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Dak Prescott y una seña que lo caracteriza en las últimas cuatro semanas, la de TD. / Foto: Tom Pennington (Getty Images)
Los Dallas Cowboys están con récord 6-3 luego de vencer en una apabullante victoria a los New York Giants por 49-17 en el marco de la semana 10 de la National Football League (NFL). Esto, sorpresivamente, los posiciona solo como el sexto equipo de la Conferencia Nacional (NFC) y si bien hoy por hoy les alcanza para clasificar a Playoffs, lo cierto es que su juego indica mucho más que ello.
Es cierto que los Giants quizás no sean parámetro para medir cuán alto es el nivel de juego del QB Dak Prescott, sin embargo, cuando miramos hacia las semanas anteriores cuando le tocó enfrentar rivales como Philadelphia Eagles -aún en la derrota-, Los Angeles Rams y Los Angeles Chargers, se puede observar cómo la ofensiva de Dallas ha crecido exponencialmente y pulido gran parte de los errores y desajustes que tenía previo a la semana de descanso.
Desde el bye, Dak y los Cowboys tienen marca de 3-1, con 101/140 de pases atrapados (72% de efectividad) para 1,354 yardas, 12 TDs, dos INTs, otras 90 yardas por tierra y dos anotaciones por la misma vía. Hay un claro antes y después para Prescott que termina siendo palpable lo cómodo que se lo nota en la ofensiva “Texas Coast” (basada en la west coast) de Mike McCarthy, que durante el training camp, tanto se habló. El gran momento del QB incluso se trasladó a actuaciones extraordinarias de CeeDee Lamb, Brandin Cooks y Jake Ferguson.
"Dak is playing the best quarterback right now in the league."
— Get Up (@GetUpESPN) November 15, 2023
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Por más bueno que haya sido el juego aéreo de la ofensiva de Dallas, la gran deuda sigue estando en el ataque terrestre. Tony Pollard se quedó con el liderazgo del RB room luego de la partida de Ezekiel Elliott pero lo cierto es que hasta el momento no ha logrado parecerse a ese de años anteriores que aportaba el cambio de ritmo en la ofensiva. Zeke machacaba las yardas cortas y TP se encargaba de encontrar el hueco y explotarlo.
En lo que va de temporada, Pollard acumula 529 yardas en 135 acarreos (promedio de 3.9 yardas por intento) y solo dos anotaciones. Luego, por aire, suma otras 190 yardas y no tiene anotaciones. Detrás de él, aparece Rico Dowdle quien firmó en 2020 con los Cowboys luego de no ser seleccionado en el Draft de ese año. Desafortunadamente las lesiones lo han perseguido durante sus primeros tres años y ahora, finalmente sano, viene pidiendo pista detrás de Pollard, gracias a sus “furiosos” acarreos, tal como lo definió su HC Mike McCarthy.
Co-Founder de No Huddle. Editor, redactor y conductor de los distintos productos del medio. Sigue la NFL desde 2012 y la cubre desde 2020. Especialista en Dallas Cowboys.
