Nos acercamos a una de las fechas más importantes del calendario de la NFL: el draft. El jueves 29 de abril se llevará a cabo la primera ronda, continuando hasta la finalización del evento el día sábado. En No Huddle analizaremos los prospectos más interesantes de una camada plagada de talento en varias posiciones. En el día de hoy, Trevor Lawrence, el mariscal que tiene todas las chances de ser la primera selección general.
Físicamente es casi perfecto. Su 6'6'' (1,98 metros) le hace tener una altura prototípica. Además cuenta con una muy buena movilidad, lo hemos visto más de una vez alcanzando a Travis Ettiene en algún acarreo que el corredor de Clemson explotó para muchas yardas y el TD. Lo que podría mejorar en este aspecto es su masa musucular y corporal, sobre todo para no llegar tan fino a la NFL teniendo en cuenta los golpes duros que va a recibir.
Tiene el mejor brazo de la clase, siendo capaz de lanzar con comodidad pases de casi 60 yardas. Además es mucha la fuerza que saca netamente de allí, no ayudándose tanto con sus pies. Lanza balazos en el campo corto y medio, con pases que llegan en cuestión de milisegundos y que por la fuerza que llevan, muy pocas veces les dan tiempo al defensivo de terminar de reaccionar. Lo que puede mejorar en este aspecto es aprovechar un poco mejor su tren inferior, no siendo algo necesario ya mismo, aunque tener una mejor base de lanzamiento podría hacer que no tenga que emplear tanta fuerza de brazo.
Su precisión en pases cortos y medios, sobre todo a la mitad del campo, es excelente. Sabe dónde poner el balón, cuenta con la anticipación necesaria al corte de la respectiva ruta y rara vez la pelota termina llegando a una zona donde el receptor debe forzar la recepción. Tiene un ball placement muy inteligente, ya que en envíos profundos o a las bandas ataca mucho el hombro exterior, dejando el ovoide siempre lejos del defensivo y no dándole oportunidad de interceptarlo. Eso sí, no tiene la mejor precisión en rutas out: muchas veces por no querer dar la chance de INT, termina lanzando por encima o dejando el balón muy en el exterior, en donde al final el WR debe hacer un gran esfuerzo. En envíos profundos también le he visto algunos problemas pero no tanto de precisión sino de fuerza. Hay veces que utiliza demasiada y no el toque necesario.
Lawrence ha jugado en un esquema que no le exigía leer el campo constantemente, sino que debía centrarse en una zona en la que había dos o tres rutas y, a partir de ahí, tomar una decisión. Aun así, cuando le tocó hacer una lectura completa lo hizo bien, no se apuró y fue bastante eficiente. Entiende los gaps que existen en las coberturas zonales, lo que hace que pueda lanzar un pase anticipándose a las rutas. Más allá de que fueron pequeños flashes, cuando se siente cómodo en el partido mueve a los linebackers rivales a placer, sabe engañar con los ojos. No le veo con mayores problemas para dar el salto, es más que nada pasar la offseason viendo tape con coaches NFL y aprendiendo el sistema.
Urban Meyer, flamante HC de @Jaguars, mirando de cerca la práctica de Trevor Lawrence 👀.
— No Huddle (@nflnohuddle) February 12, 2021
Hay otros equipos en el lugar, pero Jacksonville, con el pick 1 del draft, son los favoritos para llevarse al talento de Clemson. pic.twitter.com/7LpWFpBDGm
Es muy seguro en sus decisiones y rara vez se lo ve cometiendo algún tipo de error como forzar pases o lanzar a doble coberturas, sino que entiende cuando no hay opciones. En esas oportunidades puede generar con sus pies o lanzar fuera o, en el peor de los casos, llevarse el golpe. No espera la big play, sino que entiende cuándo debe ir por el receptor en el slot y no seguir esperando que se abra un espacio o aparezca un jugador libre.
Tiene un buen control del pocket, lo conce y reconoce bien los espacios. Apenas siente la presión, se termina moviendo porque reconoce por dónde viene la carga. Creo que necesita trabajo en su footwork y esto tiene que ver con su base de lanzamiento que antes mencionamos. Otra de las cosas que tiene que trabajar es no buscar hacer el roll out constamente, porque hay veces que se impacienta y se apura en salir. Esto le pasa sobre todo en los partidos en los que ya recibió dos o tres QB hits y prefiere usar sus pies antes que seguir aguantando en el bolsillo.
Tiene todas las características para ser un playmaker, ya que cuenta con las aptitudes físicas, atléticas y creativas para generar fuera de un esquema. Tiene una muy buena precisión en los pases en movimiento y su fuerza de brazo hace que pueda lanzar a todos los niveles del campo sin tener que estar plantado.
Comparación: Andrew Luck
Proyección: primer pick general
El mejor QB de la clase. Mezcla todas las cualidades físicas, técnicas y mentales para ser el mariscal perfecto. Aparecen algunas dudas por haber jugado en un esquema ofensivo que simplifica las lecturas, pero al mismo tiempo sus mejores performances fueron saliendo de este esquema y generando por cuenta propia.
Un intangible muy importante con el que cuenta es que es un ganador nato. Casi que no conoce lo que es la derrota (entre high school y college solamente perdió cuatro partidos) y tiene esa presencia de ser alguien que sabés que en cualquier momento te puede ganar el juego, por lo que desde el primer momento va a ser de impacto y de un cambio en la mentalidad del equipo que lo elija.
En el peor de los casos, si no logra desarrollar sus lecturas, ya demostró que es un QB de gran nivel en esquemas de RPO y su adaptación a ese tipo de sistemas en la NFL no va a tener mayores inconvenientes, por lo que su piso en la liga profesional es bastante sólido.
Especializado en Futbol americano colegial. Lo cubre desde 2019. Conductor de De Cara al Draft y participa en Redshirt Podcast. Redactor de la página web.
