Los "Expected Points Added" (EPA) son una estadística avanzada ampliamente utilizada por numerosos analistas en la NFL y CFB. La misma se ha convertido en una herramienta fundamental para evaluar y comparar equipos y jugadores. Si bien por el momento no fue adoptada por los principales medios de comunicación, prácticamente todos los analistas independientes recurren a esta métrica como la base de sus investigaciones.
Hoy en día, el EPA goza de una gran aceptación entre los analistas debido a su capacidad para resumir información de manera efectiva en comparación con otras variables. Además, permite realizar un análisis más riguroso y objetivo, al separar variables puramente nominales y subjetivas. Por ejemplo, a partir del EPA podríamos responder la siguiente pregunta:
Que los Browns pasen en promedio 25 yardas más por partido que los Ravens, ¿significa que su juego aéreo es mejor?
Si bien existe una polémica sobre si el EPA representa la superioridad de un equipo o simplemente su eficiencia, no profundizaremos en ese debate. La siguiente nota está pensada como un kickoff para aquellos que encuentran gráficos en las redes, para aquellos que quieren dar sus primeros snaps en la estadistica, o simplemente les gusta aprender sobre esta disciplina.
Haré lo que todo HC tiene prohibido, pedir un tiempo fuera antes del primer snap. Pero antes de comenzar, es importante destacar que es lo que nos da la estadística, además de números y en algunos casos, lindos gráficos. En este sentido, si cada semana cuenta con alrededor de 14 a 16 encuentros, y suponiendo una duración promedio de tres horas por partido, se necesitarían aproximadamente 48 horas para ver una semana completa. En días sería algo así como empezar a ver los partidos el martes por la mañana, y terminar minutos antes del Thursday Night Football. Incluso, para los fanáticos más apasionados resulta imposible asimilar, analizar y comunicar tanta información en tan solo dos días.
Por esta razón, los datos, las métricas y la estadística desempeñan un papel fundamental en la narración de los eventos deportivos. En el football americano, la estadística es al tape lo que es Robin a Batman, o, en nuestro idioma, lo que es el coordinador para el Head Coach. Aunque no sean los protagonistas principales de nuestra historia, son los primeros en disipar las dudas, señalar qué observar y ayudar en la toma de decisiones al revelar las tendencias en el juego.
Matemáticamente, el índice se basa en acumular puntos esperados o “expected points” (EP), de aquí el nombre, que se espera que la ofensiva convierta en una situación (por ejemplo 3&2 en la yarda 24) dada ciertas variables. Estos EP se estiman a partir de cuan bien le fue a las sucesivas ofensivas en dicha posición a lo largo de las pasadas temporadas.
De esta manera, cada posición ofensiva es evaluada mediante un EP que se va acumulando a medida que la ofensiva consigue más snaps. Si la ofensiva avanza en el snap, el EP se espera que sea positivo. Mientras que si la ofensiva retrocede, sea por una pérdida de yardas, como una captura o una penalización, se espera que el EP sea un valor negativo. La diferencia entre el valor inicial (donde salió el snap) y donde finalizó la jugada (donde será colocado el ovoide) dará como resultado el EPA.
Si tomamos la marcha ofensiva inicial de los Raiders frente a Bills en la semana 2, podemos leer:
Los puntos esperados (EP) que una ofensiva convierta en el 1&10 saliendo de su yarda 25 son aproximadamente 0.77.
Como LV perdio 4 yardas en su primera jugada, ahora en 2&14 saliendo de su yarda 21 los EP son -0.56, lo que es igual a un EPA de -1.33.
0.77 - 1.33 = -0.56
Jugadas después, la ofensiva se encuentra en 1&10 en la mitad de zona campo. En este caso, el EP es 2.57, un poco menos de lo que vale un gol de campo.
Tras una ganancia de 34 yardas, ahora LV está en la redzone, agregando aproximadamente 2.23 EP a su drive.
Finalmente, la última jugada del drive finaliza en un pase de TD para Davante Adams, sumando 2.18 EP. ¿Cómo se consigue este número? Sencillo. 7 puntos - 4.81 (EP) = 2.18.
Si bien nos concentramos en caracterizar al EPA desde el lado ofensivo, la defensiva también puede cuantificarse en cuanto a esta métrica. Solamente, hay una fundamental diferencia a tener en cuenta, y es que a menor valor de EPA, mejor desempeño. De esta manera, si la defensa de los Saints tiene un EPA promedio de -0.05 mientras que la defensa de Cowboys un EPA promedio de -0.02, en este caso la defensa de los Saints obtuvo un mejor desempeño por jugada. En otras palabras, permite menos puntos esperados.
A menudo, numerosos análisis finalizan con un volumen de datos que se prestan a la subjetividad. O como comentamos anteriormente, mueren de nominalidad. ¿Qué quiere decir esto? Muy fácil. Retrocedamos a enero de 2020, Jameis Winston finalizaba la temporada 2019 como líder en yardas aéreas con 5.109, siendo uno de los nueve QBs que han logrado superar esta marca en la historia de la NFL. Ahora bien, para alguien que no conoce la liga, le repetimos esto último y seguramente diga: "¡MVP!". Sin embargo, si comparamos las yardas aéreas con el EPA, podemos ver:
Si comparamos el EPA Pass, es decir, solo los expected points correspondientes a jugadas de pase, Winston está por debajo de los mejores ocho QBs, un 25% de la liga. Esto último también puede verse en relación con ofensivas en general. Solo basta preguntarse si vale lo mismo ganar cinco yardas en 2&10 en tu yardline 30 que en la 35 de tu rival. Por supuesto que no. En palabras de un economista, la utilidad marginal de ganar una yarda cuanto estemos más cerca de la redzone sería mucho más alta. Es por ello que el EPA le asigna un "valor real" a las yardas ganadas (por una ofensiva) o no permitidas (por una defensiva) y dejan de ser meramente un valor.
Es así, como el EPA es una métrica que nos dota de una gran capacidad de resumen y objetividad a la hora de comparar ofensivas y defensivas. Chris Parker (@chris_parker222) resume algunas de las siguientes estadísticas como claves importantes a la hora de ganar un partido
Eficiencia en Redzone
Eficiencia en 1&10.
Exito en 3er y 4to Down
Cantidad de Jugadas Negativas
Si bien se puede estudiar individualmente una por una, a priori el Índice EPA guarda una estrecha relación con ellas. En relación con ello, si uno quiere ver rápidamente cuan equipo es mejor o más eficiente en estos apartados, el EPA equivale a un pase de touchdown.
Para finalizar, el EPA es hoy la métrica más difundida por los analistas, sin embargo, no es la única. A partir de ella, existen otras métricas más avanzadas para estudiar más de cerca a las ofensivas (DVOA), runningbacks o receptores (RYOE). Lo cierto, es que para muchas ellas, el EPA es su base.
Actuario. Analista de Datos. Especialista de Safeties en Guia No Huddle 2023.