Nadie duda de la gigante historia que tienen los New York Giants en la National Football League: han llegado al Super Bowl en cinco ocasiones, coronándose en cuatro de estas —1986, 1990, 2007 y 2011, estos dos últimos años marcando una paternidad contra New England Patriots y Tom Brady— y con una sola derrota en sus laureles (una aplastante derrota sufrida contra Baltimore Ravens). Y si tenemos en cuenta los títulos logrados antes que naciera el Super Bowl, sumaríamos cuatro campeonatos más al historial.
Pero hoy la realidad es otra: New York Giants es una sombra de la franquicia dominante que fue durante varias décadas, con un equipo que siempre disponía de un poderío defensivo muy dominante y capaz de frenar cualquier ofensiva que se presentara en la cancha. No está de más decir que la ofensiva cumplió cuando debía hacerlo, pero la mentalidad de juego de Giants siempre fue como bien dice el legendario entrenador de college football Paul Bryant: "La ofensiva gana partidos, pero la defensiva gana campeonatos".
Llegando al Super Bowl 2024, el historial no viene siendo muy alentador a partir del último campeonato, conseguido en 2012: Llevaban más de cinco años sin llegar a playoffs —racha que supieron tirar abajo con la clasificación en la temporada anterior— pero no tenían victorias en postemporada hace más de diez años —racha que también cortaron con la victoria en wild card contra Minnesota Vikings por 31 a 24—. Esta temporada quedaron lejos de lo demostrado el año pasado, con un récord de 6-11 y con más preguntas que respuestas de cara a la próxima temporada.
Inside the legendary career of Bill Parcells
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5 de febrero de 2012: fecha del último Super Bowl al cual los Giants han llegado hasta el día de la fecha. Y para felicidad de sus fanáticos, el resultado fue el mejor de todos: campeones contra los New England Patriots de Tom Brady, en un partido que fue de mayor a menor pero que no dejó de ser competitivo —21 a 17—. La importancia de los equipos especiales y la confianza en un buen pateador fue lo que permitió que New York sacará ventaja a base de field goals y logrará el resultado deseado.
El MVP de esa final fue Eli Manning, quien lanzó 30 de 40 pases para 296 yardas y un touchdown. Se destaca también la labor del corredor Ahmad Bradshaw, con 17 acarreos para 75 yardas y un touchdown, y del receptor Hakeem Nicks, quien terminó con diez recepciones para 109 yardas pero con la deuda de poder llegar al touchdown luego de semejante partido.
A partir de esta fecha, los Giants han tenido idas y vueltas con respecto al rendimiento: temporadas mediocres, a la par de algunas positivas pero sin clasificar a postemporada, y otras llegando a clasificar pero quedando en wild card o en duelos divisionales. Con una nueva gerencia liderada por Joe Schoen que lleva solo dos años, se espera que New York sea capaz de volver a ser la dominante franquicia en una NFC Este muy agresiva que tiene a Dallas Cowboys y Philadelphia Eagles llevandose todo el protagonismo en estos últimos años.
Periodista deportivo. Cubre la NFL desde 2018, college football desde 2020 y ELF desde 2021. Corresponsal de New York Giants y Detroit Lions desde 2019. Redactor, analista y comentarista de No Huddle desde 2022. Conduce Fernet con Football. Especialista en marketing y ofensiva West Coast.
