Esta será la semana de Mac Jones. El novato de los New England Patriots tuvo su mejor juego de la temporada y está atrayendo una merecida consideración para el novato del año después de una victoria por 45-7 sobre los Cleveland Browns y de la blanqueada 25-0 ante los Falcons. Por lo menos, se merece elogios por un juego revolucionario, en el que lució más eficiente que nunca al pasar el balón. Pero no es de eso de lo que quiero hablar, al menos no en este artículo. No, quiero resaltar al entrenador y gerente general Bill Belichick, quien ha logrado convertir a un equipo mediocre (2-4) en un contendiente (7-4).
Lo hizo a raíz de aumentar las apuestas sobre sí mismo durante los últimos dos años. Dejó que Tom Brady se fuera de Nueva Inglaterra, solo para ver al mariscal de campo ganar un Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers. Surgieron preguntas, legítimas o no, sobre si Brady era más digno de crédito para la dinastía de los Patriots. Como respuesta, Belichick seleccionó a un mariscal de campo en la primera ronda, algo que nunca había hecho, y luego lo cambió por un tackle defensivo (Christian Barmore) en la segunda ronda. También gastó $159,6 millones de dólares en dólares garantizados en los primeros nueve días de agencia libre, una suma tan grande que el propietario Robert Kraft tuvo que liquidar algunas de sus inversiones para liberar efectivo.
Está reconstruyendo un equipo como todos los demás: gastando mucho en la agencia libre y seleccionando a un mariscal de campo en la primera ronda. Pero, ¿cuántas veces hemos visto fallar esas dos vías? Parece haber hecho funcionar esa receta. También lo está haciendo mejor y más rápido que los demás. La temporada no comenzó según lo planeado después de las derrotas ante Miami Dolphins y New Orleans Saints. Esos son equipos que, en este momento de la temporada, los Patriots pueden vencer. Pero tenía sentido que este equipo necesitara tiempo para consolidarse, con un mariscal de campo novato y una afluencia masiva de talento de calibre inicial que necesitaba aprender la forma de hacer las cosas de los Pats dentro y fuera del campo. New England, sin embargo, habría hecho bien en actuar junto con el enfrentamiento contra los Buccaneers en la Semana 4, y casi se lleva la victoria. Y luego estuvo el encuentro contra los Cowboys cuando, nuevamente, los Patriots solo pudieron mirar mientras Dak Prescott se robaba una victoria.
Belichick tomó decisiones cuestionables durante ese lapso de tiempo, pasando por alto los intentos de cuarta oportunidad y despegando con la esperanza de que su defensa se intensificara. Aquellas semanas de confianza en su defensa carecieron de justificación. Pero no cambió. Reforzó la idea dentro del vestuario de que los Patriots eran un equipo de playoffs. Les recordó que siguieran creyendo en sí mismos. Y lo hicieron. Esa creencia, combinada con varios jugadores que se dan cuenta de su talento, ha llevado a los Patriots a este punto, donde son contendientes legítimos de playoffs y tal vez incluso contendientes del Super Bowl.
La trayectoria ascendente de Jones ha sido impresionante. Incluso cuando su uso disminuyó en las últimas semanas y se volvió menos eficiente, el egresado de Alabama todavía estaba haciendo lo correcto para ayudar a su equipo a ganar, con solo dos pérdidas de balón en los últimos cuatro juegos y una racha de cinco victorias consecutivas. Jones es uno de los mariscales novatos que más rápido tuvo que saltar al campo como titular en New England. Recuerde: incluso Tom Brady se sentó en su temporada de novato. Jones ha sido uno de los mariscales de campo más eficientes de la NFL y es, por mucho, el mejor novato.
Y luego están otros novatos que son hits. El corredor Rhamondre Stevenson tenía sus problemas con el balón suelto, pero ha sido un ajuste ideal, me atrevo a decir, más que Sony Michel y Damien Harris, debido a cómo puede contribuir como corredor de poder y receptor de pases. Incluso cuando Harris regrese de su conmoción cerebral, es probable que los Patriots se apoyen en Stevenson en la zona roja, donde hará que la ofensiva de New England sea menos predecible. El tackle defensivo Christian Barmore ha tenido una presencia impresionante en el interior, comenzando la temporada como cazamariscales y jugador situacional, pero ganando un rol de tiempo completo, con la mayor cantidad de jugadas entre los linieros defensivos en la Semana 10. Es segundo en el equipo en presiones, según Pro Football Focus.
La agencia libre tuvo resultados mixtos en el equipo pero, francamente, así es como funciona. Lo que Belichick hizo fue inteligente: crear redundancia en posiciones donde los Patriots no podían permitirse el lujo de tener un plantel corto. Doblaron sus contrataciones en receptores y alas cerradas. Hasta ahora, hay un fichaje que está luchando por tener un impacto en cada posición, el ala cerrada Jonnnu Smith y el receptor abierto Nelson Agholor, y uno que está prosperando, el ala cerrada Hunter Henry y el receptor Kendrick Bourne. Matthew Judon ha sido una sensación, con 9.5 capturas. El juego del tackle defensivo Davon Godchaux y del esquinero Jalen Mills ha sido lo suficientemente bueno, aunque no particularmente impresionante.
Un equipo es la suma de sus partes. Este equipo tuvo sus dolores de crecimiento, y seguramente tendrá más, pero los Patriots se han convertido en una de las mejores creaciones de Belichick en la memoria reciente. Sí, no está tan lejos de ganar tres Super Bowls (y seis en total), pero también lo hizo con una receta familiar, y con ya saben quien como mariscal. La reconstrucción es un escenario al que New England no estaba acostumbrado en los últimos años. Esto es territorio desconocido para los Patriots, pero Belichick lo hace parecer fácil.
Periodista deportivo especializado en gráfica. Sigue la NFL desde el 2002 y el College Football desde 2014. Es redactor en No Huddle desde 2020.
