Las franquicias de la NFL han tenido a lo largo de la historia gran cantidad de jugadores destacados de los pueden sentirse orgullosos, tanto por su rendimiento dentro del campo de juego como su liderazgo fuera de él. En No Huddle les traemos a aquellos que de gran manera han representado los colores de su equipo. Hoy, los cinco mejores de Los Ángeles Rams en la historia.
La franquicia de los Rams fue fundada en 1936 en Cleveland y desde su creación hasta el día de hoy, ha sido una institución con muchísimos vaivenes en cuanto lo social y deportivo. Se han mudado de ciudad varias veces, siendo Los Angeles su sede acutal. Con respecto a lo que sucedido dentro del campo de juego, han tenido periodos de excelencia y otras épocas donde es mejor no recordarlas. En toda su historia ganaron un Súper Bowl, dos campeonatos de la NFL y diecisiete títulos divisionales.
Escoger los cincos nombres para encabezar el ranking histórico de este equipo ha sido muy difícil. Hay muchos jugadores que podrían estar en este lugar y cuando sucede eso, es complicado seleccionar quien está por encima de quien. En No Huddle, quisimos ser lo más objetivos y nuestra clasificación se basó en lo que lograron dentro del emparrillado para el equipo y lo que generaron para la NFL en general. En otras palabras, si su juego rompió con los moldes tradicionales de liga, generando que los rivales deban modificar todos sus esquemas para poder contrarrestarlos.
David “Deacon” Jones, egresado de la Universidad de Mississippi Valley State, fue seleccionado en pick 186 global del draft 1961 y permaneció en la franquicia por once años. Su entrada a la NFL revolucionó la posición de Defensive End. Era sumamente veloz y fuerte. Llegaba sin problemas a las esquinas para efectuar los tackles (algo impensado en la época para un linero defensivo) y era un pass rusher temible para los QB. Junto a Lamar Lundry, Rosey Grier y Merlin Olsen formaron la famosa línea defensiva denominada “Fearsome Foursome”, considerada una de las mejores y más duras de la historia. Los mariscales tenían mucho temor cuando estaban estos cuatro enfrente. Otro detalle no menor de este jugador era su durabilidad: en sus once campañas jugó 151 partidos y solo se perdió cuatro por lesión.
Dentro de su palmarés podemos encontrar que fue seleccionado siete veces para Pro Bowl, en cinco ocasiones consecutivas (1965-1969) fue elegido para integrar el equipo ideal de la NFL y en los años 67 y 68 fue nombrado como del Jugador Defensivo del Año. Además, es miembro del equipo de la década de los 60´.
En los años que ganó el galardón defensivo más importante efectuó 21,5 y 22 capturas respectivamente, con tan solo catorce juegos de temporada regular por año. Si la NFL hubiera registrado de manera oficial esta estadística (recién en 1982 empezaron a reconocerla de esa manera) se habría mantenido como un record de la NFL por varios años. Tan indefendible parecía por momentos, que durante esas campañas consecutivas sus capturas no bajaban de quince por año. Algo prácticamente imposible en la actualidad con más juegos por temporada.
Su número 75 fue retirado por los Rams y en 1980, en su primer año para ser elegible, su busto fue inmortalizado en el Hall of Fame de la NFL. Sin lugar a dudas fue el mejor jugador de la historia de los Rams. Sus números, lo que género en su equipo y en sus rivales lo respaldan.
El producto de SMU tuvo un impacto inmediato en los Rams y en la NFL. Drafteado en pick 2 global del año 1983, ya en su campaña de novato mostró toda su excelencia al culminar la temporada con 1.808 yardas terrestres y 20 touchdowns. Estos números son records de la NFL para un novato que siguen sin quebrarse al día de hoy. Vale comentar que por esta actuación, la liga lo distinguió con el OROY. Jugó con los Rams por cinco años y consiguió rebasar las mil yardas en cada temporada, llegando a los 7.245 y 56 anotaciones en total, con un promedio 1.449 yardas por temporada, 111,5 yardas por partido y 4,8 por acarreo. Dickerson mantiene el récord de más yardas en una temporada por la vía terrestre (2.105), conseguido en apenas su segundo año en la liga.
