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No resulta fácil calificar una temporada de NFL como "mediocre". El debate sobre qué tan entretenido es un año particular es completamente subjetivo, y cada fanático puede tener argumentos basados en muchos factores posibles. Presencia de partidos emocionantes, la lucha por puestos de playoffs, las grandes sorpresas o decepciones... todos estos aspectos, en mayor o menor medida, influyen en el atractivo que genera una temporada regular para el espectador. Dicho eso, con ya dos tercios de temporada en los libros, muchas estadísticas sugieren que en este 2023 hemos visto una importante regresión en la capacidad de los equipos para sumar puntos. Y si bien los números no cuentan la historia completa, tampoco mienten.
Empecemos con algunas estadísticas curiosas de la última semana: en el encuentro entre New York Jets y Houston Texans, al final de la primera mitad ningún equipo había logrado anotar todavía. Es más, en total hubo 11 drives y todos terminaron en despeje. Desde 2019 que un partido de la NFL no terminaba sin puntos al final de los primeros dos cuartos. Pero, como si esto fuera poco, horas después sucedió lo más sorprendente: Minnesota Vikings y Las Vegas Raiders no solo terminaron el primer tiempo empatados en 0, sino que el score se mantuvo así hasta entrado el último cuarto, cosa que no sucedía desde 2017. ¿Cómo terminó? 3-0 a favor de Vikings, resultado que no ocurría desde 2007 (victoria de Pittsburgh Steelers ante Miami Dolphins) y que solo pasó tres veces en los últimos 40 años. Ah, y por si fuera poco: la última vez que dos partidos de una misma semana habían terminado 0-0 al entretiempo había sido en 1988.
Ahora bien, no son partidos aislados. De hecho, el promedio de puntos totales por partido viene decreciendo por tercer año consecutivo y va camino a un mínimo desde 2009. Ni siquiera esto significa que los partidos sean parejos, dado que el diferencial de puntos entre equipos ganadores y perdedores se mantiene alto. A los equipos simplemente parece que les cuesta demasiado anotar.
A friend of mine went to the Vikings-Raiders game today… I should probably check in on her 🤣 pic.twitter.com/F3WaWYfK1q
— 2023 WORLD SERIES CHAMPIONS!!!!!!! (@DTSportsAddict) December 11, 2023
Lo dijo hace unas semanas nada menos que Tom Brady: no se ve la excelencia de otros años. Es una temporada de pocas jugadas grandes, de malas llamadas ofensivas (especialmente en zona roja) y de penalidades en ataque. Los mariscales, de los cuales diez son de primer año (récord en la liga) son capturados más que nunca. Claro que también hay mérito de las defensivas, que parecen de a poco ir adaptándose a las tendencias de los quarterbacks de los últimos años y tienen más éxito presionándolo.
Está claro que los partidos de puntaje bajo ocurren y seguirán ocurriendo. Pero cuando semana a semana se nota una dificultad general para marcar puntos, esa tendencia puede tener un impacto en el entretenimiento general de la liga. Por suerte, sea esto algo aislado o no, si hay algo que tiene la NFL en todo su conjunto es la capacidad de adaptación. Dentro del campo, las ofensivas eventualmente se adaptan a las buenas defensivas, y viceversa. Fuera de él, a los directivos no les tiembla el pulso a la hora de cambiar reglas en pos de promover partidos más atractivos para todo el público.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
