Si hay algo que caracteriza al football americano es la cantidad de posiciones y roles distintos que hay entre los jugadores de un equipo. Desde los pases del quarterback hasta los despejes del punter, las franquicias de la NFL deben atender año a año todos estos puestos si quieren mantenerse competitivos, sea mediante la agencia libre o vía Draft.
Una posición muy importante en su ofensiva, no solo porque es el principal encargado del juego terrestre, también es usada como un receptor más, dependiendo la jugada. Y es que el running back ha sufrido mucho daño en su posición, más que nada en su tarea como encargado de las jugadas terrestre y por su valor en los contratos de los jugadores, ya que quienes integran esta posición, hoy por hoy buscan contratos con mucho dinero garantizado, dado el desgaste físico que proporciona el jugar de corredor y que no garantiza que vayan a estar en su mejor nivel muchos años. Es, actualmente, una de las posiciones donde el mejor rendimiento de un jugador en ella, se merma mucho más rápido que en cualquier otra.
Y es que muchos años atrás, tanto el running back como el fullback, eran posiciones que se buscaban con mucha frecuencia en los anteriores Drafts, dado el tipo de juego que se solía destacar en cada década de la liga. Al día de hoy, con una liga mucho más enfocada en el pase y con las franquicias encontrando resultados en corredores baratos —véase Isiah Pacheco de Kansas City Chiefs—, el running back sigue siendo el principal candidato a ofrecer un cambio de dirección en las ofensivas, ya sea por acarreos, por protección o funcionando como un receptor más en los esquemas de todos los equipos. La versatilidad de esta posición tiene y está garantizada.
Lot's of big @isiah_pachecoRB plays to celebrate today 🎉 pic.twitter.com/tZZfIsG5LL
— Kansas City Chiefs (@Chiefs) March 2, 2024
A pesar de que la posición sugiere que solamente reciben los acarreos en jugadas terrestres, los running back han ido evolucionando cada vez más, al punto de volverse receptores en la mayoría de jugadas o incluso como un protector más para el mariscal del equipo. Y es que, dado este cambio en la forma de juego en la NFL, provocó que los corredores también deberían evolucionar en sus cualidades y habilidades dentro de la cancha, pero que también estuviera dispuesto a funcionar como un liniero ofensivo más (parecido a lo que se espera de un tight end). El corredor debe de marcar la diferencia, tanto por tierra, como por aire.
Cuando hablamos de corredores puros, se nos viene a la cabeza jugadores como Derrick Henry o Saquon Barkley, capaces de atravesar a cualquier defensa que se les ponga en el medio. Y no necesariamente se trata todo de fuerza, ya que corredores del calibre de Josh Jacobs o Jahmyr Gibbs hacen uso de su velocidad para sacarse de encima cualquier presión defensiva que recaiga sobre ellos. Y algunos destacan como receptores, incluso mejores que los propios receptores puros, teniendo como referentes en este aspecto a Alvin Kamara o Austin Ekeler. Al día de hoy, un receptor destacado por sobre el resto y dispone de todas estas cualidades anteriormente mencionadas: Christian McCaffrey, running back de San Francisco 49ers.
Y un pequeño párrafo al fullback, un corredor que está más designado a labores de protección del mariscal bajo centro o como señuelo en alguna jugada especifica que disponga del uso de este tipo de jugador. Aunque hoy por hoy se denota un mayor uso de dos corredores en las jugadas Pro Set o en una Formación I, la mayoría de las franquicias siempre tienen a disposición un jugador de este tipo, en caso de usarlo en jugadas designadas para la zona roja. El más reconocido es Kyle Juszczyk, fullback de San Francisco 49ers.
Periodista deportivo. Cubre la NFL desde 2018, college football desde 2020 y ELF desde 2021. Corresponsal de New York Giants y Detroit Lions desde 2019. Redactor, analista y comentarista de No Huddle desde 2022. Conduce Fernet con Football. Especialista en marketing y ofensiva West Coast.
