La NFL nos regala jugadas que terminan quedando en la historia por su importancia en un partido. El Super Bowl LI quedo en la historia no solo por la espectacular remontada de los New England Patriots sobre los Atlanta Falcons, sino también por una increíble recepción por parte de Julian Edelman.
El futbol americano, como todo deporte, tiene estas cosas. Nos sorprende con jugadas que pasan a la inmortalidad porque son inesperadas, importantes y espectaculares. Quizás no son las más vistosas, pero sin dudas generaron un impacto no solo en los espectadores sino en la historia de la liga.
Contra tres defensivos, el wide receiver de los Patriots logro quedarse con el ovoide. "Fue 70 % suerte, 30 % habilidad", señaló Edelman en el programa The Tonight Show de Jimmy Fallon, allá por el 2017. Suerte, habilidad o lo que haya sido, esa recepción le dio esperanzas a los fans de New England, se quedó en la memoria de todos y acá en No Huddle te vamos a recordar ese increíble momento.
La historia reciente de los Patriots está llena de grandes e increíbles momentos. El Super Bowl LI es uno de ellos. Ese partido tuvo todos los condimentos para quedar en cualquier grabado en la memoria y en los grandes libros, no solo por la remontada memorable, sino por jugadas como las que nos regaló el gran receptor, Julian Edelman.
Promediando el último cuarto, poco a poco New England fue avanzando en el campo hacia territorio Falcons utilizando todas las armas ofensivas que tenía a su disposición para conseguir un nuevo trofeo. Pases cortos, pases profundos, acarreos y todo tipo de jugadas que le permitiera avanzar y poder llegar a la zona de anotación.
Quedaba cada vez menos tiempo, los nervios y las tenciones aumentaban. Con menos de tres minutos por jugar del último cuarto, New England caia 20-28 ante Atlanta Falcons de Matt Ryan y el sueño de un nuevo Super Bowl parecía esfumarse. Los Patrios tenían que conseguir un touchdown si o si para forzar un tiempo extra y así tener alguna oportunidad de ganar nuevamente el Vince Lombardi.
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El reloj, el marcador, todo estaba en contra del conjunto dirigido por Bill Belichick. Sin embargo, con Tom Brady como quarterback y Julian Edelman como receptor, nada podía darse por sentado. Y así fue como lo imposible se hizo posible, lo inverosímil se hizo verosímil. Brady lanzó el pase hacia el Edelman, que Grady Jarrett llegó a desviar, pero contra todo pronóstico y contra ¡TRES! defensivos, el bueno de Julian logró atraparlo antes de que el ovoide tocara el suelo. Logró, así, una recepción fantástica, memorable y supervaliosa.
Esa atrapada fue vital porque le permitió a los Patriots colocarse en campo rival y mantener viva la esperanza de ganar un nuevo campeonato, el quinto para la franquicia. Un par de jugadas después de la mano de Danny Amendola, James White y el gran Tom Brady, New England lograría el touchdown del empate para llevar el juego al tiempo extra y terminar ganando el Super Bowl LI 34-28. Consiguieron así la mayor remontada de la historia de la NFL. Sin esa recepción, el posterior triunfo no hubiera sido posible y probablemente esa jugada sería recordada como "la intercepción con la que Brady perdió un nuevo título".
Julian Edelman sin dudas es parte de la historia grande de New England, uno de los jugadores más importantes, una leyenda Patriot que dejó una huella que nunca se podrá borrar y su recepción en el Super Bowl LI quedará grabada para siempre en la memoria de todos los fanáticos.
Sigue la NFL desde 2015. Redactor y analista de No Huddle desde 2023. Cubre NFL y College Football.
