Los Green Bay Packers están sufriendo su primera turbulencia de la temporada en la National Football League (NFL), después de un pintoresco inicio de dos victorias y una derrota, los comandados por Jordan Love tienen su primer tirón de oreja perdiendo los últimos dos juegos al hilo. Ahora se posan en un récord de 2-3 y este domingo irán a Denver, donde buscarán volver a la senda de la victoria ante unos Broncos que tienen la peor defensiva aérea de la liga.
Necesitarán de un Love inspirado, que se asemeje al rendimiento que tuvo en las primeras tres semanas, donde lanzó siete touchdowns y tan solo una intercepción, además promedió 94.7 de índice de pasador. Los Packers comenzaron el año con una contundente victoria 38-20 en Chicago, ante su clásico rival, los Bears, luego perdieron en un ajustado 24-25 con los Falcons en Atlanta y en la tercera semana vencieron 17-18 a los New Orleans Saints en el Lambeau Field.
El ataque comenzó a verse gris ante los Saints, pero empeoró en las últimas dos fechas y un mal rendimiento les tropezó con dos derrotas, primero de local contra los Detroit Lions por 34-20 y después en Las Vegas contra los Raiders por un sobrio 13-17. Los Packers vienen con una semana de descanso y con buenas noticias para el partido del domingo, donde irán a Denver para jugar con los Broncos de Sean Payton que ganaron un solo juego en todo el año.
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Para el entrenador Matt LaFleur uno de los factores principales será la vuelta de Aaron Jones, el elemento más preciado en la ofensiva de Green Bay. Un corredor capaz de escurrirse en los huecos más cerrados y generar jugadas grandes cuando pareciera que no hay nada, de hecho es el quinto mejor corredor en la historia de la NFL en promedio de yardas por acarreo con 5.1. El año empezó complicado para los de Wisconsin, que dispusieron esporádicamente de Jones y en su debut perdieron por el resto de la temporada a su excelente tackle ofensivo David Bakhtiari.
Los últimos dos partidos no han sido buenos para el nuevo mariscal de Green Bay, que debió tomar las riendas tras la partida del mágico Aaron Rodgers. La ofensiva perdió ritmo y en parte por las malas lecturas de su estratega, que lanzó un solo pase de anotación y cinco intercepciones en las últimas dos derrotas. Preocupa lo insulso que ha estado el ataque de los Packers, que son el 28° equipo en la liga en yardas por juego con 281.6.
Más precisamente, el problema ha estado en las llamadas y ejecución de las mismas. Llevando a Love a ser el mariscal con peor porcentaje de pases completos en la NFL, tan solo 56.6%, y el primero en promedio de yardas intentadas por pase, con 9.9, lo cual lo posiciona como el que más distancia busca en sus pases. Por lo tanto, los números reflejan que los Cabeza de Queso están buscando jugadas de largo alcance, pero con muy poco éxito, intentando jugadas grandes que no están saliendo.
Además, Jordan es el segundo en toda la liga con mayor agresividad en sus pases (25.3%), una estadística que mide la cantidad de envíos en dirección de ventanas apretadas (entre espacios cubiertos por defensores) y defensores a menos de una yarda de distancia al receptor; lo cual también refleja la mala toma de decisiones en el arquitecto de esta ofensiva. Basta de números, ahora vamos al hueso.
Jordan Love + Romeo Doubs 🚀🚀🚀, los #GoPackGo tienen en qué creer...pic.twitter.com/0wrWeTuK5f#NOvsGB
— No Huddle (@nflnohuddle) September 24, 2023
Matt LaFleur deberá simplificar las llamadas en el ataque de los Packers, dar prioridad a su duo de corredores Aaron Jones y AJ Dillon que son un combo de explosividad y potencia, para luego si dejar soltar el brazo a su mariscal. Con lecturas más sencillas para Love, que además de su capacidad de utilizar las piernas podrá en su debido momento buscar las jugadas grandes pero si primero demuestran la capacidad de mover las cadenas.
Una vez puedan conseguir primeros downs, la ecuación se pondrá más sencilla para los de Green Bay que son sextos en la NFL si de porcentajes de touchdowns en la zona roja se habla (62.5%). Este domingo tendrán una oportunidad brillante frente a los Broncos en Denver, que tienen la peor defensiva aérea del año y es la que más yardas aéreas permite por jugada (7.2), porcentaje de pases completo permite por juego (76.4%), promedio de touchdowns aéreos permite por juego (2.33), índice de pasador (117.8%) y porcentaje de primeros downs por pase permiten (una primera oportunidad por cada 2.65 jugadas de pase). La mesa está servida, para Jordan Love y los Green Bay Packers de sacar chapa y volver a flote en un duelo que podría renovar la cara del equipo.
Técnico Superior en Periodismo Deportivo cubriendo la NFL; especialista del ajedrez táctico que se juega en el fútbol americano e impaciente por analizar su primer partido al costado de la cancha. En búsqueda de vivir analizando la liga más entretenida del planeta.
