Los Bengals terminaron la temporada 2019 con un récord de 2-14, lo que les “alcanzó” para ser el peor equipo y hacerse con el primer pick del draft de este año.
La temporada baja la encararon con una infinidad de necesidades, tanto posicionales como funcionales, debido a la baja calidad de sus titulares en algunos puestos. En agencia libre se nutrieron de esquineros, contratando a dos de los principales cornerbacks de Minnesota en Trae Waynes y Mackensie Alexander, luego de perder a B.W. Webb (cortado) y Darqueze Dennard (agente libre). La otra contratación importante en defensa fue la de D.J. Reader: el tackle defensivo ex Houston firmó por 4 años y 53 millones y formará parte de uno de los mejores dúos de defensores interiores, junto con Geno Atkins.
En ataque incorporaron al guard de Dallas, Xavier Su’a-Filo, quien era un jugador de rotación en una de las mejores líneas ofensivas de la liga y será de gran valor para un grupo que todavía necesita seguir mejorando.
Cincinnati se movió poco y buscará cubrir sus principales necesidades restantes con el draft y tal vez algún agente libre más, aunque es poco probable que siga activo en el mercado.
La posición más importante: Quarterback
Aquí yace la principal necesidad del equipo previo a la temporada. Si necesitás un mariscal, no importa qué otras posiciones tengas que cubrir, ese será tu principal objetivo por cumplir dada la dificultad que hay para encontrar un jugador estable y que cumpla con las expectativas.
Andy Dalton tiene los días contados en la franquicia de Ohio. Lleva toda su carrera en los Bengals y tuvo un rendimiento irregular a lo largo de los años, con altos y bajos. Pero la pasada campaña fue un punto de inflexión dado que su actuación decayó considerablemente, al punto de ser suplantado por un par de partidos. Se espera que el QB de 32 años sea intercambiado o cortado en la offseason, aunque la primera opción parece cada vez menos probable ya que muchos equipos ya cubrieron esa necesidad en la agencia libre, o la cubrirán con el draft.
Todo parece indicar que la franquicia tendrá bajo centro al quarterback de LSU, Joe Burrow. Aunque los Bengals hayan entrevistado a otros mariscales, todos los reportes y mock drafts apuntan a que, exceptuando una gran sorpresa, el pick 1 sea Burrow. El de Louisiana State tuvo una temporada histórica en el college, liderando a su universidad al título colegial y jugando en un nivel pocas veces visto. A pesar de que sólo estuvo un año de titular, y de que ningún prospecto es una apuesta 100% segura, Burrow es de los jugadores más preparados para el profesionalismo en este draft, y su status como QB1 se mantiene intacto.
Van a necesitar proteger al QB: Tackle Ofensivo
Dalton no fue el único que tuvo una temporada pobre. La línea ofensiva en general fue un punto flojo, y su protección al pobre de Andy fue subóptima durante todo el año. En términos de eficiencia de protección, fueron la número 21 según Football Outsiders.
Una unidad que está entre las peores 10 en proteger al mariscal va a necesitar ayuda en los costados, donde residen los mejores pass rushers. El pick de primera ronda de 2019, Jonah Williams, debutará este año y será una gran adición a un grupo que tuvo todo tipo de dificultades. El guard Xavier Su’a-Filo también será clave.
En el draft, buscar un OT que juegue opuesto a Williams servirá para cuidar a un (probable) Joe Burrow que, por más preparado que esté para la NFL, necesitará la mejor protección disponible para que su desarrollo sea lo más rápido y fácil posible. Con su segundo pick, el 33 en total y primero de segunda ronda, nombres como Josh Jones de Houston o Lucas Niang de TCU tendrán que ser tenidos en cuenta como opciones para reforzar la línea.
Un jugador que monitoree el medio de la defensiva: Linebacker
La incorporación más cara e importante de los Bengals en agencia libre fue la del DT D.J. Reader. El ex Houston tuvo su mejor campaña en 2019, con 52 tackles en total y 2.5 capturas. No se dejen engañar por el número de sacks, Reader fue una fuerza absoluta contra la carrera y mejoró muchísimo su técnica y producción en el pass rush. Según Pro Football Focus, fue el séptimo mejor IDL y su habilidad para parar el ataque terrestre será clave para los Bengals, que permitieron 148.9 yardas en esa faceta por partido en 2019, siendo últimos en esta categoría.
Linebacker es una gran necesidad por la ineficacia del equipo para detener el juego por tierra. Ni Nick Vigil (firmó con Chargers) ni Preston Brown fueron capaces de leer las defensas correctamente y llegar a tiempo para cerrar los gaps que se generaban. Reader arriba para ayudar en la tarea de que no se abran espacios, pero un LB que pueda llegar a tiempo y hacer la tackleada es imperial en esta defensa.
Lamentablemente, este draft no es el más fuerte en esta posición, aunque hay algunos nombres muy interesantes para las rondas intermedias. El equipo tenía muchas necesidades y no podía cubrir todas en la agencia libre. Los LB que lleguen seguramente tarden en desarrollarse, y al ser un equipo en reconstrucción, no sería la peor idea seleccionar al jugador que mayor potencial tenga en este aspecto. El nombre a tener en cuenta será el de Troy Dye, el LB de Oregon, quien tiene una excelente técnica de tackleo y un buen football IQ para identificar las carreras.
Para terminar, Cincinnati no competirá este año, pero tiene las herramientas para armarse y volver a ser un equipo temible en los años entrantes, siempre y cuando su mariscal cumpla con las expectativas.
Técnico superior en Periodismo con especialización en Deportes. Editor de la página y especialista en generación de contenidos SEO en No Huddle. Comenzó a mirar NFL en 2011 y cubre el deporte desde 2020.