, cuatro veces fue parte del equipo ideal y en siete ocasiones fue invitado a participar en el Pro Bowl. No hay ninguna duda que cuando se retire, en su primer llamado, será inducido para integrar el Salón de la Fama.
El oriundo de Winston-Salem fue seleccionado por los Vikings en 1964 y permaneció en el equipo hasta 1978. Uno de los miembros de la línea defensiva denominada “Purple People Eaters”. Un jugador de presencia intimidante. Muchos periodistas de esos años sugieren que Eller hubiera tenido arriba de 130 sacks en caso de estos hubieran sido contabilizados de forma oficial.
En las quince temporadas con los Vikes jugó 209 partidos y fue siete veces All-Pro. En 1971 fue votado como el Jugador Defensivo del Año y además fue miembro del equipo de la década de los 70. Al igual que Alan Page, jugó en los cuatro Super Bowls de la franquicia.
En 2006 ingresó al Hall of Fame, y increíblemente y a pesar de sus laureles, el equipo que integra la NFC Norte no le retiro su casaca.
Menciones honoríficas: Cris Carter (WR), Randall McDaniel (OL), John Randle (DT) y Mick Tingelhoff (C).
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.