El cierre de temporada para Los Angeles Rams, con una ajustada caída por 28 a 22 frente a los Philadelphia Eagles en la ronda divisional de la NFC, abrió un compás de espera de cara a lo que se viene. Y lo que se viene, justamente, tiene que ver con el futuro de una de sus principales cartas ganadoras: su QB titular, Matthew Stafford.
Con 36 años -y dos temporadas aún restantes en su contrato-, el veterano mariscal de campo habló una vez consumada la derrota en los Playoffs y dejó en claro que se tomará “un tiempo” para pensar en cómo transitar sus últimos años de carrera en la NFL.
“Me encanta estar en esos momentos y competir con todas mis fuerzas. Hoy no salió como quería, pero la próxima vez que esté ahí lo voy a hacer de nuevo”, aseguró Stafford, a quien el físico ya le está pasando factura: sin ir más lejos, el pasado domingo sintió los coletazos de una lesión en las costillas que, según el propio QB, viene de arrastre “desde hace algún tiempo”.
Lo cierto es que, si bien serán tiempos de análisis y mucha reflexión en Los Ángeles, todavía suena prematuro sacar algún tipo de conclusión al respecto. En lo que refiere al HC de los Rams, Sean McVay, la mesura parece ser clave a la hora de tomar cualquier tipo de decisión, ya que se retiró de la conferencia de prensa post-partido evitando hacer comentarios sobre el año que viene.
Así y todo, en la franquicia angelina todavía se muestran esperanzados con la idea de que el ganador del Super Bowl LVI siga pisando el césped del SoFi Stadium, sobre todo por la gran influencia que tiene dentro del vestuario, algo que no es poca cosa en una era en donde los cañones de los equipos apuestan a la juventud por encima de la experiencia.
“Todos creemos en él. Es una gran sensación salir al campo y saber que tu mariscal de campo está dispuesto a darlo todo y es capaz de hacer jugadas en cualquier momento”, dijo el WR Puka Nacua, uno de los grandes aliados que tuvo Stafford en materia ofensiva en los últimos tiempos.
Aunque suene a lugar común, si hay algo que distingue a Matthew Stafford por encima del resto de los QBs de la NFL es su capacidad de resiliencia. La decisión de abandonar a los Detroit Lions para ir a Los Angeles asomaba como una movida un tanto arriesgada en su momento, pero las estadísticas hablan por sí solas y certifican que la elección fue más que correcta para el oriundo de Tampa.
Sin hacer un resumen de lo que fue toda su estadía en los Rams, alcanza con ver los números de esta última temporada: Stafford cerró el año con un porcentaje del 65,8% de pases completos y 20 touchdowns, haciendo gala de la regularidad que mostró en los últimos años al comando del ataque del OC Mike LaFleur.
De hecho, el ex QB de la Universidad de Georgia se mantuvo en eje en el último partido de la temporada contra los Eagles, en donde consiguió completar 26 de 44 pases, sumó dos anotaciones por aire y no sufrió ninguna intercepción. Como si fuera poco, en la (¿inconclusa?) línea de tiempo de Stafford todavía queda espacio para igualar récords históricos como el de Kurt Warner, quien ocupaba un lugar de privilegio en la franquicia como el quarterback con mayor cantidad de pases de touchdown en la historia de la franquicia. Nada mal para un veterano que supo reinventarse a tiempo.
Periodista y CM en prensa gráfica y radio. Cubre la NFL en No Huddle desde el 2021 y es parte de los equipos de redacción y Redes Sociales.