A medida que se acerca la temporada 2020 en la NFL, los equipos están haciendo sus últimos ajustes y este sábado marcó la fecha límite en la que cada franquicia debía recortar su plantel hasta llegar a los 53 jugadores definitivos.
Uno puede pensar que hay cortes de rutina respecto de jugadores que no dieron la talla, o de novatos o jóvenes que son enviados a la escuadra de prácticas para ganar experiencia y servir como reemplazos ante una posible emergencia. Sin embargo, como sucede todos los años, también hay cortes que llaman la atención, porque se tratan de nombres de trayectoria, o bien de jugadores que se proyectaba que estarían en el roster de temporada regular.
Repasaremos acá algunos de esos nombres, y un pequeño detalle adicional: no se sorprendan si alguno de estos cortados vuelven a firmar con los equipos que los dieron de baja. En este particular año, una mayor cantidad de veteranos podrá ser parte de las escuadras de prácticas a causa de la situación extraordinaria que se está viviendo, de modo que los cortes pueden haber tenido un trasfondo estratégico.
A sus 35 años, Peterson seguía siendo considerado como el corredor titular para el equipo de Ron Rivera. Sin embargo, las buenas actuaciones en el training camp de J.D. McKissic y Bryce Love, sumado a las presencias de Peyton Barber y el novato Antonio Gibson, dejaron un exceso en el grupo de corredores que le terminó costando a Peterson su lugar en el equipo. Pese a esto, el futuro miembro del Salón de la Fama ya tiene una nueva casa: los Detroit Lions lo acaban de firmar por un año y $1,05 millones de dólares.
El caso de Davis es aún más extraño. Titular habitual en Pittsburgh, se perdió casi toda la temporada por una lesión en el hombro. Tras quedar libre, firmó con Washington por una campaña e incluso recibió un bono de dos millones de dólares. Sin embargo, el equipo, insatisfecho con su performance en las prácticas, decidió acabar con el experimento incluso antes de que pudiera dar inicio.
La estadía de Rosen en el equipo de la Florida duró apenas una temporada. Los Dolphins lo adquirieron con la expectativa de que se convirtiera en el mariscal titular, pero su juego inconsistente supuso que sería Ryan Fitzpatrick quien tomara el mando de la ofensiva. Con la selección de Tua Tagovailoa en el draft, Rosen prácticamente estaba condenado a ser suplente. Pero no todas fueron malas noticias para él: el décimo jugador seleccionado en el draft de 2018 fue también firmado por Tampa para sumarse a su equipo de prácticas.
El corredor, ex Houston Texans y Miami Dolphins, venía de una rotura de ligamentos que lo dejó sin temporada y tuvo problemas adicionales que le permitieron practicar con el equipo sólo durante una semana, por lo que en Foxboro decidieron que no contarían con él para este año. Días atrás, el que había armado sus valijas había sido Mohamed Sanu, uno de los peores trades para Bill Belichick en los últimos tiempos, después de haber dado por él una segunda ronda de 2020.
Causó mucha sorpresa la salida de Davis, uno de los titulares más productivos de los Broncos desde hace varias temporadas. El linebacker estuvo batallando contra algunas lesiones en el training camp, y la posición se vio reforzada con la adición de Mark Barron y Austin Calitro, proveniente de Cincinnati a raíz de un intercambio. También debe haber pesado en la decisión el hecho de que los Broncos se ahorraron cuatro millones y medio de dólares de cara a un 2021 en el que es posible que no haya un aumento en el tope salarial.
Gay tuvo un año bastante bueno en 2019, considerando que era su primera temporada en la liga, incluso se dio el lujo de convertir cinco goles de campo de más de 50 yardas. Este año, Bruce Arians sometió a Gay a una competencia con Elliott Fry. Pese a ello, el entrenador decidió buscar experiencia en la posición y finalmente los Bucs firmaron a Ryan Succop.
En el caso de Ogunbowale, podríamos decir que fue víctima de la firma de Fournette. Con su llegada, más la adición de LeSean McCoy y la selección de Ke’Shawn Vaughn en el draft, no había mucho espacio disponible para el joven as de equipos especiales, quien también tenía buenas proyecciones en el juego aéreo, tanto como receptor capaz y buen bloqueador.
La reunión de Clinton-Dix con su antiguo entrenador en Green Bay, Mike McCarthy, no duró mucho. El safety veterano no terminó de impresionar, pese a que se presumía que se quedaría como titular. Así, Dallas ahorra un millón y medio de dólares mientras continúan los rumores sobre el interés del equipo por Earl Thomas, cortado por Baltimore hace poco por problemas disciplinarios.
Randall había firmado con los Raiders por un año y un millón y medio de dólares, totalmente garantizados, después de terminar su contrato con Cleveland. Sin embargo, el equipo tiene varios jugadores disponibles en la posición de safety, haciendo que Randall fuera un nombre prescindible. Idéntica es la situación de Amukamara, quien había sido contratado como una suerte de póliza de seguro por si Damon Arnette tenía problemas en su primera temporada. Afortunadamente para el equipo, todo indica que Arnette empezará su carrera como titular.
El jugador número 23 en el draft de 2016 sigue sin poder hacer pie en la liga. Después de que se venciera su contrato con Minnesota, en donde tuvo resultados realmente decepcionantes, los Falcons decidieron darle una oportunidad. Sin embargo, Treadwell mantuvo su baja performance en el training camp, con problemas para conseguir recepciones. De esta forma, el WR se enfrenta a un futuro cada vez más incierto.
Edwards Jr., en el último año de un contrato de dos temporadas y cinco millones de dólares, cayó preso de una situación salarial complicadísima en el equipo liderado por Sean Payton. Los Saints consiguieron liberar $2,345 millones con la idea de conseguir a Jadeveon Clowney, quien finalmente terminó firmando con Tennessee. Edwards ya firmó contrato con Chicago y espera tener, por fin, su primer año exitoso tras haber sido drafteado en la segunda ronda de 2016.
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.
