Después de varias semanas con múltiples postergaciones y cancelaciones, todo parece indicar que la normalidad, de a poco, va volviendo al college: hasta ahora, apenas son seis los partidos que no se van a jugar respecto a los que se tenía planeado siete días atrás, un número que era impensado después de lo que sucedió en fechas anteriores. Esto le agrega mucho show a un sábado cargado de encuentros, y una particularidad: esta semana tendrá dos encuentros programados para el día domingo, por lo que el espectáculo no terminará el sábado.
Sin dudarlo, uno de los partidos de la temporada. Y no es porque tenga implicaciones para alguna conferencia (es más, BYU es un equipo independiente, por lo que no compite por ningún título divisional) ni hasta por un puesto en playoffs, ya que difícilmente alguno de los dos alcance esa instancia, sino porque enfrentará a dos invictos que están teniendo campañas muy por encima de su nivel esperado. BYU es un equipo que año a año ha ido mejorando sus actuaciones y viene en ritmo de hacer su mejor temporada desde 1984, mientras que Coastal Carolina es una universidad que hasta hace cuatro años se encontraba compitiendo en el FCS y en este duelo tendrá la oportunidad de entrar a un bowl de fin de año, algo impensado una década atrás. El imperdible del sábado.
Ahora nos ponemos a hablar de duelos conferenciales y arrancamos con la Big Ten, la cual comienza su fase decisiva. A pesar de que Wisconsin quedó sin chances de llegar a la final, ya que no va a cumplir con el requisito de partidos mínimos jugados, todavía guarda la ilusión de, en caso de ganar los dos que le quedan, poder colarse en el Top 10 del ranking y finalizar el año jugando un bowl de año nuevo. Por el lado de Indiana, estará a la espera de los resultados de Ohio State en estas dos semanas, pero mientras tanto deberá mantenerse por la senda de la victoria si quiere asegurar su participación en un bowl importante. Además, será muy importante ver cómo responde esa ofensiva de los Hoosiers luego de perder para lo que resta de la temporada a su QB titular, Michael Penix Jr..
Más allá de que en los papeles puede parecer muy favorable para Oklahoma, ya que enfrenta a un Baylor con récord de 2-5, realmente puede ser un encuentro muy igualado. Los Sooners saben que tienen que ganar si quieren asegurar su lugar en la final de la Big 12, pero para eso deberán derrotar a unos Bears coacheados por una de los mejores mentes defensivas del college, Dave Aranda. Va a ser uno de los mejores enfrentamientos que veamos en mucho tiempo entre este gran gurú de la defensa y Lincoln Riley, un genio del ataque. Imperdible para aquellos que gusten de las estrategias, los planteamientos y los pequeños detalles que existen dentro de un partido de este nivel.
Los Aggies siguen conservando ese quinto puesto en los rankings y, si quieren mantener las esperanzas de playoffs, deberán ganar los dos partidos que les quedan. En los papeles, el de este sábado puede ser el más complicado. Auburn viene de recibir una paliza en el Iron Bowl frente a Alabama y buscará recuperarse de esa humillante derrota, mientras que Texas llega con una racha de cinco victorias consecutivas. Va a ser muy interesante ver cómo la ofensiva de los Tigers buscará encontrarle los huecos a la defensiva de A&M, que la semana pasada estuvo a nada de dejar en cero puntos a los últimos campeones, LSU. Para los Aggies será la oportunidad de demostrar que son merecedores de postemporada, mientras que Auburn intentará arruinar la temporada de un contender.
A pesar de que ambos ya tienen lugares definidos en la Big 12 (West Virginia dentro de los cinco mejores pero lejos de la final de conferencia mientras que Iowa State tiene asegurada su participación en la final), este será un partido en el cual podremos ver a dos equipos un poco más sueltos y sin tanto nerviosismo. Una gran prueba para Brock Purdy, QB de Iowa State, el cual debe seguir mejorando si quiere ser un mariscal seleccionado en primera o segunda ronda del draft. Realmente, un encuentro para sentarse y disfrutarlo. Entretenimiento asegurado.
Ocupar el lugar que dejó vacante Tua en Alabama después de años de éxitos no era fácil, pero Mac Jones está jugando a la altura de su antecesor, ya que el mariscal del Crimson Tide viene siendo uno de los mejores jugadores de la temporada, al punto que es el principal candiato al trofeo Heisman junto a Trask, Wilson y Lawrence. Será una gran oportunidad para ver a un prospecto que, si sabe mantener el ritmo y liderar a Alabama a la final del college, seguramente lo veamos salir en primera ronda. Este fin de semana enfrentará a LSU, que viene inmerso en un año bastante decepcionante, por lo que Jones tendrá la chance de vengar lo que fue la victoria de los Tigers el año pasado. El partido iniciará a las 22 de Argentina, 19 de México y 02 del domingo en España.
Especializado en Futbol americano colegial. Lo cubre desde 2019. Conductor de De Cara al Draft y participa en Redshirt Podcast. Redactor de la página web.
