Los Green Bay Packers son el equipo más tradicional e histórico de la NFL. Nadie se podía imaginar que un pequeño grupo de jugadores y trabajadores de la entonces Acme Packing Company iba a fundar una de las franquicias deportivas más reconocidas y prestigiosas del mundo.
Además de ser uno de los equipos fundacionales de la NFL actual, los Packers son la franquicia más ganadora con 13 títulos totales, nueve de ellos entes de la era Super Bowl, y cuatro Vince Lombardi.
Sin embargo, no todo es color de rosa, o deberíamos decir green & gold, si hablamos de éxito en postemporada. Más allá del legado de Curly Lambeau, y Vince Lombardi que juntos se combinaron para 9 campeonatos, en la última década los fans queseros han tenido más sinsabores que alegrías.
Aaron Rodgers fue nombrado titular por el entonces entrenador en jefe de los Packers, Mike McCarthy, para la temporada 2008. Tomar la batuta del magnífico Brett Favre no fue tarea fácil, no obstante tras un par de temporadas como titular Rodgers se afianzó en la liga y alcanzó la gloria máxima liderando a los Packers del 2010 a meterse por la ventana en los playoffs de dicha temporada.
Cuando todos pronosticaban el comienzo de una nueva dinastía que vestida con cascos cheeseheads iba a adueñarse de la NFL, vinieron los fracasos, las derrotas dolorosas en playoffs y la imposibilidad de admirar el talento de Rodgers en un Super Bowl.
Los cheeseheads terminaron el 2014 con un récord de temporada regular 12-4 y siendo el seed 2 de la NFC. Tras superar a los Cowboys, en un partido vibrante que se definió por la polémica no recepción del WR Dez Bryant en la serie final del encuentro, tras esto viajaron para enfrentar a Seattle Seahawks.
En Seattle todo pintaba de maravilla para los dirigidos por Mike McCarthy, los Packers se fueron al descanso de medio tiempo con una un marcador de 16-0. Y para la segunda mitad presionaron a Russell Wilson y forzaron cinco perdidas de balón, sin embargo, no pudieron capitalizar dichos turnovers en puntos.
En los minutos finales, Green Bay ganaba 19-7 y unos Seahawks desesperados intentaron el último recurso que les quedaba, una patada corta e ir por todas a recuperar el ovoide… entonces ocurrió el desastre para Green Bay. La temporada terminaría para los Packers viendo como el ala cerrada Brandon Bostick no podía atrapar el onside kick que finalmente fue recuperado por Seattle.
El encuentro se extendió a tiempo extra, los Seahawks ganaron el coin toss y Russel Wilson no perdonó anotando el touchdown ganador en la primera serie de dicho tiempo extra.
Curándose las heridas, los de Wisconsin regresaron al partido de campeonato por la NFC en el 2016. El rival a vencer en esta ocasión fueron los Atlanta Falcons, mismos que contaban con un coordinador ofensivo llamado Kyle Shanahan y un entrenador de QBs de nombre Matt LaFleur.
Luego de derrotar a los Giants con el famoso pase hail mary de Aaron Rodgers a Randall Cobb, y después superar a los Cowboys en un partido apasionante que se definió en el último segundo con un gol de campo de Mason Crosby. Los Packers se vieron totalmente superados por los Falcons en un partido donde la defensa quesera permitió 44 puntos. Desastre defensivo en Atlanta y otra desilusión para los fans de Wisconsin.
En la temporada 2019 y luego de dos años de ausencia en postemporada el entonces novato HC de los Packers, Matt LaFleur, llevó al equipo a un récord de temporada regular de 13-3 y luego de vengarse de los Seahawks en la ronda divisional se enfrentaron a los San Francisco 49ers por el título de la NFC.
Otro desastre, ahora no solo defensivo, truncaría las posibilidades de Green Bay de acceder al Super Bowl. Los 49ers destrozaron con el ataque terrestre a la defensa de Packers, además la línea defensiva de San Francisco fue un dolor de cabeza para Rodgers. Green Bay dejó el campo una vez terminada la primera mitad con un déficit de 27-0. Obviamente, no pudieron remontarlo y regresaron derrotados a Wisconsin.
En el 2020, LaFleur una vez más lideró el equipo que conseguiría el mismo récord que la temporada anterior, es decir 13-3. Esto aseguró que Packers sean el seed 1 de la NFC. Por primera vez en la carrera de Aaron Rodgers, iba a tener la posibilidad de disputar un partido por el titulo de la NFC en el Lambeau Field.
En esta ocasión el rival a vencer fueron los Tampa Bay Buccaneers liderados por Tom Brady. Y aunque en la primera mitad Brady y compañía se dieron un festín con la defensiva de los Packers, para la segunda mitad se ajustaron las piezas, presionaron al QB de los Bucs y lo interceptaron en dos ocasiones. El punto de quiebre y la decisión polémica de LaFleur de patear un gol de campo faltando menos de 5 minutos por jugar hicieron que los Packers una vez más sean derrotados en esta instancia de playoffs.
La última década de Green Bay ha tenido maravillosos triunfos y momentos, no obstante también está cargada de decepciones y tormentos. El récord total de postemporada de Aaron Rodgers es 11-9, 4-2 a su favor en la ronda de Wild Card, 5-3 en la divisional, pero 1-4 en el campeonato por la NFC; además en el único Super Bowl que disputó salió victorioso.
En instancias tan decisivas, cabe decir que en todo deporte siempre hay algo de azar que marca la delgada línea entre salir victorioso y llevarse la gloria o ser derrotado y quedarse con las manos vacías. Sin embargo, hay una constante en todos los juegos de campeonato que ha disputado Rodgers: las cuatro derrotas fueron en partidos que terminaron en tiempo extra, y en tres de esas derrotas los Packers no tuvieron posesión ofensiva. Dura carga que deberá asumir el coordinador defensivo Joe Barry, ahora al mando de una defensiva que ha sorprendido por su alto rendimiento este año, pero ¿esta defensa será capaz de acompañar al talento de Rodgers hasta el Super Bowl?
Colaborador, analista y redactor. Antes participé en NFL Vavel y como invitado en los podcast Frozen Tundra y GoPackGoMx. En 1996, por pura casualidad, sintonicé el Super Bowl XXXI. Los Green Bay Packers levantaban el Vince Lombardi de la mano de Reggie White, Brett Favre y Mike Holmgren contra New England Patriots. A partir de allí, nunca más quise alejarme del football americano y es todo un privilegio para mí contribuir en la cobertura en español de este hermoso deporte.
