El miércoles tuvimos el lanzamiento del calendario y siempre los ojos se nos van a los partidos que se juegan en horario premium, las rivalidades divisionales, las batallas de jugadores contra sus ex equipos, las rivalidades que vienen del college, e incluso aquellos partidos que pueden ser adelantos de finales en playoff. Pero hay un lado oscuro, y son esos partidos que nadie espera más que sus fanáticos, porque son duelos que no definen nada y donde el buen football no es una promesa. En esta nota te proponemos repasar los 5 peores partidos del calendario, porque los que somos fanáticos de ley estamos dispuestos a todo para disfrutar de todas y cada una de las semanas de la temporada.
Houston es un equipo en plena reconstrucción que trajo una gran cantidad de agentes libres para empezar a dar profundidad al roster, pero es una franquicia que sin Deshaun Watson carece de talento y posibilidad de realizar jugadas eléctricas. Del otro lado Carolina optó por un QB veterano en Sam Darnold, y tras dos buenos drafts consecutivos tiene un equipo en crecimiento, aunque posiblemente le falte un año para poder alcanzar su pico de rendimiento. A priori no se espera que ni Houston ni que Carolina puedan competir por la AFC Sur y NFC Sur, respectivamente, por lo que el partido del jueves por la noche no tiene demasiado brillo.
Primer partido internacional en Londres tras la pandemia, en donde los Falcons se miden con los Jets. Los de Atlanta se propusieron seguir con Matt Ryan a la cabeza de su ofensiva (más por tope salarial que por talento) que tiene un perímetro prometedor, pero que la falta de una buena línea ofensiva y una defensa potente hace que todo partido sea potencialmente una moneda al aire. Del lado de Jets están construyendo un nuevo equipo y Zach Wilson todavía estará en la etapa temprana de su año de novato. Los de Nueva York están transitando un camino interesante, pero para la semana 5 no se espera que estén aún en un gran nivel.
En Detroit ya lo dijeron mil veces, queremos ser un equipo que gane siendo físico en ambos lados de las trincheras, y eso muchas veces es bueno en la columna de victorias, pero a los ojos de terceros puede no ser tan seductor. Si Goff tenía problemas con el nivel de receptores que tuvo con los Rams, tendrá bastantes desafíos cuando encuentre que su mejor WR posiblemente sea Tyrell Williams o el novato St. Brown. Los Bengals son aún una incógnita: Burrow mostró cosas interesantes hasta su lesión y la llegada de Chase le dará mayor dinamismo. Genera preocupación su coaching staff, que si no logra buenos resultados este año posiblemente esté buscando trabajo la próxima temporada baja.
Choque de dos equipos de mentalidad defensiva y física que generalmente resulta en juegos de pocos puntos. Ron Rivera parece haber terminado de consolidar su equipo de la mitad defensiva, pero en ataque tendrá a Fitzpatrick como mariscal con los altos y bajos a los que nos tiene acostumbrados, y que ya viene de una derrota frente a Vic Fangio hace un año. Denver por su parte hizo un gran trabajo en temporada baja, quizás la pregunta que no es queda a muchos es por qué Patrick Surtain y no Justin Fields, dado que ya había logrado reforzar la secundaria con Kyle Fuller, y que ni Drew Lock ni Teddy Bridgewater son mariscales que te puedan llevar lejos en enero.
Las Vegas no termina de consolidarse como una de las grandes franquicias de la AFC Oeste y con los Chiefs liderando y los Chargers en pleno crecimiento no pareciera que el 2021 vaya a ser su año. Gruden sigue afianzado en su rol pero no consigue un mariscal de su gusto. Aún cuando Derek Carr tuvo un buen 2020, es una incógnita si logrará repetirlo. Los Giants no terminan de generar tracción, y aunque hubo flashes el año pasado, es una ofensiva bastante aburrida a menos que Saquon Barkley esté en su mejor momento. Equipos con pocas chances de pelear división, las fotos se la va a llevar el Allegiant Stadium, que con suerte tendrá a los fans por primera vez en su historia.
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.
