La historia de Korey Stringer, la muerte que cambió para siempre la pretemporada de la NFL

22 de Junio de 2024
Korey Stringer, tackle ofensivo de los Vikings // Foto: JUDY GRIESEDIECK/Star Tribune via Getty Images.

Las tragedias, aunque terribles por naturaleza, muchas veces son inevitables. Sin embargo, la humanidad está evolutivamente predispuesta a encontrar el lado positivo en ellas. Las tragedias captan nuestra atención, agudizan nuestra conciencia y reflexión, y pueden brindarnos, si se lo permitimos, un sentido de dirección que genere un "bien" a nivel individual o colectivo.

En el ámbito deportivo, el "bien" que puede surgir de una tragedia suele manifestarse en cambios de valores o prácticas que incrementan la seguridad de los jugadores, los aficionados y otras personas involucradas en el juego; en síntesis, en una evolución del deporte. En este sentido, el colapso de un estadio puede llevar a nuevos estándares de construcción, una pelea entre aficionados puede resultar en una mayor seguridad en los partidos, y las lesiones deportivas pueden aumentar el nivel de cuidado de los jugadores.

La NFL no escapa a esta lógica, y la horrible tragedia que vamos a relatar en este caso derivó en un cambio y una evolución en el desarrollo de este hermoso pero peligroso deporte. Hace más de veinte años, el mundo del fútbol americano se sacudió con la trágica muerte de Korey Stringer, el talentoso tackle ofensivo de los Minnesota Vikings, y su fallecimiento provocó cambios drásticos en los protocolos de entrenamiento y seguridad de la liga.

Tragedia en el training camp

El 1 de agosto de 2001, Korey Stringer, de 27 años, sucumbió a un golpe de calor por esfuerzo durante una sofocante práctica en el training camp de los Minnesota Vikings en el predio de la Universidad Estatal de Minnesota en Mankato, Minnesota. A diferencia de otras causas de muerte más comunes en el football americano, como ataques cardíacos o lesiones graves, Stringer murió debido a una condición tratable y prevenible que, en ese momento, no se tomaba muy en serio: un golpe de calor debido a gran esfuerzo físico.

En los días previos a la muerte de Stringer, el clima había sido sofocante, especialmente en Minnesota. Stringer, quien en años anteriores había tenido dificultades para aclimatarse en los primeros días del campamento, vomitó tres veces durante la práctica de apertura el 30 de julio. Antes de finalizar la práctica, tuvo que retirarse en un carrito e ingreso a un remolque con aire acondicionado a las afueras del predio, junto a los entrenadores atléticos.

A la mañana siguiente, una fotografía de tackle ofensivo vomitando apareció en el medio gráfico Star Tribune (de Minneapolis). Stringer, al ver esas imágenes, les dijo a sus compañeros que estaba enojado y muy avergonzado, lo que condujo a una narrativa de que el jugador luego de abochornarse ignoraría las señales de advertencia del golpe de calor para terminar su última práctica sin retirarse antes.

Durante el trabajo posterior a la práctica, Stringer ya notablemente exhausto, resbaló mientras golpeaba una bolsa de bloqueo para luego caer de espaldas con los brazos sobre la cabeza. Su compañero de equipo Matt Birk fue uno de los varios que pidieron ayuda médica, y un entrenador atlético recién contratado llevó a Stringer al mismo remolque con aire acondicionado que había visitado el día anterior.

Foto tomada de Korey Stringer durante la práctica del campamento de entrenamiento el 30 de julio de 2001 // Foto: Minneapolis Star Tribune, Carlos Gonzalez.

El golpe de calor por esfuerzo era bien conocido por los médicos militares, quienes lo trataban regularmente en tropas que trabajaban en climas desérticos. Sin embargo, las técnicas de diagnóstico e intervención no habían llegado todavía a la NFL. El ex comisionado Paul Tagliabue, quien se retiró en 2006, ahora admite que ni la liga ni los Vikings estaban preparados para lo que sucedió después.

Llegado al remolque, Stringer no fue tratado por golpe de calor por esfuerzo por ninguno de los entrenadores atléticos del lugar, según documentos judiciales generados a partir de una serie de demandas civiles realizadas después del hecho. Según estos documentos, pasó 50 minutos en el remolque, aparentemente descansando al principio, pero luego no daba respuesta. Fue transportado en ambulancia a un hospital local, donde los médicos encontraron que su temperatura interna era de 42,6 grados. Stringer falleció por fallo orgánico múltiple, unas 13 horas después, a la 1:50 a.m. hora local del 1 de agosto, dejando atrás a una extensa familia, además de a su esposa Kelci y su hijo, Kodie, quien tenía 3 años en ese momento.

¿Qué es el golpe de calor por esfuerzo?

El golpe de calor (fiebre térmica, acaloramiento, termoplegía) es la hipertermia que se acompaña de una respuesta inflamatoria sistémica que produce disfunción multiorgánica y, puede provocar la muerte. Los síntomas incluyen temperatura interna mayor 40° C y alteración del estado mental; la sudoración puede estar ausente o presente. El diagnóstico es clínico. El tratamiento incluye un enfriamiento externo rápido, reposición de líquidos y el apoyo necesario por las insuficiencias orgánicas.

