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Los Dallas Cowboys aseguraron su ticket a la postemporada en la Semana 15 aun habiendo perdido ante los Buffalo Bills. Actualmente, tienen un récord de 10-5, ocupando el segundo puesto de la NFC Este, detrás de los Philadelphia Eagles (marca de 11-4), con 2 partidos por jugar, el primero en casa ante los Detroit Lions (11-4) y el último de visitante ante Washington Commanders (4-11).
Dak Prescott está teniendo su mejor año en tanto a Passer Rating (fórmula matemática usada para evaluar el desempeño de un quarterback) desde su temporada como novato en 2016, postea un rating de 104.2 con 3.892 yardas por aire y un radio de TD-INT de 30-7. El corredor principal, Tony Pollard, ha contribuido satisfactoriamente su grano de arena con 1.181 yardas totales en el primer año en que el backfield no cuenta con Zeke Elliott. Aunque los mayores factores en el éxito de la ofensiva han sido Jake Ferguson y CeeDee Lamb.
Ferguson, ala cerrada seleccionado en la cuarta ronda del Draft 2022, ha acumulado 659 yardas en 61 atrapadas y rápidamente se ha establecido un top-10 en su posición. Si bien no es el mejor bloqueador, su capacidad para alinearse sobre el Slot es más que aprovechada por el equipo. CeeDee Lamb, el WR estrella de Dallas, está disfrutando del mejor momento de su carrera: ha amasado más de 1.400 yardas en 109 atrapadas en 15 partidos (en 2022 alcanzó las 1.544, por lo que tendrá dos paridos para superar su marca), el efecto que su presencia tiene sobre los rivales es evidente tanto a la hora de pasar como a la de correr y el famoso play-action.
La defensa, por su parte, está teniendo otro espectacular año. Micah Parsons y Demarcus Lawrence continúan atemorizando las líneas ofensivas rivales, mientras que la emergencia de DaRon Bland, opuesto a Stephon Gilmore, ha permitido olvidar la ausencia de Trevon Diggs. En papel, Dallas suena como uno de los candidatos a ganar el Super Bowl, sin embargo, hay una espina en el pie de este equipo cuya profundidad ha crecido creando una nube de inseguridad: su récord fuera de casa.
CeeDee Lamb SZN pic.twitter.com/YNSp4X2Ku8
— No Huddle (@nflnohuddle) December 24, 2023
Hasta ahora, Dallas ha jugado 7 partidos en casa y 8 de visitante. Ha ganado todos sus partidos de local, y de sus partidos como visitante ganó 3 y perdió 5. Si bien esto indicaría una prometedora campaña para muchos, cuando se observa en profundidad los rivales contra los que ha jugado el equipo de Texas sale a la luz una tendencia preocupante.
De los cinco partidos que los Cowboys han perdido, cuatro de ellos han sido ante equipos con récord positivo, es decir, equipos que estarán en la postemporada. Si bien algunos de estos fueron reñidos, la imposibilidad de ganar partidos fuera de casa debería hacer sonar las alarmas de Mike McCarthy. Aún más cuando se destaca que Dallas ha tenido el 4.º calendario más fácil en toda la NFL este 2023, al observar sus victorias se reconoce esto. Solamente han vencido a 3 equipos con récord positivo (2 de ellos aún pueden terminar la temporada con récord negativo): Los Angeles Rams, Seattle Seahawks y Philadelphia Eagles, y todas estas victorias han sido en casa, en el AT&T Stadium.
Es normal que esto sea inquietante para los fanáticos de Cowboys, teniendo en cuenta que los Eagles lideran la división con un partido de ventaja y deben verse las caras ante Cardinals (3-12) y Giants (5-10), resulta bastante probable que Dallas quede relegado al segundo puesto en la NFC Este y reciba el sembrado #5 de cara a los play-offs. Esto que significaría que Cowboys abriría la semana de comodines visitando al campeón de la NFC Sur (seguramente los Buccaneers) y luego, si llegase a ganar, seguramente continuase jugando el resto de la postemporada fuera de casa. Aunque, si lograsen obtener esa victoria, quizás se quitasen la “maldición” que su juego sufre fuera de casa ante equipos con récord positivo.
