Los comandados por Mike Vrabel volvieron a irse con las manos vacías en la postemporada. // Foto: UPI
Si a un fanático le hubieran contado antes de la temporada 2021 todos los contratiempos que iba a sufrir Tennessee Titans durante el año, entonces difícilmente hubiera creído que iban a terminar como primer sembrado de la AFC. Viniendo de un 2020 en el que la defensa había sido la principal debilidad, parecía que la ofensiva sería la que cargaría con el peso del equipo. Pero la realidad fue otra: Ryan Tannehill no tuvo una buena temporada, el dúo de receptores Jones-Brown prometió más de lo que fue, y Derrick Henry, que sí venía jugando en un gran nivel, se lesionó a mitad de temporada y recién pudo volver en la Ronda Divisional. Sin embargo, lograron vencer a rivales directos a base de un juego terrestre que no perdió su ADN y a una defensiva que dio un paso al frente, especialmente la secundaria. Mike Vrabel nuevamente dio la talla como head coach de un equipo que mostró resiliencia y consistencia, y se terminó quedando con el COY 2021.
A pesar de lo anteriormente mencionado, en los playoffs volvieron a irse con las manos vacías, y el final tuvo sabor a poco. Fue en la Ronda Divisional, partido que perdieron como locales ante Cincinnati Bengals por 19-16, gracias a un FG sobre el final de Evan McPherson. Tannehill tuvo un muy mal partido e incluso lanzó una intercepción cuando faltaban pocos segundos para que el tiempo regular finalizara. Ahora, en frío, la front office de Titans deberá analizar cuidadosamente sus movimientos en la temporada baja si quiere volver a llegar a instancias decisivas y esta vez llevarse algo más.
De cara a la agencia libre que empezará el próximo 16 de marzo, primeramente el equipo deberá cortar jugadores para crear espacio salarial, uno de los cuales puede terminar siendo el LB Zach Cunningham. A su vez, nada menos que 31 jugadores serán agentes libres sobre los cuales habrá que decidir si intentan traerlos de vuelta o no, entre los que resalta Harold Landry. Por esta última razón, las necesidades de Titans serán mucho más claras cuando se sepa qué jugadores finalmente dejan el equipo, aunque en principio se pueden vislumbrar algunos huecos que la franquicia querrá rellenar en la temporada baja.
In honor of Derrick Henry Day (2/22/22) here is a thread of highlights from the best running back in the NFL.
— Titan Up 🅿️odcast (@TitanUpPod) February 22, 2022
Henry takes it 99 yards to the house against the Jaguars on TNF: pic.twitter.com/lwSUtneAUU
Parece ser que en esta temporada baja, a diferencia de la anterior, las mayores necesidades vienen por el lado ofensivo. Tennessee debe, en primer lugar, mejorar su línea ofensiva. El gran problema con esta unidad es su desbalance: si bien pudieron crear espacios para el juego terrestre durante todo el año, fueron la segunda peor línea en términos de eficiencia de bloqueo de pase, según PFF. La incertidumbre que rodea a la posición le da aún mayor relevancia a la necesidad de reforzarla: Ben Jones (C) y David Quesenberry (RG) serán agentes libres, mientras que Taylor Lewan (LT) y Rodger Saffold (LG) podrían ser cortados. Es cierto que hay jugadores jóvenes esperando su oportunidad (como Dillon Radunz) pero aun así hace falta algún jugador veterano que sea capaz de ofrecer garantías en la protección del mariscal.
La posición de receptor requiere, cuanto menos, mayor profundidad. Julio Jones y A.J. Brown tuvieron problemas de lesiones toda la temporada y quedó claro que el equipo, más allá de estos dos jugadores, no cuenta con muchas alternativas en este departamento. Josh Reynolds, firmado como agente libre, terminó en Detroit Lions, mientras que el rookie Dez Fitzpatrick no mostró estar listo. Es cierto que el panorama podría ser distinto si el año que viene Jones se mantiene sano y si Fitzpatrick da signos de progreso, pero hasta entonces el puesto no ofrecerá mayores garantías mas allá de Brown.
En cuanto a los alas cerradas, la partida de Jonnu Smith el año pasado dejó a las claras de la falta de una opción número 1 cuando del juego aéreo se trata. Titans utilizó a Anthony Firkser, MyCole Pruitt y Geoff Swaim; trío que si bien fue sólido, no fue descollante y además los tres jugadores serán agentes libres. Si bien la clase de draft parece profunda en este aspecto, tampoco puede descartarse que Tennessee persiga en la temporda baja a algún TE veterano. Dos posibles nombres son OJ Howard (Tampa Bay Buccaneers) y David Njoku (Cleveland Browns).
This catch by Julio Jones 🤯
— Bleacher Report (@BleacherReport) October 19, 2021
(via @NFL)pic.twitter.com/kHq4LF211B
La posición de quarterback merece un párrafo aparte. Teniendo en cuenta que Ryan Tannehill cumplirá 34 años y que sin dudas en 2021 se vio una regresión en su rendimiento, son las cuestiones contractuales las que parecen atarlo a Tennessee al menos un año más. El año que viene su salario será de $29 millones de dólares, y por eso como por lo mencionado anteriormente respecto a su nivel de juego, es prácticamente imposible conseguir un traspaso o cortarlo. Eso sí, no debe ser descartada la opción de un QB veterano que pueda al menos pelearle el puesto y estar listo para ser titular si el equipo lo requiere.
En el apartado defensivo, Titans podría buscar traer de vuelta al CB Janoris Jenkins, pero no a cualquier costo. Si este finalmente termina dejando el equipo, entonces queda en manos de la franquicia confiar en que Caleb Farley regresará bien luego de una grave lesión o explorar la agencia libre en busca de un reemplazo. Por otro lado, aunque se espera que Harold Landry finalmente regrese, si esto no sucede entonces la posición de OLB también necesitará de atención.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
