Crónica de un final anunciado: Stefon Diggs se va de Buffalo / Foto: Buffalobills.com
Aún faltando semanas para el NFL Draft 2024, podemos decir casi con seguridad que los Houston Texans son los ganadores de esta pretemporada. Luego de un año excepcional que vio dispararse a C.J. Stroud, Will Anderson Jr. y DeMeco Ryans al estrellato, la franquicia más nueva de Texas logró el que probablemente sea el trade más relevante en lo que va del año: Por el módico precio de una selección de segunda ronda en el draft venidero, se llevan los servicios de uno de los WR’s más consistentes y relevantes de la liga en el último lustro (más dos selecciones de tercer día). Es decir: un negocio redondo.
Desde ya, esa calificación no aplica para el otro lado de la historia: la partida de Diggs implica una merma significativa en el poderío ofensivo de los Buffalo Bills, una franquicia que hace varios años vive al borde de romper la sequía de campeonatos. Sin las manos seguras del #14, el sueño de un Lombardi parece cada vez más lejano, y el hecho de no haber conseguido ni siquiera una 2.ª ronda limpia hace que la afrenta sea aún mayor.
Cabe aclarar que la situación no agarró a nadie por sorpresa: hace ya bastante tiempo que la relación entre el receptor y la franquicia venía en deterioro, con alguna que otra situación incómoda en la pretemporada anterior y hasta ciertos momentos de tensión entre Diggs y Josh Allen que daban a entender que no todo era color de rosa en Orchard Park. Es muy probable que a la larga esto sea lo mejor para las dos partes, pero difícilmente ese consuelo le sirva hoy a una Bills Mafia que mira el plantel del equipo y se encuentra con el recién incorporado Curtis Samuel como WR1.
Si hace un año alguien nos decía que íbamos a estar diciendo esto, lo tratábamos de loco, pero así son las cosas: la ofensiva de los Houston Texans acaba de pasar de “muy buena” a “temible”. Si C.J. Stroud ganó el premio al novato ofensivo del año tirándole pases a jugadores que, al menos en los papeles, eran completamente ignotos, ¿qué se puede esperar ahora que tiene a su disposición a uno de los mejores receptores de la liga? El tridente Diggs-Dell-Collins se perfila de antemano como uno de los mejores cuerpos de receptores (si no el mejor) de toda la NFL para la temporada entrante.
Con la llegada de Joe Mixon para fortalecer el juego terrestre, el regreso de Dalton Schultz con su nuevo contrato y la continuidad del OC Bobby Slowik, el ataque de los Texans parece no tener techo y se perfila como una de las unidades candidatas a darle un muy mal trago a cualquier defensiva que se les ponga delante.
Parece extraño hablar de reconstrucción haciendo referencia a un equipo que tiene un Quarterback elite como Josh Allen y ya varios años consecutivos siendo protagonista, pero la realidad es que esta pretemporada vio desangrarse la calidad de jugadores que los Bills venían presentando año tras año. Ofensivamente, la pérdida de Diggs los deja sin su arma principal, y si sumamos la salida de Gabe Davis vía agencia libre, el cuerpo de receptores va desde mediocre a malo: actualmente, detrás del recién incorporado Curtis Samuel, los titulares serían Khalil Shakir y Mack Hollins.
Por el lado defensivo, nombres como Jordan Poyer y Tre’Davious White (entre otros) abandonaron el barco, dejando a los dirigidos por Sean McDermott en una posición bastante más precaria que la que nos tenían acostumbrados. Las constantes decepciones en instancias definitorias lograron que el arco narrativo detrás de la franquicia y sus fanáticos pase de “grandes esperanzas” a “¿cuándo vamos a lograrlo?”, y esa impaciencia se empieza a notar dentro del vestuario.
Así las cosas, el Draft 2024 termina siendo un hito particularmente relevante para unos Bills que disponen de poco y nada de espacio salarial, sobre todo habiéndose tragado 31 millones de dólares en dinero muerto del contrato de Diggs. Si el GM Brandon Beane logra remplazar las partidas más destacadas, empezando por las del ex #14, todo esto se verá como un simple cambio de caras que recargue de energía a un equipo con aires de grandeza… Pero si las piezas no encajan y la sangría de talento se deja ver en el campo de juego, puede que la temporada 2024 sea una especialmente larga en el noroeste de New York.
Diseñador Gráfico UBA. Cubre la NFL desde 2022. Redactor y diseñador en No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Co-conductor de Falso Punteo, podcast de análisis, opinión y humor sobre la actualidad de la NFL.
