Entramos en el mes de abril y se acerca una de las fechas clave en el calendario de la NFL: el draft. En No Huddle vamos a analizar las necesidades primarias que tendrán cada una de las franquicias de cara al jueves 29. En este caso, Arizona Cardinals.
Luego de una temporada que comenzó con muchas ilusiones y terminó decepcionando a los fanáticos, los Cardinals buscan meterse a playoffs y ser contendientes de manera inmediata. Tanto es así que el GM Steve Keim salió de cacería en la agencia libre y consiguió tres jugadores (y un cuarto vía trade) que ayudarán al equipo a corto plazo.
J.J. Watt, A.J. Green y Malcolm Butler son piezas de mucho renombre que no tienen el mismo impacto que hace un par de años, pero que siguen siendo valiosos, por lo menos para el 2021. Además, el trade por el centro de los Raiders, Rodney Hudson, uno de los mejores de la liga, cubre la necesidad del interior de la línea ofensiva, donde tenían grandes problemas.
Ahora, la franquicia buscará terminar de cubrir las necesidades vía draft y clasificar a la postemporada, o el trabajo de Kliff Kingsbury en Arizona podría peligrar.
A pesar de haber firmado al mencionado Butler, todavía carecen de un verdadero CB1 que pueda cubrir a los receptores más dominantes de los otros equipos. Byron Murphy es joven y demostró que como segundo esquinero puede ser valioso. Adherir uno o dos jóvenes al cuerpo es importante para la profundidad y para seguir en la búsqueda de ese jugador dominante.
Para ello, en primera ronda pueden apuntar a alguien muy preparado como Patrick Surtain II, de Alabama, o Jaycee Horn, de South Carolina, aunque no se sabe si alguno de estos caerá hasta el #16. En ese caso, sería mejor encontrar un CB en segunda ronda, donde los nombres abundan: allí, Eric Stokes de Georgia es interesante debido a su perfil atlético.
Durante sus primeros dos años, los TE de Kyler Murray fueron mediocres, y para un QB de su estatura, una referencia segura de un gran tamaño en el medio de la cancha es esencial.
Es un conocimiento común entre los seguidores del draft que luego de Kyle Pitts, el TE1 de la clase, la calidad baja mucho. Pero aún así, jugadores como Pat Feiermuth de Penn State, Brevin Jordan de Miami o Hunter Long, de Boston College, puede estar disponibles de la ronda dos en adelante. Cualquiera de estos supondría una amenaza aérea más grande que Maxx Williams, el TE de Arizona que se destacada a la hora de boquear, pero carece de talento como receptor.
Pat Freiermuth is a bully💪pic.twitter.com/KNaxWERSHf
— PFF Draft (@PFF_College) June 22, 2020
La posición de corredor nunca debería ser una de tus principales necesidades en una liga en la que, cada día que pasa, ese puesto en la cancha tiene menor valor. Pero en el sistema de Kingsbury, los RBs cumplen un rol clave y utiliza al menos dos con mucha frecuencia. Con la salida de Kenyan Drake, Chase Edmonds quedó como el único jugador confiable en esa posición.
El draft es el lugar ideal para encontrarlos: piernas frescas y contratos accesibles por varios años es una combinación muy buena como para dejar pasar. Tomar uno a mitad de la primera ronda sería imperdonable, pero a partir de la segunda y hasta la cuarta, hay running backs que podrían ser excelentes.
Los dos de North Carolina son estupendos corredores de poder que complementan a la perfección las cualidades de receptor que tiene Edmonds. Javonte Williams es el que se irá primero y quien incluso podrá competir por el puesto de RB1. El otro Tar Heel, Michael Carter, es una opción de mucho valor en rondas posteriores.
El equipo del desierto tiene mucho material para construir una temporada larga y fructífera, pero también la presión de haberse movido de manera agresiva y así acortar los plazos de construcción. Elegir bien en el draft será fundamental para la franquicia, el head coach y sus planes inmediatos.
Técnico superior en Periodismo con especialización en Deportes. Editor de la página y especialista en generación de contenidos SEO en No Huddle. Comenzó a mirar NFL en 2011 y cubre el deporte desde 2020.