¿Qué aprendimos del primer cuarto de temporada?

8 de Octubre de 2020
Baker Mayfield, durante el triunfo de su equipo frente a los Cowboys. Quizás debe estar sonriendo por el buen presente de Cleveland, con récord de 3-1. / Foto: Tim Heitman - USA TODAY Sports

Transcurridas ya las primeras cuatro semanas de esta campaña en la NFL (o el primer cuarto, al que hace referencia el título), y como suele suceder año tras año, hay jugadores y equipos que son noticia, sea porque están teniendo un desempeño mejor al esperado, o bien porque no están pudiendo conseguir el nivel que muchos les auguraban. En esta nota, vamos a reseñar justamente algunas de las sorpresas y decepciones de esta primera parte de la temporada. Antes de empezar, valga la aclaración de que la presencia en esta lista, ya sea en una columna o en la otra, no implica que las cosas puedan cambiar en el futuro. Como bien sabemos, cualquier cosa puede pasar, en una liga en donde todo puede suceder “on any given Sunday”

Sorpresas

Sorpresa 1: Cleveland con récord de 3-1

Creo que esto NADIE lo veía venir. En la división más competitiva de la Americana, y pese a enfrentar a dos pesos pesados como Baltimore y Pittsburgh, los Browns están en la pelea. En tercer lugar, sí, pero a la par. Y el gran mérito de este buen inicio lo tiene el HC, Kevin Stefanski. 

El excoordinador ofensivo de Minnesota llegó con un mandato claro: revitalizar a un equipo que tenía talento, pero que, gracias a problemas dirigenciales, no podía desarrollar su potencial. Y ciertamente que Stefanski está logrando su cometido, gracias a un juego terrestre poderoso (que desafortunadamente acaba de sufrir la baja de Nick Chubb, que se perderá algunos partidos por lesión) y a un Baker Mayfield eficiente y que no comete muchos errores. Obviamente que aún queda mucho por jugar, y Cleveland no está exento de caer en su rendimiento. Sin embargo, este inicio de temporada es realmente auspicioso para una franquicia que, desde su “refundación” en 1999, no ha tenido muchos momentos de alegría.

Sorpresa 2: Tampa Bay, líder de división

Mucho se decía acerca de que los Saints eran los grandes candidatos para llevarse la división, e incluso sin muchos contratiempos. Bueno, los Buccaneers están presentes para poner esos dichos en duda. Perdieron el primer cotejo contra Nueva Orleans (que desde entonces tuvo un andar irregular y actualmente está tercero), pero luego rebotaron para ganar sus tres partidos siguientes. 

La defensa, generalmente considerada como el punto débil del equipo, está teniendo actuaciones sólidas, y posee una mezcla interesante de juventud (Devin White, Vita Vea, Antoine Winfield Jr. y Jordan Whitehead) y experiencia (Ndamukong Suh, Lavonte David, Shaq Barrett y Jason Pierre-Paul). Sin embargo, el catalizador más importante del equipo se encuentra en el lado ofensivo…

Sorpresa 3: Tom Brady, como el vino

Sí, en realidad no debería sorprendernos que Brady siga siendo efectivo. Sin embargo, su salida dramática de New England, quizás la noticia más grande e importante desde que Peyton Manning se fue de Indianápolis, generó un torrente de opiniones sobre si el mariscal seguiría demostrando fuera de su zona de confort, o si su juego extraordinario era resultado del sistema ofensivo de Bill Belichick

¿Cuál es la respuesta de Brady? Silenciar a los críticos y escépticos con su juego. En cuatro fechas, el mariscal, que cumplió 43 años en agosto, tiene un 65,2% de sus pases completos, 1122 yardas, 11 touchdowns y 4 intercepciones (aunque dos de ellas fueron pick-six), y un passer rating de 99,4. Además, viene de enhebrar dos juegos al hilo con tres anotaciones por aire, y de conseguir cinco en su último partido. Se vio de sobra que el cambio de aire no le pesó en nada al veteranísimo jugador, que tiene quizás uno de los grupos de receptores más potentes de toda su carrera, y ha sabido adaptarse bastante bien a esta transformación. Nada mal para el “system QB”, que no para de conseguir nuevos récords de longevidad y producción en cada jornada que pasa.

Sorpresa 4: Josh Allen, candidato al MVP

Hace un año quizás se habrían muerto de risa con esta afirmación. Seguro, Allen no tiene el juego vistoso de otros grandes mariscales, como Aaron Rodgers, Drew Brees y Tom Brady. Sin embargo, lo que le puede faltar en ese aspecto lo compensa de sobra con su atleticismo, su habilidad para ser una amenaza terrestre, su tenacidad a la hora de competir, y una de las bolas profundas más temibles de la liga.

Allen finalmente ha podido silenciar a los críticos, que cargaban contra el jugador por su tendencia a regalar la pelota de manera innecesaria y por no ser un mariscal consistente en cuanto a su precisión. Hoy está siendo la pieza crucial de un equipo invicto y con serias aspiraciones a tener un buen desempeño en la postemporada. Como van las cosas, el mariscal de los Bills se encuentra peleando el MVP junto a otro jugador que, al menos en cuanto a reconocimientos individuales, ha sido muy infravalorado: Russell Wilson

Sorpresa 5: Los mariscales novatos están cumpliendo con creces

La posición de mariscal es la más importante y compleja de todas, y dominarla es un arte que lleva tiempo y que no todos pueden conseguir. Es totalmente razonable esperar que un mariscal de primer año tenga algunas dificultades para producir, y sabemos de sobra que la NFL es una liga que no tiene demasiada paciencia con quienes están llamados a ser estrellas, particularmente en estos últimos años. Sin embargo, los dos mariscales novatos que actualmente tienen las riendas de sus equipos, Joe Burrow y Justin Herbert, están dejando una excelente impresión en sus primeros partidos. Veamos sus estadísticas:

Joe Burrow – 116/177 (65,5% de pases completos), 1121 yardas, 11 touchdowns, 4 intercepciones (passer rating de 89,7) - récord de 1-2-1 en cuatro partidos.

