El arranque de la temporada 2024 para Dallas Cowboys puso en el centro de la escena a Dak Prescott, quien tras firmar un contrato de $60 millones de dólares, se convirtió en el jugador mejor pagado en la historia de la NFL. Pero, aunque las expectativas eran elevadas, los primeros dos partidos dejaron más preguntas que respuestas sobre si Prescott está a la altura de ese salario récord.
No es ningún secreto que para un equipo que aspira al Super Bowl, la exigencia es máxima. Prescott llegó a la temporada con la presión de llevar a los Cowboys a lo más alto, pero sus actuaciones iniciales fueron, por decirlo suavemente, irregulares. La gran pregunta ahora es si puede sobreponerse y cumplir con lo que se espera de él o si este contrato se convertirá en un peso que no podrá levantar.
No obstante, el momento de demostrarlo está a la vuelta de la esquina. En la Semana 3, los Cowboys se enfrentarán a los Baltimore Ravens, liderados por Lamar Jackson y necesitados de una victoria. Con una defensa agresiva y física, serán una verdadera prueba de fuego para el mariscal de campo de Dallas.
Los números de Prescott en los primeros dos partidos no son los que se esperan de un quarterback de $60 millones de dólares. En la primera semana, sumó 179 yardas y un touchdown en una victoria cómoda. Sin embargo, su desempeño fue discreto, situándose como el 18º mejor de la liga esa semana. Esto, para muchos, fue solo un inicio, con la promesa de que su nivel iría en ascenso.
Pero el segundo encuentro contó una historia muy diferente. Aunque mejoró sus estadísticas con 293 yardas, sus dos intercepciones y la falta de precisión en momentos clave resultaron en una derrota abrumadora frente a New Orleans Saints, rompiendo la racha de 16 victorias consecutivas de los Cowboys como locales. Los errores de Prescott, sumados a una línea ofensiva que no pudo brindarle la protección adecuada, dejaron en evidencia los puntos débiles del equipo.
Más allá de los fríos números, la sensación es que Prescott aún no logra justificar su contrato. Los fans de los Cowboys, que esperan que su quarterback sea capaz de llevar al equipo a lo más alto, empiezan a preguntarse si los $60 millones de dólares son una cifra que refleja más promesas incumplidas que rendimiento en el campo.
😱🏈¡Otra intercepción de Prescott para la paliza de los #Saints sobre los #DallasCowboys !#NFL pic.twitter.com/JiVaxVCoZx
— No Huddle (@nflnohuddle) September 15, 2024
El próximo desafío para Dak no será sencillo. Si bien Baltimore Ravens llega con un récord de 0-2, su defensa no debe subestimarse. Encabezados por Kyle Van Noy y Odafe Oweh, los Ravens han generado presión constante sobre los mariscales rivales, acumulando 4,5 capturas en los primeros dos partidos. De esta manera, Prescott deberá lidiar con una defensa que, aunque ha sido vulnerable por aire, es implacable cuando se trata de ponerle las cosas difíciles a los mariscales.
Para los Cowboys, el gran desafío será encontrar un equilibrio en su ofensiva. Hasta ahora, el juego terrestre fue prácticamente inexistente, con menos de 40 yardas en cada uno de los dos primeros encuentros. Sin un ataque terrestre eficiente, Prescott tendrá que asumir aún más responsabilidades, lo que aumenta la probabilidad de errores ante una defensa que sabe cómo presionar.
De igual manera, no todo está en contra de Dak. La defensa por pase de Baltimore ha sido una de las peores de la liga, situándose en el puesto 26º según PFF. Esto abre una ventana de oportunidad para que Prescott y su principal objetivo, CeeDee Lamb, exploten esas debilidades y encuentren conexiones clave en el juego aéreo. La clave será que Prescott mantenga la calma bajo presión y evite las intercepciones que lo han atormentado hasta ahora.
Así, el próximo encuentro contra los Ravens no será solo un partido más para experimentado mariscal de Dallas, sino una verdadera prueba de si está listo para liderar a los Cowboys en una temporada de altísima exigencia. Si logra superar las adversidades, las críticas se disiparán y su contrato podría comenzar a verse como una inversión acertada. Pero si vuelve a caer en errores y falta de precisión, las dudas sobre su capacidad para estar a la altura de los $60 millones seguirán creciendo. El peso de la historia de los Cowboys y de su contrato están sobre los hombros de Prescott. Ahora, le toca demostrar que puede cargar con ambos.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