Durante su corta pero fructífera estadía en Los Angeles, Dickerson fue seleccionado en cuatro oportunidades miembro del equipo ideal de la NFL, fue elegido para asistir a cuatro juegos del partido de las estrellas y lideró la liga en yardas por tierra en tres ocasiones. Además, gracias a su trabajo, los Rams consiguieron un puesto en los playoffs en 1984, donde también estableció un record aún vigente y que muestra lo indefendible que era por momentos. En ese juego sumó 248 yardas por tierra, algo que si nos centramos en la actual NFL, donde se cada día se juega más por aire, parece ser una estadística muy difícil de superar.
En 1987 y luego de disputas contractuales con la gerencia y un campeonato acortado por la huelga de los jugadores, Dickerson fue intercambiado a los Colts en uno de traspasos más importante que tuvo la NFL. Asimismo, esta situación no quitó méritos a lo realizado en la franquicia y por esa razón los Rams han retirado su número 29. En 1999 fue elegido para ser miembro del Salón de la Fama en la NFL. Y para culminar, dos datos que siguen demostrando la grandeza de este atleta, fue nombrado dentro del mejor equipo de la década de 1980 y fue uno de los doce corredores seleccionados para el equipo de todos los tiempos del centésimo aniversario de la NFL.
Tranquilamente se podría hacer una película con la historia de Kurt Warner y su recorrido dentro del football americano profesional. En 1994, luego de que ningún equipo lo seleccione en el draft, los Green Bay Packers lo firmaron para ser el tercer QB del equipo detrás de Brett Favre y Mark Brunnell. Su estadía allí fue muy corta y en menos de un año lo dejaron libre. En 1995 probó suerte en los Iowa Barnstormers, un equipo de Arena Football Leagie, donde permaneció por tres campañas y en dos ellas fue elegido como el mejor mariscal de la liga. Vale comentar que por sus actuaciones, los Barnstormers han retirado su casaca. En 1998, se fue jugar a los Amsterdam Admiralds de la NFL Europa, y gracias a su juego, los Rams lo repatriaron para en ese año ser el tercer mariscal detrás de Steve Bono y Tony Banks.
Ya en 1999 viene lo más increíble de su carrera. Warner inició el training camp de como suplente de Trent Green, cuya lesión en pretemporada intercambió los roles. Warner no sólo cumplió con las expectativas, sino que las rebasó por mucho, teniendo la mejor temporada para un QB de los Rams en la historia, superando las 4.300 yardas, 40 TDs y ganando el MVP de la temporada. No conforme a ello, junto a Isaac Bruce y Marshall Faulk llevaron a los Rams a levantar el Trofeo Vince Lombardi por primera y única vez en su historia luego de un tremendo partido contra los Titans que se definió en la última jugada del match. En ese juego, al igual que la temporada regular, fue nombrado como el jugador más valioso gracias a un partido donde sumó más de 414 yardas y dos anotaciones.
Este QB jugó seis años con los Rams, tal vez no tanto tiempo como titular del equipo, sin embargo mientras lo fue lo hizo de excepcional manera. En 2001 volvió a tener una temporada de ensueño superando las 4.800 yardas (líder de toda la liga en ese rubro) y siendo nuevamente el MVP de la temporada. Lastimosamente para él y su equipo no pudieron obtener nuevamente el Super Bowl, ya que los Patriots, en el año del debut de Tom Brady, lograron vencerlos en la última jugada gracias un FG de Adam Vinatieri. Sus últimos dos años en la institución estuvieron plagados de lesiones y a finales de 2003 fue dejado libre.
Además de los premios nombrados anteriormente, Warner en los Rams fue seleccionado en tres ocasiones al Pro Bowl, dos veces fue All-Pro y acumuló 14.447 yardas por aire y 102 TD. Los Rams han retirado su número 13 y en 2017 fue su ingreso a Canton, Ohio. Asimismo, vale agregar que en la lista de los 100 mejores jugadores de la historia de la NFL publicada el 4 de noviembre de 2010, Warner fue ubicado como el décimo séptimo mejor QB de todos los tiempos.