Justin Herbert – 77/107, (72% de pases completos), 931 yardas, 5 touchdowns, 3 intercepciones (passer rating de 102,2) – marca de 0-3 en tres partidos.

Si dejamos de lado la estadística de las victorias y derrotas, que suelen pintar un cuadro engañoso cuando se trata de los mariscales, lo cierto es que Burrow y Herbert han estado a la altura de las circunstancias, y ya demostraron que poseen las habilidades y herramientas necesarias para competir en el más alto nivel. Solo les queda ser constantes y mantener su performance.

Decepciones

Decepción 1: Dallas con marca de 1-3

Muchas personas tenían una mezcla de euforia y expectativas en el equipo del estado de la estrella solitaria. Seguramente unos pocos la mantendrán, aunque con sus reservas. Y es que el equipo de Mike McCarthy ha mostrado dos caras distintas en una misma moneda: por un lado, Dak Prescott está demostrando que merece el mismo respeto que los mariscales de elite, y también espera que su juego sea debidamente compensado con un contrato lucrativo.

Sin embargo, la contracara de un ataque amenazante y prolífico es una defensa que es totalmente incapaz de detener a los rivales. Solo para dar una idea, la defensa de los Cowboys permitió la friolera de 146 puntos en apenas 4 partidos. Es decir, permite un promedio de 36,5 puntos por encuentro (ustedes decidirán si truncan o redondean el número). Y no solo que la unidad tiene sus huecos, sino que también debe lidiar con bajas sensibles, como las de Sean Lee, Leighton Vander Esch, Chidobe Awuzie y Anthony Brown. Así es muy difícil ganar partidos, aunque están a apenas medio juego del líder, Philadelphia, en la peor división de la liga (por un buen margen).

Decepción 2: Denver, último en su división

Los Broncos eran otro equipo que prometía pelear por un lugar de playoffs desde el principio. Y no era para menos: Denver sumó a Jerry Jeudy, K.J. Hamler y Albert Okwuegbunam a su ya joven y talentoso núcleo ofensivo. Y en defensa, Vic Fangio tenía algunas piezas notables, como Jurrell Casey, Von Miller, Bradley Chubb y A.J. Bouye. La afición sonreía y esperaba impaciente a ver a su equipo en la cancha.

La realidad les pegó un duro golpe. Los Broncos perdieron a tres de sus piezas clave (Courtland Sutton y los ya mencionados Casey y Miller) por el resto de la temporada, y tienen un sinnúmero de otros jugadores importantes que también están atravesando por diferentes lesiones (Drew Lock, Phillip Lindsay, Noah Fant, Hamler, Bouye y Mark Barron). Actualmente están con marca de 1-3, en el último lugar de una división más que competitiva. Sin embargo, en la medida en que recuperen a los jugadores que actualmente no están disponibles, tienen chances de mejorar su posición actual.

Decepción 3: Houston, tenemos un problema… seguimos sin ganar

La situación actual de los Texans es sorprendente, si consideramos que se trata de un equipo que es un habitué que participa de los playoffs en cada temporada. Sin embargo, este año las cosas no le han salido nada bien, y, en consecuencia, son uno de cuatro equipos en empezar la temporada con una marca de 0-4.

Para empezar, les ha tocado un calendario realmente brutal: todas las derrotas han venido contra equipos de playoffs (Kansas City, Baltimore, Pittsburgh y Minnesota, que tampoco tiene un buen presente), y aún les queda enfrentar a dos equipos más de postemporada (Tennessee y Green Bay) antes de tener su descanso en la semana 8. La defensa ha hecho lo mejor que pudo, pero, por ahora, no tiene el nivel como para competir de igual a igual con los pesos pesados. Y Deshaun Watson intenta mantener a flote a su equipo, pero la línea ofensiva no hace el trabajo de protegerlo de manera efectiva, y la ofensiva en general todavía no se recupera de la baja de DeAndre Hopkins, actualmente en Arizona. El único punto “positivo” para Houston es que Bill O’Brien, el HC y culpable de varias decisiones cuestionables como GM, no se encuentra más con el equipo. Quizás ahora sí los Texans puedan mejorar un poco.

Decepción 4: 2020, un año de lesiones

Si hablamos de todas las lesiones de este año, en realidad causan más sorpresa que decepción. Sin embargo, podemos pensar en decepción si no nos olvidamos de los tantos jugadores de Fantasy y de prodes que han visto como sus apuestas y decisiones han sido arruinadas por un año tan atípico.

Si de algo sirve esta temporada, es para resaltar la gran importancia de la pretemporada. Por supuesto que el contexto actual de pandemia forzó a que la NFL decidiera cancelar oficialmente los partidos previos a la temporada. Pero después de ver las lesiones de estrellas como Nick Bosa, Saquon Barkley, Courtland Sutton, Christian McCaffrey, Von Miller y otros, seguramente podremos apreciar que los partidos de pretemporada, aunque aburridos hasta el hartazgo (al menos hasta que, una vez concluida la temporada, ansiemos verlos a falta de nada mejor), sirven para mantener preparados a los jugadores en las mejores condiciones físicas posibles


Nicolás Pérez

Nicolás Pérez

Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.