Ha pasado ya más de una semana del Draft, y todos los equipos han aprovechado para reforzarse, ya sea mediante sus selecciones, o también con los jugadores que no han sido elegidos.
Si un equipo quiere tener muchas chances de ganar un título, debe contar con un mariscal franquicia. Este año hemos visto a cuatro equipos elegir un mariscal en la primera ronda, y mi intención aquí es analizar si ellos serán capaces de tomar las riendas del ataque desde el día 1, o si deberán esperar y desarrollarse un poco más antes de tener su debut.
Valga una aclaración, por si hiciera falta: estamos viviendo en momentos extraordinarios, en los que muchas cosas pueden cambiar. Las decisiones sobre si un mariscal será o no titular al iniciar la temporada se forman siempre a lo largo del training camp y la pretemporada, en donde los entrenadores ven a sus jugadores en acción. Especialmente en la pretemporada es donde se puede apreciar el nivel de juego de cada jugador, porque es el paso inmediatamente previo a un partido de temporada regular. Sin embargo, las actuales circunstancias no permiten a los equipos entrenarse con regularidad, de modo que si ya la decisión de otorgar la titularidad a un mariscal está sujeta a cierta dosis de incertidumbre, aquí ello se multiplica.
Si a estas alturas era evidente que Burrow tendría abiertas las puertas de la titularidad, ello queda confirmado después de que el equipo cortara a Andy Dalton, el titular durante nueve temporadas (que recientemente firmó con los Cowboys, convirtiéndose así en el ¿por ahora? suplente de Dak Prescott).
Ciertamente el joven mariscal tiene todas las herramientas para lograrlo. Burrow dirigió durante dos años la ofensiva de LSU, y en su último año elevó el nivel a alturas extraordinarias, al punto de quebrar numerosos récords de NCAA, siendo premiado con el trofeo Heisman y, por último, coronando su año espectacular con una convincente victoria contra los Tigres de Clemson para ganar el campeonato nacional del football colegial.
Pero más allá de sus logros en la universidad, lo cierto es que los Bengals ya estaban planificando la selección de Burrow hace un largo tiempo. De hecho, el propio jugador ha confirmado que ya estaba estudiando el playbook ofensivo de Cincinnati desde unas semanas antes del Draft. Incluso los Bengals han estado incorporando algunos elementos del sistema de juego de Joe Brady (OC de LSU en el último año de Burrow y actual OC de los Panthers).
Por como están las cosas, todo parece indicar que Burrow será el nuevo mariscal de los Bengals cuando inicie la temporada, sea en este año o en el próximo.
El caso de Tagovailoa es distinto al de los Bengals, teniendo en cuenta que Dolphins todavía cuenta con Ryan Fitzpatrick, quien está en el último año de su contrato. En el peor de los casos, todavía tienen a un mariscal capaz de ser titular, pese a sus 37 años.
Aquí la incertidumbre no recae tanto sobre las habilidades de Tagovailoa, que son una de las principales razones por las que fue elegido tan alto, sino que se cierne principalmente sobre la severa lesión que sufrió el año pasado. El mariscal aprobó los exámenes físicos que realizó después de su recuperación, y todos los equipos que lo probaron también constataron su físico.
Miami reforzó su linea ofensiva, tanto en el Draft como en la agencia libre, de modo que se puede y debe esperar una mejor performance del grupo en esta temporada. Sin embargo, creo que los Dolphins deberían esperar, aunque sea un poco, para que Tagovailoa sea el titular.
Por un lado, el mariscal debe practicar junto con sus nuevos compañeros para ganar confianza y familiaridad, situación que obviamente es imposible en estos momentos. Pero, por otra parte, a los Dolphins les serviría adoptar una actitud precavida, abriendo progresivamente el playbook para evitar que Tagovailoa tome riesgos innecesarios si decide jugar más allá de lo que la jugada demanda. La espera también le servirá para pulir algunas inconsistencias.
Sin embargo, si Fitzpatrick tiene un inicio de temporada inconsistente, no me sorprendería en absoluto que Tagovailoa pase a ser titular. Brian Flores tiene una decisión interesante por delante.
Tras la salida de Philip Rivers, los Chargers reforzaron la profundidad en la posición de mariscal drafteando a Justin Herbert, un jugador que tiene todas las herramientas necesarias para triunfar en la liga.
Anthony Lynn ha confirmado que hay una competencia en Los Ángeles. Tyrod Taylor es el titular por el momento, pero Lynn dijo que, si Herbert supera las expectativas, entonces el puesto es suyo. Esto no es nada sorprendente, pero pienso que no es una cuestión de si Herbert supera a Taylor; más bien, se trata de cuándo Herbert termine superando a Taylor.
Quien haya visto jugar a Taylor, sabe que es un jugador capaz, pero con sus limitaciones. Herbert viene con mucho upside en cuanto a sus habilidades. Sin embargo, tiene algunas cuestiones relacionadas con su mecánica de tiro y con su juego bajo presión que debe resolver. Asimismo, tuvo una fractura de clavícula en 2017, con lo que hay alguna duda sobre su durabilidad. Por eso, creo que puede tomarse algo de tiempo para desarrollarse y cubrir sus falencias.
El caso de Herbert termina siendo muy parecido al de Tagovailoa en Miami: él corre de atrás, pero tiene la posibilidad de pasar a ser el titular si Taylor decepciona al iniciar la temporada.
Pocos deben haberse imaginado esta posibilidad. Y cuando Love fue elegido por los Packers, estoy seguro de que la mayoría reaccionó con una mezcla de enojo, asombro e incredulidad.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, pienso que la movida de Brian Gutekunst, GM de Green Bay, no fue librada al azar, sino que, por el contrario, fue una decisión inteligente. Muchos podrán decir que podían haberle conseguido alguna arma a Aaron Rodgers, pero lo cierto es que la adición de Love es una póliza de seguro a futuro.
Y es justamente por esa razón que Rodgers mantendrá la titularidad por un buen rato (salvo que tenga un declive pronunciado, lo que no parece probable). El actual mariscal titular no será agente libre hasta 2024, lo que le debería dar suficiente tiempo a Love como para trabajar en sus deficiencias.
En particular, Love debe conseguir jugar con mayor consistencia, tras su última temporada en el football colegial, en donde tuvo un nivel considerablemente más bajo al del año anterior. A su vez, debe mejorar en su lectura de juego y su posicionamiento a la hora de lanzar.
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.