Su ilustre carrera comenzó en los Indianápolis Colts en 1994 y a pesar de haber sobrepasado las 1.000 yardas en cuatro de las cinco campañas en la institución, los Colts lo canjearon a los Rams previo a la temporada 1999. Su huella en la franquicia, que en ese entonces estaba situada en Saint Louis, fue inmediata. Se convirtió en el arma principal de Kurt Warner en el año en que fueron campeones. Faulk podía lastimarte tanto por tierra como por aire y eso lo hacía un jugador sumamente peligroso y muy difícil de marcar. En esa campaña superó las 1.000 yardas en ambos rubros (2.429 yardas totales) convirtiéndose en el segundo RB de la historia en lograr semejante hazaña (el otro había sido Roger Craig con los 49ers en 1985). Su promedio de 5,5 yardas por acarreo fue el más alto de la liga y fue nombrado Jugador Ofensivo del Año.
En St. Louis, el egresado de San Diego State fue tres veces consecutivas All-Pro y OPOY, además de MVP en 2000, cuando anotó 18 touchdowns en apenas su segunda temporada con la franquicia. Además, en los siete extraordinarios años con el equipo totalizó 11.030 yardas totales y 85 TDs. Su número 28 está retirado en la franquicia y en 2011 ingreso al grupo selecto de los inmortales en Canton.
Su legado va más allá de números o records, su estilo de juego hizo modificar los esquemas ofensivos y defensivos. Desde ese entonces y hasta ahora, si los corredores quieren sobresalir en la NFL, deben ser excelentes en el juego aéreo para ser un arma más del ataque. Y asimismo, las defensas debieron mutar sus sistemas, porque como casi ningún linebacker tiene la velocidad suficiente para cubrir a los RBs, los coordinadores defensivos debieron incorporar un safety cerca de la caja o un cornerback de slot y sacar del campo a un LB. Años anteriores era impensable esta situacion, salvo casos o jugadas excepciones
Qué decir del egresado de la Universidad de Pittsburgh en el 2014. Literalmente transformó la posición de defensive tacke. Anteriormente a su llegada, los lineros defensivos internos eran personas muy pesadas y el objetivo principal de estos era tapar los agujeros para que no puedan escaparse los running backs y si podían presionar al QB mejor, aunque esta no era su función principal. Esa tarea era para los DE o los OLB.
Con la llegada de este jugador todo cambió. Donald desde su sector dentro de las trincheras, no solo frena los acarreos rivales (el promedio de los corredores que intentar correr por su lado es menor a la yarda) sino que gracias a su fuerza, tremenda velocidad, gran uso de manos y primer paso súper explosivo mete presión constante a los QB rivales. Ningún liniero ofensivo puede marcarlo de manera individual y los coordinadores ofensivos tienen que meter dos o tres lineros enfrente frente a él para que no pueda pasar y poder así ejecutar la ofensiva diseñada
En sus siete años en la NFL, obtuvo tres galardones de DPOY. En uno de esos años (2018) superó la barrera de las veinte capturas al efectuar 20,5 y realizó 25 tackles para perdida de yardas. Además, en sus últimos seis años fue elegido para integrar el equipo ideal de la NFL (solo en el año de novato no consiguió ese logro), fue Novato Defensivo del Año en el 2014 y lo llamaron para jugar todos los partidos del Pro Bowl desde su ingreso al profesionalismo hasta la última temporada. También, de manera unánime, fue votado para ser miembro del equipo de la década 2010.
En cuanto a números, disputó 106 juegos y totalizó 85 sacks, 131 tackles para perdida de yardas y forzó 19 pérdidas de balón. Gracias a su presencia, los Rams han tenido defensivas top 10 en la mayoría de las campañas. Sin lugar a dudas, es el mejor DT de la historia de la NFL. Si bien falta mucho para el retiro, no tenemos dudas que los Rams retiraran su número 99 y el Salón de la Fama tendrá su busto inmortalizado.
Menciones honorables: Isaac Bruce (WR), Merlin Olsen (DT), Jack YoungBlood (DE) y Orlando Pace (OT).
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.
