Los Angeles Rams llega a la temporada baja de la manera que cualquier franquicia quisiera llegar. El equipo comandado por Sean McVay se coronó campeón de la NFL hace poco más de dos meses cuando venció, en su casa, a Cincinnati Bengals por 23-20 en el Super Bowl LVI. Ahora la motivación está en conseguir algo que no logra ningún equipo campeón desde New England Patriots en 2005: levantar el Lombardi Trophy por segunda vez en años consecutivos.
En una de las temporadas bajas más movidas de la historia, el equipo campeón no estuvo exento de importantes partidas ni tampoco de grandes adquisiciones. Von Miller, una de las estrellas defensivas que había llegado a mitad de la temporada pasada, firmó un contrato de seis años y $120 millones de dólares en Buffalo Bills. Lejos de quedarse de brazos cruzados, la front office de Rams encontró un reemplazo de la misma talla: Bobby Wagner, figura de Seattle Seahawks y último representante de la defensiva del equipo que había ganado el Super Bowl XLVIII, firmó por cinco años y $65 millones. El linebacker había sido cortado por su franquicia semanas atrás. Algo similar pasó en el puesto de receptor: se fue Robert Woods, pero llegó Allen Robinson desde Chicago. Otros jugadores que abandonaron el equipo fueron Darious Williams (CB), Austin Corbett (OG) y Sebastian Joseph-Day (NT).
En términos generales, la oleada de grandes movimientos que hubo en esta offseason muestra dos caras opuestas para el conjunto de Los Angeles. Por un lado, la AFC parece haberse fortalecido notablemente, mientras que la NFC ahora se ve como la conferencia más débil y por ende accesible. Si se tiene en cuenta la NFC Oeste en particular, Rams está en una posición aun mejor: ningún equipo ha adquirido jugadores estrella, e incluso Seattle Seahawks parece haber tomado un camino de reconstrucción. Pero eso no significa que la plantilla actual de Los Angeles no haya quedado con ciertos huecos que será mejor intentar rellenar con sus ocho selecciones en el próximo Draft.
La mencionada partida de Darious Williams abrió un hueco en la posición de esquinero que casi sin lugar a dudas será atendida en el próximo Draft por parte de la franquicia angelina. El primer pick de Rams llegará recién en la tercera ronda, así que para ese momento los principales prospectos se habrán ido del board. Coby Bryant (Cincinnati), por ejemplo, es un jugador de físico e instintos de cobertura interesantes que bien podría estar disponible el segundo día. Igualmente, tampoco sorprendería que Los Angeles le dedique más de un pick a este departamento, buscando prospectos de techo relativamente alto que puedan ser capaces de sorprender y hacerse un puesto en el equipo titular.
El pass rush en Los Angeles también necesita una adición de calidad, especialmente tras conocerse que Von Miller no volvería al equipo. Para fortuna de los dirigidos por Sean McVay, la clase de 2022 está plagada de jugadores talentosos en este departamento. De hecho, es más probable que usen su primer pick para cubrir esta posición antes que otras, y de ser así en la tercera ronda todavía habrá prospectos que pueden tener un impacto inmediato en el equipo. Un ejemplo es Sam Williams (Ole Miss), que el año pasado registró 12.5 sacks y que sorprendió en el Combine corriendo 40 yardas en 4.46 segundos.
En tercer lugar, tras el retiro de Andrew Withworth y la salida de Austin Corbett, la línea ofensiva parece haberse debilitado un poco. En una ofensiva muy orientada al pase y con un quarterback que suele tener rachas de errores pese a su innegable talento, los bloqueadores de confianza serán imprescindibles para darle tiempo en el pocket. En el pasado han encontrado, en el segundo o tercer día, jugadores que luego se establecerían como titulares sólidos (como el center Brian Allen y el tackle Joseph Noteboom) así que es probable que apuesten a lo mismo este año.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