El golpe de calor por esfuerzo ocurre de manera súbita y afecta a personas sanas activas (p. ej., atletas, reclutas militares, trabajadores de fábricas). Es una causa común de muerte en atletas jóvenes. Un ejercicio intenso en un entorno cálido produce una carga térmica masiva y súbita que el cuerpo no puede modular.

Cambios en la NFL y más allá

La muerte de Korey Stringer fue un catalizador para una revisión profunda de las prácticas de entrenamiento en todos los niveles del football americano. Su viuda, Kelci Stringer, señaló que esta tragedia dio permiso a los programas deportivos para usar el sentido común en temas de acondicionamiento e hidratación. Antes de la tragedia, la mentalidad predominante en el deporte era la de "sudar en el entrenamiento para no sangrar en la batalla". Sin embargo, la muerte de Stringer demostró que esta filosofía podía ser peligrosa y potencialmente mortal.

La creación del Instituto Korey Stringer (KSI) en 2010 ha realizado un gran trabajo en la promoción de la seguridad deportiva, reduciendo las muertes por golpe de calor en un 51% en la última década. El instituto, una colaboración entre Kelci Stringer, el agente Jimmy Gould, la NFL, la Universidad de Connecticut y Gatorade, se ha dedicado a la investigación y la educación sobre la prevención del golpe de calor y otras emergencias médicas relacionadas con el football americano.

Desde la tragedia, la NFL implementó protocolos estrictos para prevenir el golpe de calor, que incluyen la medición de la temperatura y la inmersión en agua fría inmediata para aquellos con temperaturas corporales superiores a 40 grados Celsius. Según los expertos, hay una tasa de supervivencia del 100% al golpe de calor si se reduce la temperatura corporal por debajo de 40 grados dentro de los 30 minutos posteriores al inicio de los síntomas.

Además, la NFL mejoró la formación de su personal médico y adoptó tecnologías avanzadas para monitorear la hidratación y temperatura de los jugadores. Los equipos ahora emplean balanzas especiales que calculan la pérdida de peso durante la práctica y prescriben un plan de consumo para rehidratarse. Incluso, algunos equipos utilizan sensores de temperatura corporal que se ingieren y transmiten datos en tiempo real al personal médico.

Los cambios no se limitaron a la NFL. A nivel de secundaria y universidades, 38 estados adoptaron nuevas leyes o directrices para implementar protocolos de seguridad. Según Douglas Casa, CEO del KSI, alrededor del 75% de las escuelas secundarias en Estados Unidos ahora tienen bañeras de inmersión en agua fría disponibles para tratar enfermedades por calor.

El legado y recuerdo de Korey Stringer

El legado de Korey Stringer vive no solo en los cambios de seguridad que ayudó a instaurar, sino también en las memorias y el impacto que dejó en quienes lo conocieron. Su hijo, Kodie, continúa honrando la memoria de su padre, llevando un colgante de los Minnesota Vikings que le regaló su abuelo, símbolo de la influencia duradera de Stringer en su familia y en el football americano.

Matt Birk, quien fue compañero de equipo de Stringer en los Minnesota Vikings, reflexionó sobre cómo la muerte de su amigo cambió su perspectiva sobre el entrenamiento y la seguridad. "Hubo un cambio inmediato en la cultura", dijo Birk. "La gente comenzó a hablar sobre el golpe de calor y a tomarlo en serio. Antes de eso, ni siquiera se mencionaba."

Robert Smith, otro excompañero de equipo de Korey Stringer, recordó cómo nunca había oído hablar del golpe de calor durante su carrera hasta que Stringer murió. "Después de la muerte de Korey, la gente comenzó a hablar sobre cuán frecuente era realmente. Fue un verdadero despertar."

Kelci Stringer, por su parte, encontró consuelo en ver el impacto del KSI. Después de vivir en Panamá durante tres años, regresó a los Estados Unidos con su hija y ahora reside en Charlotte, Carolina del Norte. "Tuve que decidir si iba a ser la viuda de Korey Stringer o si iba a ser Kelci Stringer", dijo. "Ahora puedo decir que soy ambas, pero necesitaba distanciarme para ver el panorama completo."

Acto en honor a Korey Stringer // Foto: Getty Images.

La muerte de Korey Stringer marcó un antes y un después en la NFL, subrayando la importancia de la seguridad y la preparación adecuada para prevenir tragedias evitables. Gracias a su legado y al trabajo del Instituto Korey Stringer, el football americano es un deporte más seguro para todos sus participantes.

La memoria de Stringer vive en los cambios que ayudó a implementar y en las vidas que salvaron despues de su trágico final. Al recordar a Korey Stringer, también celebramos los avances en la seguridad deportiva y el compromiso continuo de proteger a los atletas de todos los niveles.


Lautaro Bermudez

Lautaro Bermudez

Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.