El head coach de los Texas Longhorns, Steve Sarkisian, fue contundente en su respuesta a los fanáticos tras la sanción impuesta por la SEC debido al incidente ocurrido durante la derrota ante Georgia. La multa de $250,000 impuesta a Texas es una consecuencia directa de la reacción de los aficionados, quienes lanzaron botellas y otros objetos al campo después de una polémica decisión arbitral.
La escena ocurrió cuando una cuestionable interferencia de pase defensivo anuló una intercepción clave a favor de los Longhorns. Aunque los oficiales finalmente revirtieron la decisión, la reacción de los seguidores texanos dejó una huella negativa en el ambiente del Darrell K Royal-Texas Memorial Stadium, y para Sarkisian, el daño ya estaba hecho.
El partido contra Georgia era uno de los partidos más esperados del calendario de College Football, con Texas defendiendo su No. 1 del ranking. Los Longhorns llegaban invictos (6-0) y con una defensa sólida, pero los Bulldogs expusieron a Texas desde el principio, limitándolos a solo 38 yardas en 34 jugadas en la primera mitad, lo que permitió a Georgia construir una ventaja de 23-0.
La frustración se incrementó cuando, en una jugada importante, Jahdae Barron interceptó un pase de Carson Beck, que fue invalidada por una bandera de interferencia de pase defensivo. La confusión y el enojo se apoderaron de la afición cuando los árbitros revisaron la jugada y, tras una larga pausa, revirtieron la penalización, otorgando el balón a Texas. Pero para entonces, el caos ya se había desatado en las gradas, con botellas y otros objetos volando hacia el campo.
Steve Sarkisian, consciente del impacto que estas acciones podrían tener en la reputación del programa, intentó calmar a los aficionados, pero la situación ya estaba fuera de control. El juego se detuvo durante varios minutos para limpiar el campo y garantizar la seguridad de los jugadores.
Tras el incidente, Sarkisian no perdió tiempo en dirigirse a la afición. Durante su conferencia de prensa posterior al anuncio de la multa, fue claro al pedir un comportamiento más responsable de los fanáticos de Texas. "Entiendo la pasión, todos estábamos frustrados en ese momento, pero debemos usar un mejor criterio", afirmó el entrenador. "No queremos que esta sea la imagen de nuestro estadio ni de nuestra afición".
New week. New opportunity.
— Texas Football (@TexasFootball) October 23, 2024
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Sarkisian enfatizó que la pasión de los aficionados es parte de lo que hace grande a Texas, pero subrayó que este tipo de acciones pueden empañar lo que debería haber sido una celebración del deporte. "Fue un gran partido, pero no podemos permitir que estos incidentes se conviertan en el centro de atención", agregó.
Además de la sanción económica de $250,000, la SEC exigió a Texas que identifique a los estudiantes involucrados en los lanzamientos de objetos y los suspenda. El programa también deberá revisar sus políticas de venta de alcohol dentro del estadio y reportar sus hallazgos a la conferencia. Este tipo de sanciones no solo afectan económicamente al programa, sino que también dañan la imagen de Texas, especialmente en una temporada donde los Longhorns aún se consideran favoritos para llegar a los playoffs del College Football.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.