_).jpg)
Cada vez estamos más cerca del NFL Draft 2024. Las noticias abundan, los famosos "Mock Drafts" van y vienen, cambian todos los días. Hay jugadores que se disparan y otros que por alguna razón bajan y pierden protagonismo. Todas las franquicias preparan sus estrategias para el gran día. Los medios de comunicación especulan y siguen cada una de las historias detrás de este maravilloso evento. Mientras tanto, las futuras estrellas como Caleb Williams, Drake Maye y compañia se entrenan y alistan para lo que puede ser una noche inolvidable, en donde su carrera cambiará para siempre, cumpliendo el sueño de jugar en la NFL.
Pero en este caso iremos con algo distinto. ¿Qué pasa si se acaba el tiempo del reloj de un equipo? ¿Se lo habían preguntado alguna vez? ¿O creen que a una franquicia que cuesta billones de dólares algo de este estilo no puede sucederle? Bueno, en verdad si puede. Si no, pregúntenle a los Minnesota Vikings en el año 2003. Luego de una mala temporada en la que terminaron 6-10, el NFL Draft era la vía para recuperar esperanzas. Pero se convirtió en una pesadilla.
Red McCombs, dueño por entonces de la franquicia, demandó intercambiar su selección, la séptima global, por una más tardía, ya que de esa manera ahorraría dinero en el salario pagado al jugador seleccionado. Vale destacar la delicada situación económica que atravesaba la franquicia en esa época. Así fue que Bob Brezezinski, VP Football Operations, tomó las riendas de la negociación. Terminaron aceptando una oferta de Baltimore Ravens a cambio de esa séptima selección y recibieron la décima de la primera ronda, una cuarta y una sexta ronda.
Esto fue justamente lo que le sucedió a Minnesota Vikings. Si bien habían cerrado el intercambio con los Ravens, hubo un cortocircuito con las llamadas a la liga y el tiempo simplemente se acabó. Ambos equipos deben anunciar la negociación con los detalles perfectamente explicados y los dos deben indicar lo mismo. Algunos sospechan que Baltimore nunca realizó la llamada y otros que la NFL nunca atendió, imposibilitando el intercambio. De todas formas, Vikings tuvo suerte y logró contratar al jugador que tenían en sus planes, Kevin Williams.
Si el tiempo se acaba en el reloj, el equipo no pierde su selección, sino que “pasa” su turno y automáticamente empiezan a correr los 10 minutos del siguiente equipo. La franquicia que perdió su selección puede hacerla en cualquier momento, siempre y cuando el equipo al que le toca elegir en ese momento no haga su selección previamente. Es tanta la preparación para el NFL Draft que cuesta creer que algo así pueda suceder. Desde entonces, no volvimos a ver algo de semejante magnitud. Pero en esta liga, todo puede suceder.
